27.3.08

Argentina: Protestas Agrarias

LA REBELIÓN DE LOS AGROEXPORTADORES DIVIDE A LA SOCIEDAD ARGENTINA. LAS MADRES DE MAYO CONVOCAN UNA MARCHA DE APOYO AL GOBIERNO. LA CENTRAL SINDICAL C.T.A. SE OPONE AL PARO PATRONAL, PERO ADVIERTE A LA PRESIDENTA

El gobierno argentino reitera que no retrocederá en la aplicación del impuesto a las exportaciones de granos y amenaza con desalojar por la fuerza los cortes de ruta, en el pulso que mantiene con las cuatro organizaciones rurales, que inician ya el décimoquinto día de lock out patronal. El conflicto comenzó a extenderse a sectores que se suman a los ruralistas, como miles de personas que salieron a la calle el martes por la noche a hacer sonar cacerolas, y otros que lo hicieron a favor del gobierno, y que prevén una concentración el jueves. El paro es contra la decisión del gobierno de aumentar los impuestos a las exportaciones de soja y girasol hasta el 45%.
El ministro de Economía, Martín Lousteau, afirmó que "no hay ningún elemento que haya modificado la decisión del gobierno de no dar marcha atrás en el tema de las retenciones", pese al clima de tensión que atraviesa el país. Un proyecto de ley para derogar el incremento de las retenciones fue presentado por diputados del partido UCR de los ex presidentes Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, la Coalición Cívica de la ex candidata presidencial Elisa Carrió y el PRO del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri. En el mismo proyecto se propone conformar una "mesa de diálogo" para delinear "una política de mediano y largo plazo en materia agropecuaria".

Se radicaliza el conflicto y Cristina rechaza "extorsiones"
Miles de personas marcharon en Buenos Aires a favor del sector agroexportador.
Las organizaciones del sector anunciaron que continuarán su protesta por tiempo indeterminado, con la suspensión de la comercialización de productos y bloqueos de carreteras en todo el país.
"Continuaremos con la huelga hasta que sea necesario", dijo en rueda de prensa Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que agrupa a medianos y pequeños productores.

La intensificación de la protesta se produjo luego de que la presidenta argentina, Cristina Fernández, endureciera su postura frente a los productores. "No me voy a someter a ninguna extorsión" Y añadió que
el campo argentino , "el sector de mayor rentabilidad desde el 2001", está realizando "piquetes de la abundancia".
Después de estas palabras, los movilizados no sólo confirmaron el paro agrario por tiempo indeterminado, sino que además hubo movilizaciones en todo el país.
Mientras numerosos agricultores protestaban en el interior, miles de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo y el Obelisco, en el centro de Buenos Aires, contra el gobierno.

Desabastecimiento, un arma de doble filo

La falta de productos comienza a notarse en los supermercados.En algunos barrios de clase media y alta de Buenos Aires se organizaron cacerolazos y bocinazos de consumidores cansados de la escasez de productos por lo que consideran la "inflexibilidad" de la presidenta Fernández.
En algunos comercios se ven letreros con explicaciones: "Informamos que los faltantes en algunos productos vinculados a la producción del campo se deben al problema de público conocimiento respecto del abastecimiento de los mismos".


El campo ha sido el motor del crecimiento económico de Argentina tras la profunda crisis de 2001 y es actualmente el tercer productor mundial de soja y uno de los mayores exportadores de carne del planeta.


El paro agrario divide a la sociedad

Decenas de bloqueos de rutas provocaban ayer miércoles el desabastecimiento. Los productores agropecuarios en rebeldía mantenían los cortes y actos de protesta en un centenar de rutas del centro-este de Argentina, donde el cultivo de soja ocupa más de la mitad de las 30 millones de hectáreas de superficie sembrada con granos. El ministerio de Defensa ordenó el miércoles al Ejército enviar ganado vacuno a los frigoríficos, para suplir los faltantes de carne, uno de los principales productos de la dieta de los argentinos, que consumen un promedio de unos 74 kilos anuales per cápita.
El ministro de Economía, Martín Lousteau, artífice de un incremento tributario a las exportaciones de soja que desató la ira de los agricultores, calificó de irresponsables los huelguistas, y dijo que las protestas en Buenos Aires "fueron montadas por dirigentes que no están ideológicamente de acuerdo con el gobierno".
Lousteau dijo que el paro agrario "linda con lo antidemocrático", agregó que el gobierno garantizará el abastecimiento, y llamó a los productores a la cordura, tras ratificar el alza de impuestos a las exportaciones sojeras.

El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, advirtió a su vez que no permitirá los bloqueos carreteros y que enviará a la cárcel a los agricultores que los lleven adelante.
"Si no se mueven de las rutas, los moveremos nosotros. Quien no entienda esas razones irá preso. Se buscará la vuelta para liberar los caminos y permitir que los artículos lleguen a los lugares de consumo" para evitar el desabastecimiento, dijo Fernández .
La principal líder de la oposición, la dirigente social cristiana, Elisa Carrió, señaló que "las movilizaciones en las ciudades fueron una respuesta de unidad, de solidaridad con el campo" y acusó al Gobierno de "buscar la división de la sociedad entre peronismo y antiperonismo".
Carrió
, de la Coalición Cívica, se puso al frente de la protesta agraria, y convocó a marchas callejeras en apoyo al campo, que movilizaron a la clase media de los barrios acomodados de Buenos Aires, un distrito históricamente hostil al peronismo y gobernado por el alcalde derechista Mauricio Macri.
Un enfrentamiento entre activistas opositores y grupos de 'piqueteros' (pobres y desocupados) favorables a Kirchner que expulsaron a los primeros de la histórica Plaza de Mayo, dejó la noche del martes un saldo de al menos dos heridos leves.

Madres de Mayo, con el gobierno

La presidenta de la organización Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, convocó a movilizarse a Plaza de Mayo este jueves para respaldar al gobierno y dijo que el paro del campo, que lleva dos semanas, lo hacen "los mismos que dieron el golpe cívico-militar de 1976". "Estamos viviendo un momento muy difícil porque los que hoy protestan por las retenciones son los mismos que golpearon las puertas de los cuarteles, los mismos que dieron el golpe cívico- militar de 1976", afirmó. Sostuvo que se trata de "los mismos que se enriquecieron con la dictadura, que cambiaron el sistema económico porque no les venía bien a los ricos, a los dueños de la tierra, a las multinacionales, a Estados Unidos. Ese modelo que vino de la mano de (el ex ministro Economía de la dictadura José) Martínez de Hoz, para aplicarse hizo desaparecer a todos los que se oponían y que eran más de treinta mil. Los hombres y mujeres decididos a dar la vida por este pueblo". Además, criticó a la dirigente opositora Elisa Carrió, por su apoyo activo a la rebelión agraria.
CTA, apoyo crítico a las retenciones

La central sindical independiente CTA expresó su apoyo al impuesto a las exportaciones "como mecanismos redistributivo de la riqueza", pero advirtió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tiene "una deuda pendiente" con los pequeños y medianos productores rurales. Con ese impuesto (retenciones) el gobierno "captura una parte de las extraordinarias ganancias de los sectores concentrados del capital agropecuario, representados por la Sociedad Rural y CRA", afirmó la CTA en un comunicado. La entidad sindical es integrante de la Coordinadora de Centrales Sindical del Cono Sur junto con la CUT de Brasil y la CNT-PIT de Uruguay. La central sindical argentina advirtió que ese sistema de retenciones es insuficiente "sin la reconstrucción de organismos de regulación e intervención estatal, como por ejemplo Junta Nacional de Granos y la Junta Nacional de Carnes". La CTA también expresó su demanda al gobierno para que adopte políticas que "protejan a los pequeños productores, a las familias agricultoras y a los trabajadores rurales".
Por su parte, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero(MOCASE) integrante de la Vía Campesina, expresó su rechazo a las protestas y pidió al Gobierno que aplique lo recaudado en una reforma agraria. En un comunicado el MOCASE Vía Campesina sostiene que "miles y miles de familias campesinas" no dan su representatividad ni a la Federación Agraria ni a Confederaciones Rurales Argentinas.
Deolinda Carrizo, dirigente del Movimiento Campesino añadió que están de acuerdo con las retenciones a la exportación pero que lo recaudado debe destinarse a una reforma agraria. Sostuvo además que el paro es "de los sojeros", que son los mismos que "envenenan la tierra" con fumigaciones.
El MOCASE expresa en su comunicado que la renta de hectáreas para la producción de soja en la Argentina ha crecido de manera descomunal, provocando el achicamiento del periodo laboral y la perdía de numerosas fuentes de trabajo. Es que muchos campesinos decidieron alquilar sus campos a multinacionales sojeras porque de esa manera ganan más de lo que podrían conseguir corriendo con los riesgos de la producción.
Según el MOCASE "sólo por arrendar 300 hectáreas el propietario recibe un ingreso parásito (sin invertir ni arriesgar un solo peso) de 180 mil dólares por ciclo sojero".
El comunicado explica "la necesidad casi imperiosa para la economía nacional, de apropiarse de esa renta suntuaria e ilegítima en beneficio de la nación".
Pero se pregunta "qué hará el gobierno con esa renta" y sostiene que debe ser empleada en la aplicación de una profunda reforma agraria.

Cristina le echa nafta al fuego
Por Daniel Cadabón- ARGENPRESS.info

La rebelión, que los chacareros argentinos vienen llevando adelante en todo el país, se ha constituido en un fuerte elemento de crisis que marca la situación política nacional. El paro agrario, acompañado por puebladas masivas que conmueven al interior del país, se ha transformado en un mojón que plantea, a esta altura, una discusión sobre el problema de la tierra y sus relaciones de propiedad, donde se involucren los sectores más dinámicos de la política argentina y del pensamiento social. Nadie puede pasar en medio de un conflicto de semejante envergadura sosteniéndose en un “disculpe, yo de esto no fumo”.
La movilización de los productores del campo, ha colocado en una crisis descomunal al gobierno de Cristina-Kirchner, la cual deberá recurrir a algún tipo de conjuro especial para encontrarle un posible retorno a una situación que aparece enormemente entramada. En principio, los pequeños y medianos productores, que han ocupado las rutas con sus masivos piquetes, le exigen una rendición sin condiciones al gobierno Nacional, en su intención de aumentar las retenciones a la exportación de granos. Pero, la cuestión agraria que se desenvuelve detrás de este reclamo supera por mucho el problema de las retenciones. Cristina-Kirchner no puede dar marcha atrás con la medida adoptada, en medio de una rebelión nacional, sin terminar pagando un altísimo costo político y sin demostrarle al conjunto de una sociedad, que asiste expectante a la resolución de esta pulseada, que la solidez de su gobierno se desvanece en el aire.....(Leer todo el artículo)
(Fuentes: ANSA-Latina, BBC-Mundo, AFP, Agencia PÚLSAR-FM La Tribu-Buenos Aires y ArgenPress)

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