El Movimiento de Afectados por Represas y el Movimiento de los Sin Tierra y de Vía Campesina exigen mayores inversiones del Gobierno en proyectos de salud, educación y transporte en las áreas en las que fueron reubicadas las personas que tuvieron que abandonar sus tierras por la inundación provocada para crear la represa.
Si bien el Presidente asegura que las fuerzas de seguridad son para garantizar el funcionamiento, la medida gubernamental es repudiada por los manifestantes.
Luciane Andrioli, referente del Movimiento de los Afectados por las Represas, dijo que el objetivo de la manifestación es forzar al Gobierno a negociar beneficios para más de 30 mil personas que perdieron sus viviendas por la construcción de la hidroeléctrica, en 1984.
Mientras el ejército custodia las instalaciones, los manifestantes esperan respuestas por parte de los representantes del Ministerio de Minas y Energía.(Agencia PÚLSAR).
Radiomundoreal entrevistó a Gilberto Cervinski, Coordinador Nacional del MAB, quien reveló que “300 mil familias ya perdieron sus tierras por la construcción de grandes represas hidroeléctricas, 70 % de las cuales no recibieron ningún tipo de indemnización ni resarcimiento”.
Tanto Brasil como Argentina viven una constante presión por la denominada “crisis energética” sobre sus ansiados y respectivos desarrollos industriales. Los principales acuerdos estratégicos que han cerrado los diplomáticos de los países de América del Sur son precisamente acuerdos de índole energética.
La sed de energía que padecen los diversos sectores industriales, es decir las oligarquías empresariales abrigadas bajo el anhelo del desarrollismo y el crecimiento que procuran los gobiernos progresistas del cono sur, se cura con la abundancia de agua de la región. Ese es el modelo, la construcción de megarepresas hidroeléctricas.
Lógicamente que estas megarepresas se construyen en grandes ríos y caudales de agua dulce, sin duda la principal fuente de riqueza que estos países detentan. La también lógica consecuencia del modelo de las represas hidroeléctricas es la destrucción de los territorios que contienen esa riqueza. En este punto se sitúa la demanda central del MAB.
Según Gilberto Cervinski, “para los próximos años del Gobierno de Lula están planificadas la construcción de otras 70 grandes represas , que se estima expulsarán otras 100 mil familias de la tierra”.
También informó que una planificación a largo plazo que se filtró desde el gobierno y cuyos datos centrales maneja el MAB, es que se proyectan construir otras 494 grandes represas antes del año 2015, que impactarían con la expulsión de aproximadamente 1 millón de personas de sus tierras.
Como se sabe, en Brasil el sector de generación de energía eléctrica está privatizado casi en su totalidad. El MAB ha denunciado que al contrario de lo que sucede con las expropiaciones de las tierras realizadas para los fines de la reforma agraria, el gobierno brasileño y el Poder Judicial son extremamente rápidos y eficientes para realizar las expropiaciones que tienen como objetivo la construcción de represas.
Las movilizaciones del MAB se fueron intensificando a partir del mes de enero de este año, con cortes de rutas nacionales y ocupaciones de predios de construcción de represas. Con motivo de celebrarse el pasado 14 de marzo un nuevo Día de Acción Internacional contra las Represas, en el marco de una semana de movilizaciones en todo Brasil, también se fue intensificando la política represiva contra integrantes y dirigentes nacionales del MAB.
Paralelamente continúan las amenazas y la persecución de campesinos movilizados; Cervinski informó que en la actualidad existen 36 causas judiciales abiertas contra dirigentes del MAB.
El pasado 8 de marzo la Policía Militar reprimió violentamente una concentración de agricultores en el Estado de Minas Gerais, convocada para protestar contra la construcción de la represa de Jurumirim, en el municipio de Río Casca.
La protesta se realizaba mientras se realizaba una audiencia pública; la Policía dispersó a los manifestantes, dejando 35 heridos entre las que se encontraban dos mujeres embarazadas y fueron detenidos 6 dirigentes del MAB. Entre los detenidos estaba el cura Antônio Claret Fernández.
En el norteño Estado de Pará, el Ejército ocupó el pasado 11 de marzo la represa de Tucuruí –que dejó 32 mil personas sin tierras- para intimidar a la población y desactivar posibles ocupaciones e interrupciones en el suministro de energía.
Por su parte las familias desplazadas que debieron instalarse en las orillas del embalse de la represa –aparte de no recibir nada- tampoco tienen servicio de energía eléctrica en sus casas.
El pasado 15 de marzo aproximadamente dos mil personas integrantes del MAB ocuparon parte de la represa y aún mantienen bajo su control parte de los locales.
Finalmente, el pasado 12 de marzo, la Policía Militar del Estado Santa Catarina inició por orden de la Jueza Adriana Lisboa, un operativo que culminó con la prisión preventiva de 6 campesinos afectados por la construcción de la represa de Campos Novos. El argumento de la Jueza para dictar las órdenes de prisión fue “la garantía del orden público”.
El Coordinador Nacional del MAB, Gilberto Cervisnki expresó a Radiomundoreal que lejos de ceder en sus demandas, la ola represiva del Gobierno de Lula no hace más que justificar la intensificación de la protesta popular.
“No existen motivos para retroceder, porque nuestra lucha es justa, forma parte de la defensa del agua, de los ríos y de los derechos de las comunidades agrícolas que están siendo desplazadas de sus tierras. Más bien existe una necesidad de intensificar la lucha y la presión popular de la gente manifestando en la calle”.(Radiomundoreal)
Miles de activistas se movilizaron en la Jornada por Derecho
La Jornada de Luchas por Más Derechos reunió miles de personas en 16 estados brasileños el miércoles 23 de mayo.En Sao Paulo, cerca de 5 mil trabajadores participaron de un acto político en frente de la federación de las Industrias para protestar principalmente contra la "emenda 3", reglamento que permitirá a los patrones contratar empleados sin seguro social.
Después, los manifestantes marcharon hasta la Asamblea Legislativa para una protesta donde fueron reprimidos por la policía militar.
En Río de Janeiro, cerca de 10 mil trabajadores realizaron manifestaciones en las calles del centro de la ciudad. En el interior del estado, hubo bloqueos de carreteras y varias protestas en ciudades medias.
Asimismo, 10 mil manifestantes, en su mayoría ligados a la central sindical CUT y movimientos campesinos como MST y Contag, se reunieron en Brasilia. En Salvador, las manifestaciones fueron lideradas por la Coordinación de los Movimientos sociales.
En la capital del estado amazónico Pará, Belem, cerca de 600 personas ligadas a la Vía Campesina ocuparon la Hidroeléctrica de Tucuruí. Ellos exigieron indemnizaciones justas para las familias que fueron desplazadas de su territorio original por causa de la obra hace 23 años. (Agencia PÚLSAR)
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