El Centro Uruguayo de Madrid no sólo organiza una formidable y alegre comparsa en los carnavales de la capital española. También da ejemplos de solidaridad, como la que ha permitido a un uruguayo sin recursos, acceder a una silla de ruedas sin la que le habría sido imposile proseguir estudios universitarios. Como relata en su mensaje, el portavoz del Centro, Juan R. Sotelo de Brun, a quien le robamos el titular de esta nota.
LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL VISITÓ PAYSANDÚ
Cristian M., de 34 años, estudiante con parálisis infantil, recibió de la Intendencia de Paysandú una silla de ruedas con motor donada por el Centro Uruguayo de Madrid. El Centro Uruguayo de Madrid, organización sin fines de lucro y sin personal rentado, viene trabajando hace varios años en distintas áreas como, Inmigración, Cultura, Deportes, Solidaridad y Cooperación entre otras, siendo una de las asociaciones de uruguayos más importantes de España.
El pasado 4 de marzo, en su sede, el Centro Uruguayo de Madrid, recibió la distinguida visita del Sr. Intendente del departamento de Paysandú, Don Julio Pintos Ruíz. El Sr. Pintos también es Presidente del Congreso de Intendentes de Uruguay. Dentro de los muchos temas tratados y proyectos de colaboración con el departamento, el Intendente nos entregó una solicitud manuscrita del joven sanducero Cristian, en la misma explicaba su situación física y personal. La misiva conmovió a los miembros del Centro Uruguayo y se comprometieron con Don Julio Pintos Ruíz a hacer posible el sueño de Cristian romper barreras y poder continuar haciendo Derecho en la Universidad de Salto. El joven, de 34 años, miembro de una familia carenciada de Paysandú, sufre una parálisis cerebral infantil, lo cual le ha provocado serios trastornos motrices y se desplaza con muletas. Dicha afección no ha tenido consecuencias a nivel intelectual. Cristian es consciente de su limitación física pero esto, lejos de desestimularlo, hace que se impulse por tener nuevas herramientas para desempeñarse en la vida. Por esto sus ganas por continuar estudiando.
Con gran esfuerzo logró superar la formación secundaria y obtener el ingreso a la universidad, a la cual no podrá ir si no cuenta con una silla de ruedas con motor, cosa que está fuera de su alcance económico. Es consciente que con los recursos que cuenta su familia no podían afrontar la compra de una silla con motor, que tiene un costo en Uruguay de unos 6.000 dólares. Cristian escribió a distintos organismos internacionales para que le consiguieran una silla de esas características, pero no se logró.
Su sueño, una pequeña hoja escrita con el corazón, viajo a España de mano del Intendente Pintos. Nuestra gente se movilizó, muchas ofertas de colaboración rompieron fronteras. Todos con Cristian. Por fin fuimos viendo la luz. Carlos, Rúben (miembros del Centro ), María del Carmen (española, supervisora de terapia de parapléjicos) el personal de PLUNA de los aeropuertos de España y Uruguay y la Intendencia de Paysandú hicieron posible, que el 3 de mayo, sólo a dos meses de su petición, Cristian recuperara la sonrisa. La donación de la silla de ruedas con motor es un regalo de movilidad, esperanza y libertad no sólo para Cristian que requiere este apoyo, sino para toda su familia. Gracias Cristian, por darnos la oportunidad de demostrar que la solidaridad es la ternura de los pueblos.
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