VOTOS MANCHADOS DE SANGRE Y COMPRA DESCARADA DE PAPELETAS. EL NUEVO CONGRESO SERÁ AÚN MÁS CORRUPTO QUE EL ANTERIOR
a"Las fuerzas de seguridad no pudieron impedir la compra de votos" (Pie de foto distribuido por la agencia Efe, con la imagen de la derecha)
Por Joaquim Ibarz (*)
"A los partidos colombianos sólo les importaba ganar, sin considerar que los votos estén manchados de sangre o logrados con la corrupción", señala la analista María Jimena Duzán. "Lo más grave es que la gente exigía dinero o un cargo por votar por determinado candidato", declara por su parte Alejandra Barrios, directora de Misión de Observación Electoral (MOE), una organización independiente de sólido prestigio.
El escándalo de la parapolítica (nombre que se da a los vínculos políticos y económicos de congresistas, gobernadores y alcaldes con los jefes de los grupos paramilitares responsables de miles de asesinatos atroces), que llevó a la cárcel a 30 congresistas y que provocó el procesamiento de otros 60 legisladores, sacudió con fuerza a Colombia durante la pasada legislatura. Pese a la vergüenza nacional que en cualquier país habría provocado tener un Congreso tan indigno, la ejemplar actuación de la Justicia colombiana no sirvió para nada. Los electores no sólo no han castigado a los senadores y diputados ligados a las mafias, sino que los premiaron al llevar a las Cámaras a sus parientes y testaferros. De esta manera, los escaños de los parapolíticos encarcelados o procesados los ocuparán sus familiares.
Compra descarada de votos
El escándalo de la parapolítica (nombre que se da a los vínculos políticos y económicos de congresistas, gobernadores y alcaldes con los jefes de los grupos paramilitares responsables de miles de asesinatos atroces), que llevó a la cárcel a 30 congresistas y que provocó el procesamiento de otros 60 legisladores, sacudió con fuerza a Colombia durante la pasada legislatura. Pese a la vergüenza nacional que en cualquier país habría provocado tener un Congreso tan indigno, la ejemplar actuación de la Justicia colombiana no sirvió para nada. Los electores no sólo no han castigado a los senadores y diputados ligados a las mafias, sino que los premiaron al llevar a las Cámaras a sus parientes y testaferros. De esta manera, los escaños de los parapolíticos encarcelados o procesados los ocuparán sus familiares.
Compra descarada de votos
Las elecciones legislativas de Colombia están bajo múltiples sospechas. La compra descarada de votos en numerosas regiones del país, la violación generalizada del secreto del voto, las presiones a los electores y el dinero de origen ilícito que corrió a raudales plantean serios cuestionamientos a la limpieza del proceso.
El diario bogotano El Tiempo denunció que al menos 35 de los 102 senadores electos el domingo tienen vínculos con condenados o con personas investigadas por tener nexos con grupos paramilitares de ultraderecha. En un análisis sobre los comicios, el periódico señala que la renovación en el Senado "quedó otra vez en veremos" porque "ni los partidos ni los electores castigaron a los herederos de la parapolítica".
Los votos que obtuvieron candidatos que son familiares o cercanos de políticos investigados por tener nexos con grupos armados ilegales son el mejor indicador de que no se produjo la menor renovación.
Politólogos citados por el diario capitalino indican que el resultado electoral del domingo pasado deja claro que, "en términos de maquinaria y de redes clientelistas", no hubo ningún cambio en el Congreso.
En una acción sorprendente, el propio presidente de la República acusa al organizador de los comicios, el registrador nacional Carlos Ariel Sánchez, de consumir bebidas alcohólicas durante la jornada electoral. Álvaro Uribe pidió al procurador Alejandro Ordóñez "investigar la denuncia de varios ciudadanos, según la cual el registrador nacional Carlos Ariel Sánchez y algunas personas a su alrededor habrían violado las normas que obligan a no consumir licor el día de elecciones". Sánchez se encuentra en el ojo del huracán ya que tres días después de los comicios aún no se conoce oficialmente la conformación de la Cámara, ni tampoco se saben los resultados de las primarias del Partido Conservador para escoger su candidato a la presidencia. (1)
Varios analistas destacan que el comentario desabrido y fuera de tono de la presidencia es una cortina de humo de Álvaro Uribe para desviar la atención del escándalo de la compra de votos y de la utilización de fondos públicos en la campaña para favorecer a los candidatos oficialistas. Además, con esta descalificación se intenta cobrar al registrador nacional que se opusiera a la segunda reelección de Uribe. A pesar de las presiones del jefe de Estado, Carlos Ariel Sánchez insistió en que no había tiempo para convocar y organizar el referéndum para que los colombianos se pronunciaran sobre el cambio constitucional que debía despejar el camino para que Uribe se perpetuara en el poder.
El analista Bernardo Gutiérrez declara a La Vanguardia que "el presidente Uribe tiene un comportamiento mezquino al descalificar al registrador de esta forma, sin prestar atención a la compra de votos y a la entrada en el Congreso de decenas de parlamentarios que obedecerán a las mafias antes que a los intereses de los colombianos".
Dudas sobre la legitimidad de los comicios
El diario bogotano El Tiempo denunció que al menos 35 de los 102 senadores electos el domingo tienen vínculos con condenados o con personas investigadas por tener nexos con grupos paramilitares de ultraderecha. En un análisis sobre los comicios, el periódico señala que la renovación en el Senado "quedó otra vez en veremos" porque "ni los partidos ni los electores castigaron a los herederos de la parapolítica".
Los votos que obtuvieron candidatos que son familiares o cercanos de políticos investigados por tener nexos con grupos armados ilegales son el mejor indicador de que no se produjo la menor renovación.
Politólogos citados por el diario capitalino indican que el resultado electoral del domingo pasado deja claro que, "en términos de maquinaria y de redes clientelistas", no hubo ningún cambio en el Congreso.
En una acción sorprendente, el propio presidente de la República acusa al organizador de los comicios, el registrador nacional Carlos Ariel Sánchez, de consumir bebidas alcohólicas durante la jornada electoral. Álvaro Uribe pidió al procurador Alejandro Ordóñez "investigar la denuncia de varios ciudadanos, según la cual el registrador nacional Carlos Ariel Sánchez y algunas personas a su alrededor habrían violado las normas que obligan a no consumir licor el día de elecciones". Sánchez se encuentra en el ojo del huracán ya que tres días después de los comicios aún no se conoce oficialmente la conformación de la Cámara, ni tampoco se saben los resultados de las primarias del Partido Conservador para escoger su candidato a la presidencia. (1)
Varios analistas destacan que el comentario desabrido y fuera de tono de la presidencia es una cortina de humo de Álvaro Uribe para desviar la atención del escándalo de la compra de votos y de la utilización de fondos públicos en la campaña para favorecer a los candidatos oficialistas. Además, con esta descalificación se intenta cobrar al registrador nacional que se opusiera a la segunda reelección de Uribe. A pesar de las presiones del jefe de Estado, Carlos Ariel Sánchez insistió en que no había tiempo para convocar y organizar el referéndum para que los colombianos se pronunciaran sobre el cambio constitucional que debía despejar el camino para que Uribe se perpetuara en el poder.
El analista Bernardo Gutiérrez declara a La Vanguardia que "el presidente Uribe tiene un comportamiento mezquino al descalificar al registrador de esta forma, sin prestar atención a la compra de votos y a la entrada en el Congreso de decenas de parlamentarios que obedecerán a las mafias antes que a los intereses de los colombianos".
Dudas sobre la legitimidad de los comicios
En Colombia no se habla de fraude, pero las denuncias son tan serias que plantean serias dudas sobre la legitimidad de los comicios. Los representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Misión de Observación Electoral (MOE) que durante los últimos meses supervisaron el proceso electoral, denuncian la compra de votos "como nunca antes se había visto en Colombia".
Alejandra Barrios, directora nacional de MOE, declara a este diario que la compra de votos fue escandalosa en todo el país: "De norte a sur, de este a oeste, esta práctica fue descarada, como nunca. El dinero de las mafias corrió a raudales. Lo más grave no es que se compraran votos, sino que la gente exigiera dinero o un cargo por apoyar a tal o cual candidato; este comportamiento muestra la baja calidad de la ciudadanía".
Barrios reconoce que en Colombia siempre ha existido compraventa de votos, pero nunca de manera tan descarada y tan ostentosa como ahora. En anteriores comicios las acciones sangrientas de la guerrilla tapaban los delitos electorales. Con el escaso accionar de los rebeldes de las FARC en estos comicios, la violencia pasó a un segundo término.
La OEA constató la compra de votos
Alejandra Barrios, directora nacional de MOE, declara a este diario que la compra de votos fue escandalosa en todo el país: "De norte a sur, de este a oeste, esta práctica fue descarada, como nunca. El dinero de las mafias corrió a raudales. Lo más grave no es que se compraran votos, sino que la gente exigiera dinero o un cargo por apoyar a tal o cual candidato; este comportamiento muestra la baja calidad de la ciudadanía".
Barrios reconoce que en Colombia siempre ha existido compraventa de votos, pero nunca de manera tan descarada y tan ostentosa como ahora. En anteriores comicios las acciones sangrientas de la guerrilla tapaban los delitos electorales. Con el escaso accionar de los rebeldes de las FARC en estos comicios, la violencia pasó a un segundo término.
La OEA constató la compra de votos
Enrique Correa, jefe de la delegación de la OEA, comentó a este periódico que los observadores constataron compra de votos en seis de las más importantes regiones del país: Atlántico, Bolívar, Cundinamarca, Magdalena, Nariño y Norte de Santander. "No hubo secreto del voto en gran número de mesas, lo que constituye un aspecto crítico del proceso. En casi la mitad de los colegios no se respetó el carácter secreto del sufragio". Correa señaló que los partidos tuvieron dificultades para disponer de supervisores en las mesas de votación, como máximo hubo testigos de los partidos en un 20% de las mesas.
Por su parte, la analista María Jimena Duzán declara a La Vanguardia que el nuevo Congreso es aún más corrupto que el elegido en 2006, que tiene a la tercera parte de sus miembros en la cárcel o procesados. "El nuevo Congreso muestra serios problemas de legitimidad. El número de diputados y senadores con vínculos con paramilitares o narcos es superior al de 2006. Y aún nos falta averiguar los nombres de los parlamentarios que representan a la nueva mafia", señala Duzán.
Según la analista, "es muy preocupante la llegada al Congreso de diputados y senadores que representan a parlamentarios condenados o investigados. La nueva generación de mafiosos ganó escaños, pero no sabemos sus nombres, toca investigar".
El diario El País de Cali afirma que al menos 30 senadores elegidos el domingo "tienen nexos con grupos paramilitares u otros líos con la justicia".
Narcocongresistas en todos los partidos
Por su parte, la analista María Jimena Duzán declara a La Vanguardia que el nuevo Congreso es aún más corrupto que el elegido en 2006, que tiene a la tercera parte de sus miembros en la cárcel o procesados. "El nuevo Congreso muestra serios problemas de legitimidad. El número de diputados y senadores con vínculos con paramilitares o narcos es superior al de 2006. Y aún nos falta averiguar los nombres de los parlamentarios que representan a la nueva mafia", señala Duzán.
Según la analista, "es muy preocupante la llegada al Congreso de diputados y senadores que representan a parlamentarios condenados o investigados. La nueva generación de mafiosos ganó escaños, pero no sabemos sus nombres, toca investigar".
El diario El País de Cali afirma que al menos 30 senadores elegidos el domingo "tienen nexos con grupos paramilitares u otros líos con la justicia".
Narcocongresistas en todos los partidos
Los nuevos congresistas ligados al narcotráfico aparecen en las bancadas de casi todos los partidos. Uno de los ejemplos más claros de la herencia de la parapolítica en el Congreso fue la elección como senadora por el Partido Liberal de la mujer del ex senador Juan Manuel López Cabrales, condenado por paramilitar. La esposa, Arleth Casado, a pesar de no tener trayectoria pública, sacó una de las seis mayores votaciones del país, con 111.752 votos.
Olga Suárez, del Partido Conservador, logró una de las votaciones más altas del Senado gracias a la influencia de su hermano Óscar Suárez, también procesado por nexos con la mafia.
Doris Clemencia Vega, esposa del ex senador Luis Alberto Gil, preso en la cárcel bogotana de La Picota por mafioso, heredó el escaño del marido por el PIN.
Cambio Radical también aportó su cuota en esta renovada presencia de mafiosos en el Congreso con el senador Antonio Guerra de la Espriella, quien tiene investigación preliminar en la Corte Suprema de Justicia por vínculos con paramilitares.
En el grupo de 28 senadores que consiguió el Partido de La U, del candidato presidencial Juan Manuel Santos, se metió Eduardo C. Merlano, Sucre, otro de los departamentos permeados por el fenómeno en 2006, que terminó la condena de Álvaro García, seguirá representado en el Congreso por su hermana Teresita García Romero, quien obtuvo la mayor votación en el Departamento. Una situación similar se presenta con Jairo Merlano Fernández al conseguir su hijo Eduardo un escaño en el Senado por la U.
"Cinco de los seis partidos más importantes tienen congresistas con parientes presos o procesados. No sirvió de nada que la Justicia hiciera limpieza en el Congreso; la gente ha vuelto a votar por los mafiosos a través de parientes o testaferros. Los partidos aceptaron escoria como candidatos. Sólo les importaba ganar, sin tener en cuenta que los votos estuvieran manchados de sangre o mancillados por la corrupción", señala María Jimena Duzán.
La mafia del narco y los paramilitares, un mal menor
Olga Suárez, del Partido Conservador, logró una de las votaciones más altas del Senado gracias a la influencia de su hermano Óscar Suárez, también procesado por nexos con la mafia.
Doris Clemencia Vega, esposa del ex senador Luis Alberto Gil, preso en la cárcel bogotana de La Picota por mafioso, heredó el escaño del marido por el PIN.
Cambio Radical también aportó su cuota en esta renovada presencia de mafiosos en el Congreso con el senador Antonio Guerra de la Espriella, quien tiene investigación preliminar en la Corte Suprema de Justicia por vínculos con paramilitares.
En el grupo de 28 senadores que consiguió el Partido de La U, del candidato presidencial Juan Manuel Santos, se metió Eduardo C. Merlano, Sucre, otro de los departamentos permeados por el fenómeno en 2006, que terminó la condena de Álvaro García, seguirá representado en el Congreso por su hermana Teresita García Romero, quien obtuvo la mayor votación en el Departamento. Una situación similar se presenta con Jairo Merlano Fernández al conseguir su hijo Eduardo un escaño en el Senado por la U.
"Cinco de los seis partidos más importantes tienen congresistas con parientes presos o procesados. No sirvió de nada que la Justicia hiciera limpieza en el Congreso; la gente ha vuelto a votar por los mafiosos a través de parientes o testaferros. Los partidos aceptaron escoria como candidatos. Sólo les importaba ganar, sin tener en cuenta que los votos estuvieran manchados de sangre o mancillados por la corrupción", señala María Jimena Duzán.
La mafia del narco y los paramilitares, un mal menor
Según Duzán, en Colombia se ha ido aceptando la tesis de que la mafia y los paramilitares son un mal menor, a los que se mira como aliados del conflicto con la guerrilla.
Elección tras elección, continúe la desidia oficial ante un sistema electoral obsoleto y propicio a la trampa, expuesto a la compra de votos, al fraude y a la amenaza de los violentos, la puerta por donde se cuelan en forma permanente los más aberrantes vicios, estimulados por la delincuencia que busca infiltrar al Estado.
Los legisladores se niegan a reformar los mecanismos jurídicos para renovar el Congreso y todos los cargos de representación popular. Una burla disfrazada de legalidad, que promueve la delincuencia en materia electoral.
El caballo de Calígula entró al Congreso colombiano
Elección tras elección, continúe la desidia oficial ante un sistema electoral obsoleto y propicio a la trampa, expuesto a la compra de votos, al fraude y a la amenaza de los violentos, la puerta por donde se cuelan en forma permanente los más aberrantes vicios, estimulados por la delincuencia que busca infiltrar al Estado.
Los legisladores se niegan a reformar los mecanismos jurídicos para renovar el Congreso y todos los cargos de representación popular. Una burla disfrazada de legalidad, que promueve la delincuencia en materia electoral.
El caballo de Calígula entró al Congreso colombiano
En un artículo publicado en El País de Cali, titulado "El triunfo del Calígula vernáculo", el columnista Diego Martínez señala que el sanguinario emperador romano estaría feliz haciendo política en el Valle del Cauca, porque "no tendría el menor problema para convertir su caballo en un "honorable" senador". Y subraya: "No exagero: aquí cualquiera que esté en capacidad de pagar la respectiva "tarifa", puede volverse el más exitoso elector".
Según Diego Martínez, el ganador de la triple corona en el "derby" electoral del domingo es el senador Juan Carlos Rizzetto, que hace parte del llamado clan del Valle, cuyos creadores se han visto involucrados en sonados escándalos como el proceso 8.000 (juicio al presidente Ernesto Samper por la financiación de su campaña electoral con dinero del narcotráfico) y la parapolítica. Rizzetto llega al Senado como cuota del gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, también procesado por su relación con la mafia.
Seis meses atrás el 99% de los electores no había oído hablar de Rizzetto; sin embargo, el domingo pasado obtuvo 70.000 votos sin hacer una propuesta, sin tener la menor trayectoria pública, sin acudir a un debate, sin dar un mitin, sin presidir una sola concentración, sin aparecer en los medios…
"Hizo los mismos méritos para alcanzar el escaño que los que tenía el caballo de Calígula para ser nombrado cónsul del Imperio Romano. El protegido del Calígula vallecaucano se dio el lujo de obtener la mayor votación del PIN a nivel nacional, sin sudar demasiado", recalca Diego Martínez.
Pero al lado de Rizzeto, también obtuvieron sonoros triunfos otros competidores bien nutridos con dineros ya no de dudosa sino de conocida procedencia. "Produce enorme desazón –destaca Martínez- que la política en el Valle haya quedado reducida a esa sucia competencia en la que sólo triunfan las candidaturas bien alimentadas con recursos espurios. La presencia de ese doping electoral le quita cualquier trazo de legitimidad a ésta y a todas las justas electorales que se celebren en esta región".
Según Diego Martínez, el ganador de la triple corona en el "derby" electoral del domingo es el senador Juan Carlos Rizzetto, que hace parte del llamado clan del Valle, cuyos creadores se han visto involucrados en sonados escándalos como el proceso 8.000 (juicio al presidente Ernesto Samper por la financiación de su campaña electoral con dinero del narcotráfico) y la parapolítica. Rizzetto llega al Senado como cuota del gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, también procesado por su relación con la mafia.
Seis meses atrás el 99% de los electores no había oído hablar de Rizzetto; sin embargo, el domingo pasado obtuvo 70.000 votos sin hacer una propuesta, sin tener la menor trayectoria pública, sin acudir a un debate, sin dar un mitin, sin presidir una sola concentración, sin aparecer en los medios…
"Hizo los mismos méritos para alcanzar el escaño que los que tenía el caballo de Calígula para ser nombrado cónsul del Imperio Romano. El protegido del Calígula vallecaucano se dio el lujo de obtener la mayor votación del PIN a nivel nacional, sin sudar demasiado", recalca Diego Martínez.
Pero al lado de Rizzeto, también obtuvieron sonoros triunfos otros competidores bien nutridos con dineros ya no de dudosa sino de conocida procedencia. "Produce enorme desazón –destaca Martínez- que la política en el Valle haya quedado reducida a esa sucia competencia en la que sólo triunfan las candidaturas bien alimentadas con recursos espurios. La presencia de ese doping electoral le quita cualquier trazo de legitimidad a ésta y a todas las justas electorales que se celebren en esta región".
(1)Finalmente salió elegida Noemí Sanín, quien fue nombrada por Uribe embajadora en Madrid y en Londres
(*)Joaquim Ibarz es un veterano corresponsal del diario catalán La Vanguardia. Este reportaje está tomado de su blog 'Diario de América Latina'
(Fuente: La Vanguardia)
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