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6.12.10

Colombia:Terrorismo de Estado

LOS DEFENSORES DE DD.HH. DE LOS LLANOS DENUNCIAN QUE LOS MILITARES SIGUEN ACOSANDO A LOS CAMPESINOS TRAS EL SECUESTRO, TORTURA, VIOLACIÓN Y ASESINATO DE TRES NIÑOS

El día 14 de octubre, en el Municipio de Tame, Departamento de Arauca, tres niños, Jefferson Jhoan Torres Jaimes (6 años), Jimmy Ferney Torres Jaimes (9 años) y Jenny Narvey Torres Jaimes (14 años), fueron secuestrados en su finca por soldados de la Octava división del Ejército colombiano, mientras su padre José Álvaro Torres se encontraba en labores agrícolas. Los niños sufrieron horrendas torturas, fueron violados (hay evidencia de semen y marcas de abuso sexual en sus cuerpos y ropas) y luego asesinados por degollamiento con armas blancas (machetes). Sus cuerpos, posteriormente fueron enterrados en dos fosas entre los matorrales cercanos a la cabaña donde vivían. Se ha encontrado sangre en los morrales de siete de los sesenta soldados de esa unidad móvil, que se encuentran bajo investigación.

Crímenes como este, por lo demás, no son excepcionales. En la misma zona, los vecinos denuncian que el día 2 de octubre, una niña de 13 años fue secuestrada por militares y luego abusada sexualmente. Se trata de una región especialmente estigmatizada. Y la presión del Ejército sobre los campesinos se acrecienta después del descubrimiento de la fosa común de La Magdalena, la mayor de Latinoamérica.

El opositor Polo Democrático Alternativo (PDA) condenó el asesinato de los tres hermanos menores de edad secuestrados, torturados, violados y asesinados. Su presidenta, Clara López, pidió también garantías para los defensores de derechos humanos que hacen seguimiento a ese triple homicidio, que conmocionó a la sociedad y que siguen pidiendo su eclarecimiento.

"El Estado colombiano tiene que solicitar perdón por tamaño despropósito criminal y afinar los procesos investigativos para juzgar con prontitud y garantizar la labor de los organismos de derechos humanos que denuncian este tipo de atropellos", dijo la dirigente del PDA.

Las autoridades investigan a unos 60 militares de dos batallones que operaban cerca del lugar donde se produjo el múltiple crimen, mientras otros ocho uniformados fueron destituidos por fallos en los procesos de control y mando de personal.

Si bien el gobierno y los altos mandos militares condenaron los hechos y pidieron perdón a las familias de las víctimas, el desconsolado padre ha dicho que el daño de perder a sus hijos es irreparable.

Aún está presente en la memoria colectiva el escándalo que envuelve al Ejército, luego que hace dos años fueran reveladas a la opinión pública prácticas de ejecuciones extrajudiciales perpetradas por soldados, en hechos considerados como crímenes de Estado, eufemísticamente conocidos aquí como "falsos positivos".

Continúan los crímenes extra-legales










Ramiro Orjuela, abogado defensor de Derechos Humanos, denuncia la agudización de las violaciones del derecho a la vida de niños y niñas en los departamentos de los llanos orientales, detenciones arbitrarias y toda clase de vejámenes contra líderes campesinos que organizaron la audiencia pública sobre fosas comunes realizada el 22 de julio 2010 en el municipio de la Macarena, en el departamento del Meta.

El Ejército presiona a la familia de los niños asesinados

El Ejército y otras instituciones del Estado colombiano ejercen presión para que la familia de la niña violada y asesinada junto a sus dos hermanitos en una vereda de Tame conceda "perdón", en contraste con el poco apoyo estatal que recibe la familia ante su desplazamiento forzado
Así lo denuncia la asociación de defensa de los Derechos Humanos de Arauca Humanidad Vigente, en el siguiente comunicado
Humanidad Vigente Corporación Jurídica y el Comité Permanente Para La Defensa De Los Derechos Humanos-Capítulo Arauca, manifiestan a la opinión pública regional, nacional e internacional:

Que rechazamos con profunda preocupación las acciones de presión de instituciones del Estado, del Ejército y de algunos medios de comunicación sobre el señor JOSÉ ALVARO TORRES y su familia para que concedan el perdón por la muerte de su hija e hijos, y la estigmatización que el general ALEJANDRO NAVAS hace de las Organizaciones de derechos humanos acompañantes y representantes de las víctimas.

Como representantes judiciales del señor JOSÉ ALVARO TORRES, enérgicamente rectificamos la información que se ha venido suministrando por los medios masivos de comunicación, sobre la reunión de "perdón" sostenida el pasado jueves 04 de noviembre, entre el señor JOSÉ ÁLVARO TORRES, padre de la niña y los niños asesinados en la vereda El Temblador del municipio de Tame (Arauca) y Comandantes de la Octava División y Brigada XVIII del Ejército Nacional en las instalaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF.

Si bien dicha reunión se realizó a puerta cerrada, ésta se hizo sin el consentimiento previo e informado del señor TORRES, quien acudió a las instalaciones del I.C.B.F de manera ingenua, en el entendido de que la reunión trataría sobre las diligencias que venía adelantando con el ICBF a fin de garantizar condiciones de dignidad para él y sus hijos, debido a su actual situación de desplazamiento forzado.

El señor TORRES nos ha manifestado, a las organizaciones de Derechos Humanos que le acompañamos, que el Ejército Nacional en ningún momento le manifestó solicitud de perdón por los execrables crímenes cometidos por uno o varios de sus miembros, sino que la actitud de los miembros del Ejército Nacional buscaba que el señor JOSE ALVARO TORRES diera su consentimiento para grabar una entrevista en la cual accediera a conceder el perdón al ejército nacional y luego ser presentados a los medios de comunicación masivos. Situación que quedó en evidencia cuando el señor Torres solicitó a la Fiscalía General de la Nación su intervención ante la comandancia del Ejército Nacional para que cesaran las continuas y reiteradas llamadas telefónicas que le hicieran el día viernes 5 de noviembre, con el fin de que manifestara a los medios la aceptación del perdón.

Respecto a esta tragedia que le ocurrió al señor JOSE ALVARO TORRES y a su familia exigimos que sean las investigaciones penales y disciplinarias las que hagan justicia y revelen no sólo a él y a su familia, sino a la comunidad nacional e internacional, quiénes son los responsables del abuso sexual y homicidio de su hija y de sus dos hijos, qué sucedió en estos hechos, se dé un castigo ejemplar no sólo a quienes cometieron dichos crímenes, sino a quienes tenían el mando y el control efectivo sobre la tropa.

Hacemos un llamado a la Defensoría del Pueblo y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en cabeza de los directores de las regionales en el departamento de Arauca, para que cumplan con los deberes que constitucional y legalmente tienen en materia de prevención, protección y defensa de los derechos humanos, con preferencia y prevalencia de los derechos de los niños y las niñas. Así mismo, para que adopten una posición de respeto de la dignidad de las víctimas y no sólo enderecen su acción a buscar el acercamiento entre las víctimas - el señor JOSÉ ÁLVARO TORRES, así como con las y los familiares de la otra niña víctima de abuso sexual- insistiendo en que se debe procurar una conciliación, cuando dichos crímenes no tienen vocación de conciliación y sus funciones constitucionales son las de velar por los intereses superiores de los niños y niñas.

Ante semejante tragedia que conmovió a toda la sociedad cualquier persona pensaría que los familiares de las víctimas, estarían recibiendo una atención digna e integral por parte del estado y sus instituciones, pero la realidad no es así, don ALVARO y su familia están viviendo en condiciones indignas en la casa de un familiar, donde los pocos enseres que le han entregado son producto de colectas realizadas por algunos funcionarios; por ejemplo, el ventilador se lo regaló un periodista, la estufa una recolecta que hicieron unos funcionarios públicos, las camas de segunda y en mal estado, las donó otra institución etc.

Humanidad Vigente Corporación jurídica y el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos capitulo Arauca, DENUNCIAMOS y RECHAZAMOS las irresponsables e intimidantes afirmaciones del comandante del Ejército Nacional ALEJANDRO NAVAS, en la entrevista realizada para el Diario El Tiempo, el día, 07 de noviembre de 2010, en las que estigmatiza la labor que hemos venido realizando organizaciones defensoras de derechos humanos reconocidas en el departamento de Arauca y a nivel nacional e internacional, al decir que "organizaciones extrañas se han apoderado de él -refiriéndose al señor JOSÉ ÁLVARO TORRES – para desorientarlo y formular estas denuncias, que no hacen cuando asesinan y maltratan a miles de niños. Qué mejor oportunidad que esta para enlodar el nombre del Ejército".

Le recordamos al Comandante del Ejército Nacional y a la opinión pública nacional e internacional que quienes han enlodado el nombre de dicha institución han sido sus mismos miembros que estando en servicio activo han convertido el crimen y la violación de derechos en una práctica sistemática y generalizada a lo largo y ancho del país, tal como lo demuestra los graves casos de ejecuciones extrajudiciales que han sido de público conocimiento.

Consideramos que las graves violaciones de derechos humanos perpetradas por integrantes del Ejército Nacional, en este caso, no deben ser calificadas como simples fallas institucionales, y que la responsabilidad de un crimen tan atroz como el de esta niña y niños, se quiera mostrar que es obra de una sola persona, de una "manzana podrida" como es usual que lo hagan los altos mandos militares en los graves casos de violaciones de derechos humanos en los que se ha visto comprometida la Fuerza Pública, y que han sido denunciados y conocidos públicamente.

Las fallas institucionales que han sido referidas por el ente militar, se presentaron a partir de la no atención a las denuncias y solicitudes que las comunidades de la vereda Caño Camame y El Temblador realizaron por el caso de abuso sexual presentado en el sector, así como por no haber atendido la solicitud de apoyo ante la desaparición y posterior hallazgo de los cuerpos de los niños TORRES JAIMES; cuestiones que generan responsabilidad a la luz del derecho penal colombiano (artículo 25 de la Ley 599 de 2000)1, tal como lo establece el artículo 161 del Código Penal que habla sobre la omisión de medidas de protección a la población civil, en ocasión y en desarrollo de conflicto armado y el artículo 417 sobre abuso de autoridad por omisión de denuncia.

En el marco de las disposiciones vinculantes para el Estado colombiano del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario y del Estatuto penal internacional, las omisiones en el mando y control efectivo sobre las tropas, también generan responsabilidad en materia penal, disciplinaria y administrativa, a los superiores de las mismas, respecto de crímenes cometidos por sus subordinados.

Alertamos sobre la intimidación, insultos, largos interrogatorios, empadronamientos o censos ilegales, que vienen realizando la fuerza pública (ejército y policía), en las comunidades de las veredas cercanas donde ocurrió la masacre (veredas la Holanda y la Esperanza), que puede conllevar a que potenciales víctimas y testigos abandonen la zona o se muestren renuentes a acudir ante las autoridades para esclarecer los crímenes.

Dejamos claro ante la opinión pública regional, nacional e internacional que la labor de acompañamiento que le hemos venido realizando al señor JOSE ALVARO TORRES y su familia, se realiza en el marco de las acciones de defensa de derechos humanos que estamos exigiendo ante las diferentes autoridades del orden local, nacional e internacional, y en nuestra condición de representantes judiciales. No somos "organizaciones extrañas", sino organizaciones defensoras de la vida, la dignidad, los derechos humanos y de los derechos de las víctimas a la VERDAD, la JUSTICIA y la REPARACIÓN INTEGRAL.

POR LO ANTERIOR EXIGIMOS:

1. A la Fiscalía General de la Nación para que en el marco de la investigación que se adelanta, sean llamados por su responsabilidad por su conducta omisiva en los presentes hechos, a los miembros del Ejército Nacional destituidos el pasado martes 2 de noviembre de 2010, puesto que conforme a los preceptos que son vinculantes para Colombia en el marco del derecho internacional de los derechos humanos; y, en especial del derecho penal internacional.

2. Que en su función constitucional y legal adelante la investigación que conduzca al esclarecimiento de los hechos, el establecimiento de las responsabilidades penales a que haya lugar, y no se cese en su labor de consecución de la verdad real en estos atroces crímenes por la vinculación de un solo supuesto autor material e intelectual.

3. A la Procuraduría que radique la competencia de las investigaciones disciplinarias adelantadas en el marco del presente caso en la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos que es la competente para adelantar las pesquisas conducentes a establecer la responsabilidad disciplinaria de los militares implicados en el caso.

4. A los diferentes organismos del Sistema de Naciones Unidas para que se pronuncien sobre las acciones de intimidación que autoridades civiles y militares del orden local y nacional vienen haciendo sobre los familiares de estos dos casos y que comprometen su integridad emocional y su seguridad, así como sobre la legítima labor que las organizaciones sociales y de derechos humanos venimos haciendo en aras de esclarecer los hechos y acompañar en la reivindicación de los derechos de verdad, justicia y reparación de las víctimas.

5. A Acción Social, Bienestar Familiar, a la Gobernación de Arauca y al Alcalde de Tame, que asuman su deber constitucional y legal de brindar condiciones de subsistencia digna y de manera integral al señor JOSE ALVARO y su familia. No se trata de asistencialismo de caridad, sino de una obligación del Estado cuya responsabilidad está comprometida en este grave crimen.

6. A todas las instituciones que tiene la responsabilidad constitucional de proteger la vida, la seguridad, el buen nombre y la libertad de las personas, les exigimos verdaderas medidas de protección para la familia Torres, para los testigos y que cesen los hostigamientos, mal trato y empadronamientos a las comunidades de las veredas cercanas a donde ocurrió la horrible masacre de los niños (la Holanda y la Esperanza).

7. A los medios de comunicación del orden nacional e internacional para que se siga informando con objetividad siempre respetando la dignidad de las víctimas, la memoria de las niñas y niños violados y asesinados y se presente la información de manera mucho más objetivamente y veraz.

Corporacion Juridica Humanidad Vigente

(Fuentes: Prensa Latina, ACIN y Oiga Hermano)

6.7.10

Colombia:Terrorismo de Estado

LAS VÍCTIMAS PREPARAN UNA MOVILIZACIÓN INTERNACIONAL EN 'LA MACARENA', ANTE LA MAYOR FOSA COMÚN DE LATINOAMÉRICA, CON MÁS DE 2.000 CADÁVERES DEPOSITADOS POR EL EJÉRCITO BAJO EL MANDO DEL PRESIDENTE URIBE Y SU MINISTRO DE DEFENSA J.M.SANTOS


A comienzos de 2010 fue dado a conocer. La mayor fosa común de toda Larinoamérica había sido hallada en La Macarena, una pequeña población del departamento colombiano del Meta. En abril, la Procuraduría General de Colombia certificó la existencia de la fosa común con cerca de dos mil cuerpos humanos sin identificar, situada en un área del cementerio católico del remoto municipio y advirtió la necesidad de buscar ayuda internacional para estudiarla. El 22 de julio va a celebrarse allí una movilización internacional que busca contribuir a lo que familiares de las víctimas y comunidades requieren: Verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Porque allí, sigue la impunidad y los crímenes de Estado.

Las comunidades y la Comisión de Seguimiento a los Derechos Humanos del sector del Bajo Ariari y el Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda, organizaciones defensoras de Derechos Humanos que trabajan en los municipios de Vista Hermosa, Puerto Rico, Puerto Lleras, Macarena, San José del Guaviare y Uribe, convocan para este 22 de julio a una audiencia pública contra la crisis humanitaria en la región de Los Llanos Orientales de Colombia.

El Colectivo Sociojurídico ORLANDO FALS BORDA ha podido constatar , que en el cementerio de la Macarena se encuentran aproximadamente 2.000 cadáveres , según lo informado por la Unidad de Investigaciones Especiales de la Procuraduría General, que han sido reportados como “Guerrilleros dados de baja en combate” desde el 2002 hasta el 2009. El Colectivo sospecha que esta fosa daría respuesta a las múltiples denuncias de desaparición forzosa presentadas por los Comités Regionales de Derechos Humanos.

Comparable al holocausto nazi

La Macarena está 200 kilómetros al sur de Bogotá, una de las zonas más calientes del conflicto colombiano. Los cadáveres "NN", han sido enterrados sin identificar, por el Ejército, cuyas fuerzas de élite están desplegadas en los alrededores. Depositados detrás del cementerio local cunos 2.000 cadáveres con la orden de que fueran inhumados sin nombre.

Se trata del mayor enterramiento de víctimas de un conflicto de que se tenga noticia en el continente. Habría que trasladarse al Holocausto nazi o a la barbarie de Pol Pot en Camboya, para encontrar algo de esta dimensión.

El jurista Jairo Ramírez es el secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia y acompañó a una delegación de parlamentarios ingleses al lugar , cuando empezó a descubrirse la magnitud de la fosa de La Macarena. "Lo que vimos fue escalofriante", declaró a Público. "Infinidad de cuerpos, y en la superficie cientos de placas de madera de color blanco con la inscripción NN y con fechas desde 2005 hasta hoy".

Ramírez agrega: "El comandante del Ejército nos dijo que eran guerrilleros dados de baja en combate, pero la gente de la región nos habla de multitud de líderes sociales, campesinos y defensores comunitarios que desaparecieron sin dejar rastro".

Preparación de la audiencia


Con la audiencia pública convocada para el 22 de julio se pretende dar a conocer el agudo conflicto social, político y armado que persiste en esta región, que las comunidades del Bajo Ariari han tenido que padecer los más horrorosos crímenes de las últimas décadas en esta región. Desde la aplicación del llamado Plan Colombia hace ya 9 años, se ha venido evidenciando una masiva, sistemática y persistente persecución contra estas comunidades y sus líderes sociales, comunales y defensores de derechos humanos. El Colectivo denuncia "ejecuciones extrajudiciales, continuos atropellos por parte de miembros de la fuerza publica, la reorganización de las estructuras paramilitares y el abandono estatal, expresado en la baja inversión social hacia estas comunidades, como se ha podido constatar en las distintas Misiones Humanitarias y de acompañamiento, a la región del Bajo Ariari"

La audiencia pública busca visibilizar a nivel nacional e internacional la grave situación humanitaria que viven los campesinos y campesinas, a partir de la ejecución de los distintos planes de recuperación del territorio por parte del gobierno, tales como Plan Colombia, Plan Patriota, Plan Victoria y en la actualidad Plan de Consolidación Integral de la Macarena –PCIM- todos dentro del marco de la llamada “
política de seguridad democrática”.

A su vez busca denunciar la responsabilidad del Estado frente a los cuerpos que están ubicados en la fosa común de La Macarena, enterrados como guerrilleros dados de baja en combate y donde posiblemente se encuentren víctimas de desaparición forzada y de ejecuciones extrajudiciales. También busca dotar de medidas de protección a los defensores de derechos humanos de la zona.

Para ello van a solicitar a las Naciones Unidas el seguimiento a todo el proceso de denuncia que las organizaciones de la región están realizando.

A la Audiencia Pública se invitará a los campesinos y campesinas y a las victimas de la región, las instituciones civiles del Estado, organizaciones sociales colombianas, Naciones Unidas, Unión Europea, agencias de cooperación, embajadas y plataformas colombianas.

La propuesta es desarrollar la audiencia en el formato de las audiencias que ha desarrollado la senadora Gloria Inés Ramírez, impulsada desde la Comisión de Paz del Senado de la Republica y la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, la cual tendría varias ventajas: Se transmitirá por el canal de TV. del congreso, la audiencia esta acompañada por el sistema de Naciones UnNegritaidas, generando una cadena de protección a todos los asistentes a la misma. Se le hará seguimiento a todas las denuncias presentadas en la audiencia, desde la Comisión de Paz del Senado bajo la responsabilidad de la Senadora de Gloria Inés Ramírez.

Más de mil fosas en el país


El horror de La Macarena ha puesto de actualidad la existencia de más de mil fosas comunes con cadáveres sin identificar en Colombia. Hasta finales del pasado año, los forenses habían censado unos 2.500 cadáveres, de los que habían logrado identificar a cerca de 600 y entregar los cuerpos a sus familiares.

La localización de estos cementerios clandestinos ha sido posible gracias a las declaraciones en versión libre de los mandos medios presuntamente desmovilizados del paramilitarismo y acogidos a la controvertida Ley de Justicia y Paz que les garantiza una pena simbólica a cambio de la confesión de sus crímenes.

Entre estas declaraciones, la de John Jairo Rentería, alias Betún, quien reveló ante el fiscal y los familiares de las víctimas que él y sus secuaces enterraron "al menos a 800 personas" en la finca Villa Sandra, en Puerto Asís, región del Putumayo. "Había que desmembrar a la gente. Todos en las Autodefensas tenían que aprender eso y muchas veces se hizo con gente viva", ha confesado el jefe paramilitar a la fiscal.


"El Gobierno no quiere investigar"
Alfredo Molano. Sociólogo y escritor

Alfredo Molano, uno de los columnistás influyentes de Colombia, ha recorrido el país como cronista de la violencia, lo que le valió el exilio para escapar de las amenazas de militares y paramilitares.

-¿Cuál es la situación de las fosas en Colombia?
La propia Fiscalía General de la Nación habla de 25.000 “desaparecidos”, que en algún sitio tienen que estar. Hay cementerios clandestinos enormes en Colombia. Hay gente borrada. También es posible que hayan hecho desaparecer muchos restos como en los hornos crematorios del nazismo.

-¿Estas fosas tienen que ver con los llamados ‘“falsos positivos”?
Sí, todo esto puede estar relacionado con los “falsos positivos” [colombianos civiles asesinados a la que se presentaba como “muertos en combate”]. El ejército los enterraba clandestinamente. Buena parte de ellos van a encontrarse en estas fosas comunes.

-¿Cuál puede ser la magnitud de estos hallazgos de fosas?
Terrible. Ni en los años cincuenta hubo en Colombia tanta brutalidad como la que muestran estas acciones de los paramilitares, pero el Gobierno no tiene voluntad de investigar a fondo, y sólo dejará


Gigantesca fosa común en La Macarena
Por: Carlos A. Lozano Guillén(*)


Record Guiness de la “seguridad democrática”

*Una macabra historia en La Macarena (Meta), en tiempos de la guerra uribista y de la creciente violación de los derechos humanos en Colombia

La delegación de sindicalistas y parlamentarios británicos que visitó a Colombia en diciembre del año pasado, organizada por Justicia por Colombia de Londres, quedó perpleja cuando en La Macarena, acompañada de Jairo Ramírez, Secretario Ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, fue llevada por campesinos y familiares de víctimas a un cementerio de “ene enes” en el que están sepultados algo más de 2.000 personas, desaparecidas y asesinadas, desde 2004, según reza en las placas de madera de color blanco. “Es la fosa común más grande de que se tenga noticia en el último tiempo”, dijo uno de los británicos, asombrado y consternado. En Europa, un miembro de la delegación, sin olvidar el horrible espectáculo, dijo que desde la Segunda Guerra Mundial, durante el holocausto perpetrado por los nazis, no se tenía noticia de algo igual o parecido.

En Londres, al regreso de Colombia, donde confirmaron la violación de los derechos humanos y la enorme responsabilidad gubernamental en ella, la delegación británica en una enérgica declaración advirtió del horrible holocausto. Las fosas comunes están detrás del cementerio de La Macarena, casi que clandestinas y ninguna autoridad nacional, departamental o municipal, reconoció a lo largo de los últimos cinco años, su macabra existencia y el drama de miles de familiares que en silencio, exigen que les respondan sobre sus parientes desaparecidos.

La denuncia de los británicos fue replicada por varias ONG en el mundo, aunque en Colombia, como es costumbre, no trascendió, salvo por la publicación de la declaración expedida por la delegación en portales de internet y en este semanario. Las fuentes gubernamentales y militares respondieron desafiantes, como suelen hacerlo, descalificando el informe de la delegación británica, porque “es ideologizado y tendencioso” y de estar manipulada por Justicia por Colombia, organización que ha sido señalada de “hacerle el juego a los terroristas”, espiada y asediada en sus frecuentes viajes al país por el DAS y otros organismos de inteligencia del Estado.

Las absurdas explicaciones oficiales

Pero con toda tranquilidad, el Ministerio de Defensa dijo que en las fosas comunes están los restos de las víctimas de la guerrilla, durante la zona de distensión del Caguán. Explicación desmentida con facilidad, porque en las tumbas, como ya se anotó, hay letreros en madera en donde aparecen las fechas desde 2004, cuando ya no había zona de despeje y la región estaba ocupada por la Fuerza Omega, que adelanta el Plan Patriota y la lucha contrainsurgente. Aunque el comandante de la base militar en La Macarena dijo, cuando fue preguntado por los británicos, que “son guerrilleros dados de baja en combate por el Ejército”, versión poco creíble, porque “la gente de la región nos habló de multitud de líderes sociales, campesinos y defensores comunitarios que desaparecieron sin dejar rastro”, dijo Jairo Ramírez.

Según la declaración de uno de los sepultureros de La Macarena, “los cadáveres son traídos en helicópteros del Ejército y dejados en el cementerio; no tenemos más remedio que sepultarlos en las fosas como N.N.”.

Se pierde toda capacidad de asombro con este cuadro estremecedor, cuando se creía que en Colombia se había llegado al límite del horror con la confesión de los paramilitares en las audiencias de Justicia y Paz, en las que reconocen la existencia de fosas comunes con varios cientos de cadáveres de sus víctimas. “Esto ya es la tapa, es una especie de record guinnes macabro” le dijo a este semanario el vocero de una ONG humanitaria colombiana.

La existencia de la enorme fosa común en La Macarena, de los cual no se han ocupado los medios de comunicación, dedicados a cultivar la expectativa y en el juego de las adivinanzas sobre lo que va a pasar con el referendo reeleccionista, así como a la estúpida campaña contra Chávez y la Revolución Bolivariana, vuelve a cuento a raíz del informe de Human Rights Watch, divulgado la semana pasada y que levantó espinas en el gobierno colombiano como siempre. También por la visita de una delegación parlamentaria del Estado español, que estuvo en los últimos días en Colombia y reconoció la gravedad de la situación en derechos humanos.

Según lo han dicho fuentes judiciales y de los organismos de control, después de marzo se iniciará la investigación sobre estas fosas comunes de La Macarena. Aunque en realidad todo el territorio colombiano está lleno de fosas comunes de la barbarie de los paramilitares, dedicados a desaparecer y asesinar campesinos y dirigentes populares, acusados de colaborar con la guerrilla. Es parte del holocausto colombiano, aún sin aclarar y sin final, perpetrado por una fuerza irregular promovida por el Estado y auspiciada por dirigentes políticos y empresariales “parapolíticos”, que aún todavía defienden el accionar de estos grupos, porque “fue la reacción a los crímenes de la guerrilla”, según la versión oficial en los tiempos de la “seguridad democrática”. En las palabras del coronel Plazas Vega ante la masacre del Palacio de Justicia, ¡están defendiendo la democracia, maestro!

(*) Carlos Lozano
es un abogado, periodista y politólogo, director del semanario 'Voz', órgano del PCColombiano.

(Fuentes:Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda, AFP, Público.es, Página12 y carloslozanoguillen1.blogspot.com)

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