Desde el 16 de marzo y hasta hoy se celebra en el centro histórico de la Ciudad de México el XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. Bajo el lema de "Los fundamentalismos en la región", el encuentro en el que participan alrededor de 1.500 mujeres esta analizando el impacto de la imposición de modelos en las mujeres. Un tema elegido por la creciente presencia y presión en todo el mundo de los grupos fundamentalistas que tratan de imponer sus puntos de vista y que limitan, afectan y vulneran los derechos al tratar de eliminar las diferencias sin permitir el desarrollo de la alteridad. El Encuentro aborda las distintas expresiones del fundamentalismo en los campos de la economía, la cultura, la sociedad, la política y del feminismo. Uno de los rasgos salientes de este encuentro es la presencia de las mujeres indígenas con un propio discurso de su ejercicio feminista.
Además de los plenarios, se desarrollan actividades independientes como talleres, mesas de discusión, foros; y actos culturales, como conciertos, performances, teatro, fiestas con artistas musicales, exposiciones.
El espacio de articulación política regional del movimiento feminista latinoamericano y caribeño data de principios de la década del 80. Desde 1981, los Encuentros Feministas de la región se vienen realizando cada dos o tres años. El primero se realizó en Bogotá, Colombia. Durante estos encuentros se fueron creando redes de actuación colectiva, definiendo fechas de luchas en común y afirmando lazos políticos de identidad y solidaridad regional.
Las actividades del Encuentro se realizan en antiguos conventos religiosos del siglo diecisiete.
“Es una resignificación que está haciendo el feminismo” afirma la mexicana Eugenia López, una de las integrantes del Comité Impulsor del Encuentro, quien también valora el protagonismo del arte como expresión política.
(AUDIO archivo mp3Eugenia López)
“Es una resignificación que está haciendo el feminismo” afirma la mexicana Eugenia López, una de las integrantes del Comité Impulsor del Encuentro, quien también valora el protagonismo del arte como expresión política.
(AUDIO archivo mp3Eugenia López)
El fundamentalismo y las culturas indígenas
Librada Pocaterra, de la Red de Mujeres Indígenas Wayuú, etnia asentada en La Guajira, entre Colombia y Venezuela, asegura que las mujeres indígenas se enfrentan a grandes dificultades para introducir los temas feministas y de género entre los varones de sus comunidades. Librada explica que los pueblos indígenas tienen una cosmovisión dual pero las mujeres se encuentran en una situación de subordinación.
Dice Librada que dentro de las comunidades se está luchando contra la discriminación y se han alcanzado importantes logros. Menciona el acceso de cada vez más jóvenes indígenas a las universidades, aunque esto ha llevado a muchas a olvidar su identidad indígena.
Alma López Mejía, coordinadora de la Defensoría de la Mujer en Guatemala, define los fundamentalismos y la situación de las mujeres indígenas refiéndose a tres aspectos: El Estado racista, excluyente y colonialista en el que las mujeres indígenas no se consideran ciudadanas.
La religión, que se presenta como un dogma en el que la mujer queda en niveles de desigualdad.
Y por último,el fundamentalismo de la educación, medios de comunicación, partidos políticos y la institucionalidad pública, tan excluyentes como los otros.
La religión, que se presenta como un dogma en el que la mujer queda en niveles de desigualdad.
Y por último,el fundamentalismo de la educación, medios de comunicación, partidos políticos y la institucionalidad pública, tan excluyentes como los otros.
La coordinadora de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centro América y México, Martha Sánchez, exigió reconocer la pluriculturalidad de los países y fomentar así el respeto a las diversas formas de ser feminista. Señaló que esto es posible con la transformación del lenguaje del feminismo, durante la plenaria “Las realidades latinoamericanas ante los fundamentalismos de hoy”.
Sánchez, indígena mexicana, indicó que el lenguaje político debe incorporar la pluriculturalidad de las mujeres en su amplia diversidad. Y que debe hacerlo no sólo en relación a las indígenas, sino también con las jóvenes, las lesbianas, las campesinas, etc. Dijo que las indígenas aportan en su visión la unión del pensamiento individual con la acción colectiva. Y explicó que los vínculos entre feministas e indígenas no son del todo sólidos, que no hay un entendimiento sobre lo que son los derechos colectivos, el territorio y los usos y costumbres, inherentes a las mujeres indígenas. Destacó que los movimientos feministas han abierto conciencias, han traído un discurso político yuna ampliación democrática que no estaban en las comunidades, pero que aun hay mucho trabajo por hacer, porque la transmisión generacional no se ha dado en la práctica. “Yo soy feminista y otras mujeres indígenas no se asumen así porque hay una visión de que sólo pueden serlo las letradas, las que tienen carrera. Hay que romper los mitos”, dijo.
Rosa Laínez, feminista indígena de El Salvador, sostuvo que es necesario reconocer la diversidad y diferencias entre las diferentes vertientes de los movimientos de mujeres para tejer alianzas sostenibles. Por su parte Diana Damián, de Chiapas, explicó que las trincheras donde dan sus luchas son diversas y se combinan los espacios públicos y privados. Ambas coincidieron en señalar que una de los principales aportaciones de su expresión feminista al encuentro de México es el de reconocer la pluralidad de culturas, miradas y costumbres entre las mujeres de la región.
Análisis crítico feminista del modelo neoliberal
La economista salvadoreña, Julia Evelyn Martínez, asegura que la acción feminista frente al fundamentalismo económico ha sido más de reacción que de propuesta. Considera la importancia de desarrollar el análisis crítico en este terreno. Su reflexión fue presentada en el segundo panel desarrollado en el Encuentro.
Opinó que los movimientos de mujeres están insertados hoy en agendas de resistencia y de respuesta a las políticas neoliberales, que tienen un carácter de dominación global, porque no cuentan con una agenda económica propia. “El análisis económico desde una perspectiva feminista existente todavía no trasciende para convertirse en parte de la agenda de acción del movimiento en América Latina y el Caribe”, dijo Martínez.
Allí colocó un desafío pendiente para avanzar en el enfrentamiento al capitalismo y al patriarcado que –subrayó- son las dos fuentes de opresión de hombres y mujeres en esta sociedad. La feminista salvadoreña manifestó que el fundamentalismo económico afecta a las mujeres, pero especialmente a las de los sectores populares, tanto urbanos como rurales.
Allí colocó un desafío pendiente para avanzar en el enfrentamiento al capitalismo y al patriarcado que –subrayó- son las dos fuentes de opresión de hombres y mujeres en esta sociedad. La feminista salvadoreña manifestó que el fundamentalismo económico afecta a las mujeres, pero especialmente a las de los sectores populares, tanto urbanos como rurales.
Denuncias contra el gobierno de Nicaragua
Un numeroso grupo de feministas nicaragüenses subieron al escenario principal del Encuentro para denunciar la represión que sufren por parte del gobierno de Daniel Ortega. Las feministas nicaragüenses señalaron que enfrentan "un régimen antidemocrático que persigue a las mujeres por defender los derechos de otras mujeres".
Denunciaron el contexto de retrocesos en materia de salud sexual y reproductiva que experimenta Nicaragua. De este modo se refirieron a la penalización reciente del aborto terapéutico. También denunciaron la limitación de sus derechos civiles y políticos, y la persecusión a nueve feministas de organizaciones de mujeres. Aseguraron que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, actúa en alianza con la iglesia católica y con el partido liberal de extrema derecha.
La redes presentes fueron: la Red de Mujeres contra la Violencia, la Red de Mujeres del Norte, la Red de Mujeres de Matagalpa, la Red Afrocaribeña, las Mujeres del Movimiento Autónomo.
Por la justicia y la reparación en la región
El Encuentro acogió un acto sobre la impunidad por las violaciones a los derechos humanos de las mujeres, tanto en tiempos de guerra como de presunta paz. Fue durante la presentación del libro "La Tregua", con la presencia de alrededor de 50 mujeres de distintos países.
El documento fue producido por la Articulación Regional Feminista de Derechos Humanos y Justicia de Género que integran organizaciones de Colombia, Perú, Chile, Argentina y Bolivia.
Las mujeres dejaron en claro en sus intervenciones que la demanda de reparación no es sólo económica sino integral. También estuvieron de acuerdo en la necesidad de asegurar la protección a las mujeres defensoras de derechos humanos, víctimas por asumir este rol.
En el acto se destacó la importancia del respeto a las culturas originarias para lograr que las mujeres indígenas pasen de víctimas a actores sociales sujetos de derechos.
La militante peruana Jessenia Cassani, de DEMUS, dio detalles de la propuesta del documento de la Articulación regional Feminista.
El desafío del fundamentalismo económico
(Agencia Alai)
El sistema capitalista es global y necesita de los fundamentalismos como mecanismo de dominación global, "para que tengamos miedos globales, aspiraciones globales, consumos globales", afirmó Julia Evelyn Martínez, economista salvadoreña. Durante el segundo panel del XI Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe, iniciado en la capital mexicana el 16 de marzo, Martínez reflexionó en torno a la identificación de respuestas de los feminismos de la región, frente a los embates de los fundamentalismos. Advirtió que los movimientos de mujeres no cuentan con una agenda económica propia y se han insertado en otras de resistencia e incidencia, en respuesta a las políticas neoliberales, que tienen un carácter de dominación global.
"El desafío sigue pendiente para avanzar en el enfrentamiento al capitalismo y al patriarcado porque son las dos fuentes de opresión de hombres y mujeres en esta sociedad", indicó. Para la economista salvadoreña, el análisis económico, desde una perspectiva feminista, todavía no trasciende, no es parte de la agenda de acción del movimiento en América Latina y el Caribe. Sin embargo, destacó que las mujeres han enseñado que pueden hacer las transformaciones desde lo cotidiano, "puede haber transformaciones legales, pero no bastan; inclusive, las transformaciones de los modelos económicos, en nuestros países, no bastan, si no tienen un correlato en la cotidianidad. Nosotras cambiamos el mundo a través de nuestras acciones pequeñas de cada día", comentó.
Dijo que la crisis afecta directamente a las mujeres, principalmente a las que están ubicadas en los sectores populares, tanto urbanos como rurales. "El impacto sobre las condiciones de trabajo les ha hecho perder calidad de vida"... Por su parte, la escritora Sabina Berman, durante su intervención en el panel, afirmó que "el fundamentalismo nos atañe a las mujeres para derrocar el patriarcado en sus diversas manifestaciones, antiguas y nuevas". Señaló que su generación vio al feminismo ganar la batalla cultural, en occidente, a nivel simbólico. "Hay valores sociales aceptados en nuestras democracias occidentales que impulsó el feminismo: la equidad, la diversidad. Pero si el feminismo no pasa a la política no pasará a la realidad".
(Fuentes: Adital, Agencia PÚLSAR-Red de Mujeres de AMARC y Alai.net-SEMlac)
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