28.4.09

México:Gripe porcina

EL GOBIERNO MEXICANO SE PLANTEA EL CIERRE DE LAS FRONTERAS. CENTROAMÉRICA ENTRA EN ALERTA TRAS LOS PRIMEROS CASOS. LA TARDANZA EN REACCIONAR Y LA DEBILIDAD DEL SISTEMA SANITARIO EXPLICARÍAN LA EXPANSIÓN DEL VIRUS Y EL ELEVADO NÚMERO DE MUERTOS


La peste porcina se expande a todo México y salta las fronteras. Con al menos 152 muertos y más de dos mil infectados en México, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido elevar la alerta sanitaria a la fase 4. El Secretario (ministro) de Salud de México, José A. Córdova, explicó que pasar de la fase tres a la cuatro implica la diferencia de que las medidas preventivas deben ser extendidas a todo el país. Córdova anunció la suspensión de las clases y las actividades académicas a todos los niveles de la enseñanza hasta el seis de mayo y reconoció que el sistema sanitario mexicano apenas permite realizar 15 exámenes diarios a sospechosos de padecer la enfermedad, por lo que se están montando nuevos laboratorios de emergencia para poder llegar a 200 exámenes al día.

También está retrasada la llegada al país del tratamiento denominado Aseltamivir, y cuando esté disponible se aplicará de manera controlada y con rigurosa prescripción médica.
Informó de que el país esta adquiriendo por distintas vías casi tres millones de dosis para la vacunación contra la gripe estacionaria, y dijo que se trata de un tipo de virus desconocido, para el cual no existen vacunas y éstas no podrán ser creadas hasta dentro de seis meses.
Reconoció también que el aumento espectacular de muertes en los últimos días, se debe a que "se esta aplicando un sistema de reportes desde los estados con mayor rigor y control".

Si no ceden los contagios, México cerraría sus fronteras al ingreso y salida de personas, advirtió el secretario (ministro) de Salud, José Córdova.
Entre los países afectados por el virus, pero sin casos mortales, están Estados Unidos, con 40 infectados, Canadá con cuatro y España con uno y otros sin confirmación en Guatemala, Brasil, Perú, Colombia, Francia, Gran Bretaña e Israel.

Origen y gravedad de la epidema


Para el médico infectólogo Mario Castellas, quien trabaja en un hospital privado de la capital mexicana "se requiere tiempo, unos cinco o seis días más, para saber si al menos en México la epidemia logró ser detenida".

En el documento "La respuesta en México ante una pandemia de influenza", publicado en 2008 por la Secretaría de Salud se advertía que las "condiciones están dadas para que ocurra una pandemia" en cualquier momento futuro. El texto fue elaborado para preparar al país ante ese hipotético escenario, pensando que la epidemia se produciría por la gripe aviar, no por la actual que corresponde a una cepa nueva. En el estudio se plantea que en un escenario moderado, 15 por ciento de la población enfermaría y la pandemia tendría un costo equivalente a 0,5 por ciento del producto interno bruto (PIB). En uno de gravedad media, 25 por ciento de los 104 millones de mexicanos serían contagiado y el impacto económico sería de uno por ciento de la producción. En el grado severo, el estudio proyecta que 35 por ciento de la población enfermaría y el costo llegaría a 3,7 por ciento del PIB.

Hay diversas versiones sobre el origen del nuevo virus. Portavoces de la empresa estadounidense Veratect Corporation, que se dedica a la biovigilancia, dijeron al diario mexicano Reforma que habrían emitido una alerta el 2 de de este mes por varios casos de supuesta gripe en una zona de granjas de cerdos del municipio rural de Perote, en el estado de Veracruz, en el golfo de México. Se trataría el origen estaría en la granja de la empresa Carroll. Jazmín Jiménez, portavoz de esa empresa, dice que esa versión es "totalmente falsa". "Tenemos aquí 970 empleados y ninguno de ellos ni sus familiares están enfermo de gripe o algo parecido", afirma Jiménez.

Casos de afecciones respiratorias, "pero no influenza", se dieron a fines de marzo en pobladores de La Gloria, un barrio a ocho kilómetros de las granjas, pero fue la falta de drenaje y agua en ese lugar, "según nos dijeron las autoridades de Salud", dice una vecina.

"Aquí no hay nada raro y tampoco sabemos de enfermos, no sé porque dicen que de aquí salió la enfermedad, estaríamos en emergencia si así fuera", declara desde el municipio de Perote, Irene Argüello, dependiente en una tienda de materiales de construcción. Perote es un municipio rural de 26.000 hectáreas y 62.000 habitantes dedicados especialmente a la agricultura y ganadería.


La gripe está ya en Centroamérica


Las autoridades sanitarias de Guatemala han dado a conocer el primer caso sospechoso de gripe porcina en la capital guatemalteca. Se trata de un hombre procedente de México que fue ingresado en el hospital general "San Juan de Dios" con síntomas de dicho virus. El paciente tiene 29 años, fue "aislado y está bajo observación" mientras se realizan los exámenes de laboratorio para confirmar o descartar si es gripe porcina.

Rafael Espada, vicepresidente de Guatemala, informó que el país se encuentra en alerta amarilla en la red hospitalaria, puestos de salud fronterizos con México, y los dos principales aeropuertos.
Las autoridades de salud siguen recomendando a la población no consumir alimentos de contrabando procedentes de México y que no cuenten con registros sanitarios, y utilizar las mascarillas protectoras principalmente en los departamentos fronterizos con México de Petén, Huehuetenango, San Marcos y Quezaltenango.

Los ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana se reunen este martes en Managua para "tomar las decisiones necesarias" y estar preparados ante la llegada de la gripe porcina a esta región. La reunión de un día, convocada a través del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que preside este semestre Nicaragua, servirá para que los ministros coordinen acciones conjuntas y coordinadas para atajar la potencial pandemia, según el ministro nicaragüense de Salud, Guillermo González.
Los países centroamericanos ya han decretado alertas sanitarias y medidas de prevención en todas las aduanas aéreas, terrestres y marítimas.
En Nicaragua, cerca de 35.000 brigadistas de salud mantendrán una vigilancia activa en los 153 municipios del país para detectar, de forma rápida, los casos sospechosos de la enfermedad.
El Ministerio de Educación, capacitará a 47.000 maestros para identificar los síntomas del brote y las medidas a tomar para "minimizar" sus consecuencias. Las autoridades nicaragüenses anunciaron, además, que están preparadas para utilizar escuelas públicas como "pequeños hospitales" para atender los casos sospechosos y evitar que se propague el virus, en caso de que aparezca . No descartaron la suspensión de las clases en colegios y universidades de todo el país.

El injusto y limitado sistema sanitario de México, en proceso de reforma


En los últimos años, México ha experimentado una revolución en su sistema de salud. El revulsivo fueron dos informes, el primero de la Organización Mundial de la Salud que, después de evaluar diferentes sistemas sanitarios, mostraba el de este país como uno de los más injustos. El segundo análisis fue interno, una encuesta nacional, que reveló que el mayor gasto sanitario se situaba entre las familias sin seguro médico y en los más pobres.

La reforma legislativa para establecer un sistema social de protección de la salud, que no existía, dio paso a los cambios que se iniciaron en enero de 2004. El seguro social mexicano establecido 1943 no incorporaba la cobertura universal, sino que se limitaba a las personas asalariadas en empresas privadas o instituciones públicas, los trabajadores autónomos o los desempleados no estaban incluidos. El resultado de este sistema sanitario es que en el año 2000 la mitad de las familias mexicanas, la mayoría de ellas pobres, no tenían protección social frente a los costes sanitarios que se generasen si caían enfermos.

Los más pobres tenían que pagar de su propio bolsillo los gastos derivados de su enfermedad. En sólo un trimestre, según mostró un análisis, un millón y medio de hogares cayeron por debajo del umbral de pobreza debido a una 'catástrofe económica', es decir, por tener que afrontar un gasto médico.

La reforma establecida pretendía corregir esa situación. Así, en enero de 2004 se implantó el Seguro Popular con el propósito de lograr a lo largo de siete años que el sistema proteja a unas 12 millones de familias, lo que viene a suponer unos 50 millones de personas y lograr la cobertura universal para 2010.


Roche y Glaxo se disputan el negocio de curar la gripe del cerdo

Dos empresas se disputan la venta del medicamento necesario para curar la gripe porcina. A un lado Roche, al otro Glaxo. La OMS está en contacto con las multinacionales de fármacos para buscar la fórmula adecuada a este brote

“Existen cuatro medicamentos antivirales diferentes que están autorizados en los Estados Unidos para el tratamiento de este tipo de gripe: amantadina, rimantadina, oseltamivir y zanamivir. Aunque la mayoría de los virus de la gripe porcina han sido sensibles a los cuatro tipos de medicamentos, los siete virus más recientes asilados de personas son resistentes a la amantadina y la rimantadina”, señala el Centro de Detección y Control de Enfermadedes (CDC), que recomienda el oseltamivir y el zanamivir como compuestos activos contra el virus porcino.

La suiza Roche fabrica oseltamivir bajo la marca Tamiflu, en tanto que la británica Glaxo SmithKline, el zanamivir, cuyo nombre comercial es Relenza. La farmacéutica comparte un 7% de los ingresos con la pequeña australiana Biota, descubridora del producto. Precisamente, los mercados se decantaron por las posibilidades del Relenza, un inhalador de nueva generación, que ha demostrado cierta eficacia como tratamiento. Las acciones de Roche subieron en la Bolsa de Zurich un 3,5%, las de Glaxo, un 6%, en tanto que Biota se disparó un 82% en el mercado bolsa australiano.

El Gobierno de México encargó a Glaxo cientos de miles de inhaladores durante este fin de semana. El menor precio del Relenza (6 euros por unidad) y su efectividad situaron a los inversores bajo su pista. Sin embargo, las dificultades para obtener reservas inmediatas a gran escala de este medicamento volvieron a colocar a Roche en el centro de atención. La suiza es una veterana en esta lides desde que fabricó masivamente dosis de Tamiflu durante la crisis de la gripe aviar en Asia.

“El proceso de producción de Tamiflu es complejo y consta de varias fases, siendo necesarios hasta 8 meses desde la obtención de las materias primas hasta el producto final. Roche ha puesto en marcha una red global de fabricación con capacidad de producir hasta 400 millones de tratamientos por año. En la actualidad se fabrica tanto en Estados Unidos como en Europa”, explicaban este lunes desde Roche.
La compañía, en permanente contacto con la OMS y con las autoridades sanitarias de cada país, utilizará inmediatamente las reservas que tiene acumuladas (3 millones de tratamientos) en el momento en que la OMS lo solicite. En 2006, tras la crisis de SARS o gripe aviar, cada caja de Tamiflu costaba alrededor de los 40 euros, de manera que la farmaceutica suiza podría generar unas ventas de 120 millones de euros si la epidemia degenera en pandemia y se necesitan todos sus recursos.


Epidemia de ineptitudes
Por Álvaro Delgado (*)

El lunes 13 de abril, tres días antes de la visita a México de Barak Obama, presidente de Estados Unidos, el gobierno de Felipe Calderón tuvo conocimiento del primer caso de influenza en el país y justo cuando el estadunidense desahogaba aquí una breve agenda, incluida una cena en la que saludó de mano a centenares de invitados, las autoridades de salud decretaron la alerta epidemiológica.

Así, pese a todo el poderoso aparato de seguridad de Estados Unidos y del país anfitrión --que incluyó tropas provistas de armas letales, vehículos de guerra, helicópteros y aviones--, la vida de Obama estuvo en riego ante el virus de influenza porcina.

"El equipo de la Unidad Médica de la Casa Blanca en el terreno preguntó a funcionarios mexicanos de salud y al equipo médico de la embajada de Estados Unidos sobre cualquier preocupación sobre enfermedades infecciosas, y fuimos informados que no había ninguna", declaró hoy Robert Gibbs, portavoz presidencial de ese país, luego de ser cuestionado en su rueda de prensa habitual.
Sin embargo, ante las especulaciones de que los estadunidenses –incluido Obama-- están furiosos porque el gobierno de Calderón ocultó información sensible de seguridad nacional de Estados Unidos, el vocero optó por la diplomacia: "No nos notificaron, pero no tenemos razón para creer que ocultaran información que tenían hasta ese momento."
Pero el dato es relevante no porque la vida de Obama sea más importante que la de cualquier mexicano –bajo ninguna circunstancia debe serlo--, sino porque revela que en esos días se sabía, al más alto nivel, que se cernía una amenaza sobre México y se escamoteó para, luego --ante la gravedad de hechos inocultables--, dar paso a una estrategia que tiene a la mayoría de la población en un estado de zozobra y terror.

No fue sólo la repentina decisión de la noche del jueves, cuando el gobierno de Calderón anunció una serie de medidas para afrontar la epidemia –entre ellas la suspensión de clases en el Distrito Federal y el estado de México, de la que millares de padres de familia se enteraron al llegar a los planteles--, sino los anuncios que le siguieron, entre ellos el cierre de centros de entretenimiento, que prácticamente paralizaron las actividades productivas de ambas entidades, particularmente en el Valle de México.

Pero más aún: La suspensión de clases hasta el 6 de mayo, primero en los estados mencionados y en San Luis Potosí, y luego en todo el territorio nacional, ha generado una sicosis que revela no una estrategia para capitalizar política y electoralmente el terror de la sociedad --a lo que son tan proclives las derechas, como Calderón, y que tampoco habría que descartar--, sino la ineptitud y la insensibilidad que demuestran los erráticos pasos que ha dado el gobierno.

La epidemia de la influencia porcina es un problema gravísimo, de tal magnitud que más vale que Calderón –y por supuesto las autoridades de todos los niveles involucrados en el cuidado de la población-- actúe y hable con la verdad, incluyendo las consecuencias de carácter económico que padecerá México, en lo inmediato por la inactividad en las diversas ramas productivas, entre ellas el desplome del turismo, y luego las exportaciones.

Salvo la muy superficial declaración de Agustín Carstens, secretario de Hacienda, de que habrá una afectación por la epidemia, Calderón no ha informado sobre la magnitud del impacto.

El gobierno capitalino que encabeza Marcelo Ebrard, y que tampoco es la representación de la eficacia, dio a conocer que las pérdidas son superiores a los 700 millones de pesos diarios por la contracción del 60% de la actividad productiva.

Y, sobre todo, es preciso que las autoridades atiendan el ánimo de la sociedad, expuesta a una avalancha de información que aturde y confunde. Que paraliza.

La crisis generada por la epidemia ha puesto de manifiesto, también, la enorme debilidad tecnológica de México en el ámbito de la ciencia y la tecnología y la dependencia de equipos para no depender de laboratorios de países extranjeros para identificar la cepa del virus y que, en este caso, se dejó en manos de Estados Unidos y Canadá.

El gobierno federal alega que no se dio información a Barak Obama de que ya se conocía al menos un caso del virus de influenza porcina, el que se detectó tres días antes de la visita, debido a que sólo se confirmó la tarde del miércoles 22, fecha que dio Calderón mismo, pero con ello exhibió justamente el desdén por la investigación científica, incluida por supuesto la clínica, que implica inclusive el desabasto de medicamentos y vacunas contra enfermedades como la que se abate en México.

Pero todavía peor: Tal como documenta el semanario Proceso en la edición de esta semana, se sabía que en México se tenía prevista una pandemia de la influenza desde 2001, y aun se creó, en 2006, un Plan Nacional de Preparación y Respuesta a una Pandemia de Influenza.

"El reloj de la pandemia está corriendo, sólo que no sabemos qué hora marca", sentencia un documento al respecto publicado en el reportaje principal de la revista, que además consigna la elaboración de un Manual para la Vigilancia Epidemiológica de Influenza.
Sí, pero sobrevino la tragedia.
(*) Este artículo se publica en la revista mexicana Proceso

La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria
Por Mike Davis (*)


La gripe porcina mexicana, una quimera genética probablemente concebida en el cieno fecal de una gorrinera industrial, amenaza subitáneamente con una fiebre al mundo entero. Los brotes en la América del Norte revelan una infección que está viajando ya a mayor velocidad de la que viajó con la última cepa pandémica oficial, la gripe de Hong Kong en 1968.
Robándole protagonismo a nuestro último asesino oficial, el virus H5N1, este virus porcino representa una amenaza de ignota magnitud. Parece menos letal que el SARS [Síndrome Respiratorio Agudo, por sus siglas en inglés] en 2003, pero, como gripe, podría resultar más duradera que el SARS. Dado que las domesticadas gripes estacionales de tipo A matan nada menos que a un millón de personas al año, incluso un modesto incremento de virulencia, especialmente si va combinada con una elevada incidencia, podría producir una carnicería equivalente a una guerra importante.
Ello es que una de sus primeras víctimas ha sido la consoladora fe, inveteradamente predicada por la Organización Mundial de Salud (OMS), en la posibilidad de contener las pandemias con respuestas inmediatas de las burocracias sanitarias e independientemente de la calidad de la sanidad pública local. Desde las primeras muertes por H5N1 en 1997, en Hong Kong, la OMS, con el apoyo de la mayoría de administraciones nacionales de sanidad, ha promovido una estrategia centrada en la identificación y el aislamiento de una cepa pandémica en su radio local de brote, seguidos de una masiva administración de antivirales y –si disponibles— vacunas a la población.
Una legión de escépticos ha criticado ese enfoque de contrainsurgencia viral, señalando que los microbios pueden ahora volar alrededor del mundo –casi literalmente en el caso de la gripe aviar— mucho más rápidamente de lo que la OMS o los funcionarios locales puedan llegar a reaccionar al brote original. Esos expertos han observado también el carácter primitivo, y a menudo inexistente, de la vigilancia de la interfaz entre las enfermedades humanas y las animales. Pero el mito de una intervención audaz, preventiva (y barata) contra la gripe aviar ha resultado valiosísimo para la causa de los países ricos que, como los EEUU y el Reino Unido, prefieren invertir en sus propias líneas Maginot biológicas, antes que incrementar drásticamente la ayuda a los frentes epidémicos avanzados de ultramar. Tampoco ha tenido precio este mito para las grandes transnacionales farmacéuticas, enfrentadas en una guerra sin cuartel con las exigencias de los países en vía de desarrollo empeñados en exigir la producción pública de antivíricos genéricos clave como el Tamiflu patentado por Roche.


La versión de la OMS y de los centros de control de enfermedades, de acuerdo con a cual ya se está preparado para una pandemia, sin mayor necesidad de nuevas inversiones masivas en vigilancia, infraestructura científica y regulatoria, salud pública básica y acceso global a fármacos vitales, será ahora decisivamente puesta a prueba por la gripe porcina, y tal vez averigüemos que pertenece a la misma categoría de gestión "ponzificada" del riesgo que los títulos y obligaciones de Madoff. No es tan difícil que falle el sistema de alertas, habida cuenta de que, sencillamente, no existe. Ni siquiera en la América del Norte y en la Unión Europea.
Tal vez no sea sorprendente que México carezca tanto de capacidad como de voluntad política para gestionar enfermedades avícolas y ganaderas, pero ocurre que la situación apenas es mejor al norte de la frontera, en donde la vigilancia se deshace en un desdichado mosaico de jurisdicciones estatales y las grandes empresas pecuarias se enfrentan a las regulaciones sanitarias con el mismo desprecio con que suelen tratar a los trabajadores y a los animales.
Análogamente, una década entera de advertencias de los científicos fracasó en punto a garantizar transferencias de sofisticada tecnología viral experimental a los países situados en las rutas pandémicas más probables. México cuenta con expertos sanitarios de reputación mundial, pero tiene que enviar las muestras a un laboratorio de Winnipeg para descifrar el genoma de la cepa. Así se ha perdido toda una semana.
Pero nadie menos alerta que las autoridades de control de enfermedades en Atlanta. De acuerdo con el Washington Post, el CDC [siglas en inglés del Centro de Control de Enfermedades, radicado en Atlanta; T.] no se percató del brote hasta seis días después de que México hubiera empezado a imponer medidas de urgencia. No hay excusa que valga. Lo paradójico de esta gripe porcina es que, aun si totalmente inesperada, había sido ya pronosticada con gran precisión.
Hace seis años, la revista Science consagró un artículo importante a poner en evidencia que, "tras años de estabilidad, el virus de la gripe porcina de la América del Norte ha dado un salto evolutivo vertiginoso".
Desde su identificación durante la Gran Depresión, el virus H1N1 de la gripe porcina sólo había experimentado una ligera deriva desde su genoma original. Luego, en 1998, una cepa muy patógena comenzó a diezmar puercas en una granja de Carolina del Norte, y empezaron a surgir nuevas y más virulentas versiones año tras año, incluida una variante del H1N1 que contenía los genes internos del H3N2 (causante de la otra gripe de tipo A que se contagia entre humanos).
Los investigadores entrevistados por Science se mostraban preocupados por la posibilidad de que uno de esos híbridos pudiera llegar a convertirse en un virus de gripe humana –se cree que las pandemias de 1957 y de 1968 fueron causadas por una mezcla de genes aviares y humanos fraguada en el interior de organismos porcinos—, y urgían a la creación de un sistema oficial de vigilancia para la gripe porcina: admonición, huelga decirlo, a la que prestó oídos sordos un Washington dispuesto entonces a tirar miles de millones de dólares por el sumidero de las fantasías bioterroristas.
¿Qué provocó tal aceleración en la evolución de la gripe porcina? Hace mucho que los virólogos están convencidos de que el sistema de agricultura intensiva de la China meridional es el principal vector de la mutación gripal: tanto de la "deriva" estacional como del episódico "intercambio" genómico. Pero la industrialización granempresarial de la producción pecuaria ha roto el monopolio natural de China en la evolución de la gripe. El sector pecuario se ha visto transformado en estas últimas décadas en algo que se parece más a la industria petroquímica que a la feliz granja familiar que pintan los libros de texto en la escuela.
En 1965, por ejemplo, había en los EEUU 53 millones de cerdos repartidos entre más de un millón de granjas; hoy, 65 millones de cerdos se concentran en 65.000 instalaciones. Eso ha significado pasar de las anticuadas pocilgas a ciclópeos infiernos fecales en los que, entre estiércol y bajo un calor sofocante, prestos a intercambiar agentes patógenos a la velocidad del rayo, se hacinan decenas de millares de animales con más que debilitados sistemas inmunitarios.
El año pasado, una comisión convocada por el Pew Research Center publicó un informe sobre la "producción animal en granjas industriales", en donde se destacaba el agudo peligro de que "la continua circulación de virus (…) característica de enormes piaras, rebaños o hatos incremente las oportunidades de aparición de nuevos virus por episodios de mutación o de recombinación que podrían generar virus más eficientes en la transmisión entre humanos". La comisión alertó también de que el promiscuo uso de antibióticos en las factorías porcinas –más barato que en ambientes humanos— estaba propiciando el auge de infecciones estafílocóquicas resistentes, mientras que los vertidos residuales generaban brotes de escherichia coli y de pfiesteria (el protozoo que mató a mil millones de peces en los estuarios de Carolina y contagió a docenas de pescadores).

Cualquier mejora en la ecología de este nuevo agente patógeno tendría que enfrentarse con el monstruoso poder de los grandes conglomerados empresariales avícolas y ganaderos, como Smithfield Farms (porcino y vacuno) y Tyson (pollos). La comisión habló de una obstrucción sistemática de sus investigaciones por parte de las grandes empresas, incluidas unas nada recatadas amenazas de suprimir la financiación de los investigadores que cooperaran con la comisión.
Se trata de una industria muy globalizada y con influencias políticas. Así como el gigante avícola Charoen Pokphand, radicado en Bangkok, fue capaz de desbaratar las investigaciones sobre su papel en la propagación de la gripe aviar en el sureste asiático, es lo más probable que la epidemiología forense del brote de gripe porcina se dé de bruces contra la pétrea muralla de la industria del cerdo.
Eso no quiere decir que no vaya a encontrarse nunca una acusadora pistola humeante: ya corre el rumor en la prensa mexicana de un epicentro de la gripe situado en torno a una gigantesca filial de Smithfield en el estado de Veracruz. Pero lo más importante –sobre todo por la persistente amenaza del virus H5N1— es el bosque, no los árboles: la fracasada estrategia antipandémica de la OMS, el progresivo deterioro de la salud pública mundial, la mordaza aplicada por las grandes transnacionales farmacéuticas a medicamentos vitales y la catástrofe planetaria que es una producción pecuaria industrializada y ecológicamente desquiciada.
(*) Mike Davis es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO. Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar (El monstruo llama a nuestra puerta, trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008) y Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009).
Traducción para www.sinpermiso.info: Marta Domènech y María Julia Bertomeu

(Fuentes: Prensa Latina, IPS, ANSA-Latina, EFE, El Mundo-Madrid, La informacion.com, Proceso-México y Sin Permiso)

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