LA ONU CONSIDERA QUE LOS INDÍGENAS COLOMBIANOS VIVEN EN "EXTREMA VULNERABILIDAD" Y QUE SU SITUACIÓN ES "GRAVE CRÍTICA Y PROFUNDAMENTE PREOCUPANTE". MÁS DE 60 ASESINADOS Y 3.100 DESPLAZADOS EN ESTE AÑO
"La situación de los derechos humanos de los indígenas en Colombia es grave, crítica y profundamente preocupante", según James Anaya, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas.
Ese comentario dramático que figura al comienzo del informe provisional de Anaya, que en rigor, es una cita textual del documento elaborado en 2004 por su antecesor en el cargo, Rodolfo Stavenhagen. "Esa evaluación sigue siendo aplicable hoy", declaró Anaya en Bogotá,al término de una visita "extraordinaria" de cinco días al país andino. El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas explicó que su presencia en el país se debió a la necesidad de evaluar el cumplimiento de las recomendaciones hechas por Stavenhagen hace un lustro.
El profesor Anaya, estadounidense de origen indígena y titular de cátedra en la Facultad de Derecho de la Universidad de Arizona, visitó en Colombia los departamentos sudoccidentales de Nariño y Cauca, donde se sitúan la mayor parte de las matanzas de indígenas perpetradas en los últimos años, se reunió en Bogotá con indígenas de decenas de etnias y recibió informes de las autoridades colombianas, del sistema de la ONU y de países donantes en Colombia.
Los indígenas, víctimas en medio del conflicto
En El Diviso, Nariño, estuvo con los awá, desplazados allí por la guerra y por las fumigaciones antidroga que destruyen sus cosechas y enferman a sus miembros. Ocho awá fueron ejecutados en febrero por las FARC, que los acusaron de ser informantes del ejército.
Anaya también estuvo en el Territorio de Convivencia, establecido por el movimiento indígena en el resguardo guambiano de La María, en el norte del Cauca. Desde La María partió en octubre la multitudinaria Minga Indígena y Popular ("minga" quiere decir trabajo colectivo para el bien común), que fue reprimida violentamente por las fuerzas de seguridad. Allí mismo los aborígenes lograron sentar en noviembre al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aunque sin acuerdos. Al mes siguiente fue asesinado por militares Edwin Legarda, esposo de la líder principal de la Minga, Aida Quilcué, en un ataque que aparentemente iba dirigido a ella, y en mayo fue amenazada la única hija de la pareja, de 12 años.
Anaya también estuvo en el Territorio de Convivencia, establecido por el movimiento indígena en el resguardo guambiano de La María, en el norte del Cauca. Desde La María partió en octubre la multitudinaria Minga Indígena y Popular ("minga" quiere decir trabajo colectivo para el bien común), que fue reprimida violentamente por las fuerzas de seguridad. Allí mismo los aborígenes lograron sentar en noviembre al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aunque sin acuerdos. Al mes siguiente fue asesinado por militares Edwin Legarda, esposo de la líder principal de la Minga, Aida Quilcué, en un ataque que aparentemente iba dirigido a ella, y en mayo fue amenazada la única hija de la pareja, de 12 años.
Siguen los asesinatos de indígenas
La visita de Anaya no sirvió para detener la matanza ni el amedrentamiento. El domingo pasado, en el vecindario rural El Nilo, fueron secuestrados los indígenas nasa Jesús Darío Fernández y su esposa Carolina Romero, habitantes del resguardo de San Francisco, municipio de Toribío, en el norte del Cauca. Una hora después, desconocidos mataron en el vecino municipio de Caloto, resguardo López Adentro, al indígena Arnulfo Palacios.
La Organización Indígena de Antioquia (OIA) comunicó consternada el jueves pasado que el 20 de este mes las FARC asesinaron al indígena emberá-eyabida Luis Orlando Domicó, del resguardo Jaidezabi, en el municipio de Tarazá, en el noroccidente del país. Dos días después fue asesinada a tiros por desconocidos la indígena senú Ana Luz Soto en su casa del municipio de El Bagre, también en Antioquia. Y dos semanas atrás, en el municipio de Ituango, igualmente en Antioquia, el aborigen Silverio Majoré murió víctima de una mina antipersonal, dejada por guerrilleros de las FARC ante la penetración de tropas del ejército en territorio indígena. Los combates entre ejército y las FARC en Ituango provocaron un desplazamiento masivo de indígenas y campesinos hacia la cabecera municipal.
Y antes, el 13 de mayo, fue asesinado el gobernador indígena Manuel Martínez, de la comunidad senú de Tigre II, en el municipio antioqueño de Caucasia. En Antioquia abundan los señalamientos a los indígenas de ser auxiliadores de uno u otro bando, "poniéndolos de manera infame como blancos de guerra", lamenta la OIA. Esta organización, que reitera la determinación indígena de no participar en la guerra, condena estas "acciones de los violentos, de todos los que portan armas y asesinan la inocencia de los que por armas sólo portan sus herramientas para trabajar la tierra".
En el departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, el ejército utiliza niños indígenas para traducir su propaganda a lenguas nativas, con mensajes de persuasión dirigidos a la guerrilla . Igual ocurre en Cauca y en la región amazónica. "Eso no está bien, involucrar a nuestras comunidades en la guerra. Rechazamos que se haga esto con los niños, que tienen unos derechos especiales y no deben ser involucrados", dice Luis Evelis Andrade, Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). "Hemos pedido que las lenguas nuestras no sean utilizadas para profundizar la guerra en este país ."Le hemos pedido al ejército y a todos los grupos armados que no utilicen a nuestros miembros, ni a nuestros niños, ni a las mujeres, para favorecer la guerra".
Este año, la ONIC ya registra 60 asesinatos políticos de indígenas, mientras que en 2008 fueron 99. La cifra de aborígenes desplazados llegó a 3.312 en 2008 y ya suman 3.100 en lo que va de este 2009.
La leyes por un lado, la realidad por otro
Pese a que los hechos son contundentes, es paradójico que en Colombia, las sentencias de la Corte Constitucional que han favorecido a los indígenas constituyen "una jurisprudencia ejemplar en el mundo", como reconoce el relator de la ONU James Anaya, quien también destaca el papel de la Defensoría del Pueblo (ombudsman) en la protección de los aborígenes en medio de la guerra.
La Corte estableció en enero que los pueblos indígenas de Colombia "están en peligro de ser exterminados cultural o físicamente por el conflicto armado interno, y han sido víctimas de gravísimas violaciones de sus derechos fundamentales individuales y colectivos y del Derecho Internacional Humanitario". El alto tribunal declaró a 34 de los 102 pueblos indígenas en emergencia humanitaria e impuso al gobierno planes de salvaguarda, además de un programa de garantías para todas las etnias aborígenes. También advirtió sobre los intereses comerciales en los recursos naturales de los territorios indígenas, que con frecuencia amenazan los derechos de estos pueblos.
Al respecto, declaró inexequibles dos leyes –sobre bosques y tierra-- que lesionaban los intereses, entre otros, de los pueblos indígenas, pese a lo cual éstos no fueron consultados o lo fueron de manera irregular. Ambas normas fueron promovidas por el gobierno derechista de Uribe a contrapelo de la recomendación de Stavenhagen en 2004: "Deberá ser retirado todo proyecto de ley y de reforma constitucional u otra iniciativa que incorpore en la legislación normas contrarias a los derechos de los pueblos indígenas o que atenten contra la diversidad".
Por su parte, la Defensoría del Pueblo mantiene, aunque con insuficientes recursos y en medio de amenazas de muerte, el Sistema de Alertas Tempranas (SAT), que Anaya definió como "un mecanismo importante de identificación y prevención de violencia contra los pueblos indígenas".
Ultimátum indígena a las FARC y a Uribe
Mientras el relator especial de la ONU, James Anaya, presentaba a la prensa en Bogotá su informe provisional, un Tribunal Indígena del norte del departamento del Cauca dio a conocer su ultimátum a la guerrilla y a la presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
El motivo de los aborígenes son "los hechos de violencia, los efectos y las circunstancias que tienen enferma a las comunidades indígenas" de la región. El "remedio", o correctivo, consiste, según el tribunal que la ley colombiana reconoce, en debatir separadamente con el secretariado de las FARC y con el presidente Uribe. Con la guerrilla dispusieron un "debate público con el fin de discutir asuntos de fondo en su proceder, en contra de los pueblos indígenas". A Uribe lo convocan "para debatir el tema de la Seguridad Democrática (política central de su gobierno) y sus graves consecuencias al interior de los territorios y comunidades indígenas".
Todo esto debe ocurrir dentro de los próximos tres meses, contados a partir del 24 de este mes. "De no realizarse los debates en el tiempo estipulado por decisiones, desinterés, negligencia o cualquier disculpa sin peso de los convocados, los pueblos indígenas procederán a limpiar los territorios de todo elemento bélico, actor armado o factor de narcotráfico, factores que ponen en riesgo la integridad física, territorial y socio cultural de los pueblos", dice el Acta del Tribunal Indígena .
El Tribunal sesionó el viernes en Corinto, norte del Cauca, y juzgó públicamente "a los actores armados responsables de los hechos de violencia" en los territorios indígenas. La justicia aborigen dispuso además que "la minga continúa", en referencia a las movilizaciones de decenas de miles de indígenas entre octubre y fines de noviembre, "y en ese marco los pueblos indígenas fortalecerán la propuesta de paz y acuerdo humanitario para debatirla con el pueblo colombiano", dice el Acta.
Ataques del ejército y amenazas paramilitares a las comunidades Wayuu
Los indígenas wayuú del departamento de la Guajira, cansados de las graves y sistemáticas violaciones contra su Derecho Propio y los Derechos Humanos, emprendieron una movilización pacífica, en su territorio, para denunciar la incidencia negativa del conflicto armado y otras circunstancias que les ha afectado profundamente en su integridad, en sus dinámicas socio-culturales y de permanencia en su territorio, desde hace muchos años.
“Lo más grave es que en todos estos años -dice una líder wayuú de la región- no hemos recibido respuesta, ni soluciones por parte del gobierno, sino persecuciones, amenazas, señalamientos e intimidaciones”. La movilización pacífica de los wayuú busca, también, mostrar una nueva forma de conmemorar el Bicentenario de la “independencia”.
“Lo más grave es que en todos estos años -dice una líder wayuú de la región- no hemos recibido respuesta, ni soluciones por parte del gobierno, sino persecuciones, amenazas, señalamientos e intimidaciones”. La movilización pacífica de los wayuú busca, también, mostrar una nueva forma de conmemorar el Bicentenario de la “independencia”.
Pero la movilización pacífica fue reprimida por la fuerza pública, el pasado 21 de julio “el Ejército Nacional instaló sin ninguna consulta o información previa, un campamento compuesto por más de 60 hombres armados y seis tanques de guerra en la sede del movimiento Sütsüin Jiyeyu Wayuu(Fuerza de Mujeres Wayuú-SJW/FMW), localizado en la zona conocida como Cuatro Vías, Maicao, donde la protesta de los Wayuú bloqueó las líneas del tren que transporta carbón del Cerrejón”, denunció en un comunicado reciente la SJW/FMW.
Según la organización de mujeres los soldados manifestaron que estas fueron ordenes superiores, pero sostienen que esto es por la ubicación estratégica, “nuestra sedes está muy cerca de la vía férrea, en territorio de comunidades Wayúu, donde El Cerrejón proyecta la construcción de un complejo turístico en la zona”.
Las líderes de la Fuerza de Mujeres Wayuú rechazaron y cuestionaron la medida” no sólo como una infracción al Derecho Internacional Humanitario, sino como parte de una estrategia de hostigamiento, acoso, persecución y seguimiento que la fuerza pública y los organismos de seguridad del Estado adelantan contra la sede y las personas de la organización, estrategia que tiene como objeto adelantar una serie de estigmatizaciones y señalamientos que atentan contra nuestra dignidad, buen nombre y pervivencia”.
No obstante la presión y las denuncias de líderes, autoridades y organizaciones wayuú y la colaboración de la Defensoría del Pueblo, hicieron que los militares se retiraran de allí la noche anterior. “Ahora tenemos temor por las posibles represalias que puedan tomarse en contra de las personas y organizaciones que promovieron la movilización”, asegura una mujer wayuú.
“Desde el año 2005, una de las mujeres de nuestra organización quien se desempeña como la Epaya’a Miou (hermana mayor) Karmen Ramírez Boscán, tiene medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por las graves amenazas ocurridas, en ese entonces, en su contra. Actualmente, el riesgo persiste, no solo en contra de esta importante dirigente, sino que se hace extensivo para todas las mujeres y hombres que hacemos parte de la organización, así como para las comunidades que se articulan en este proceso de denuncia.
Los paramilitares pertenecientes a estructuras rearmadas y reorganizadas, iniciaron en octubre de 2008, una campaña de intimidación general que, a través de panfletos dejados en los caminos que conducen a las rancherías (caseríos), advierten a las comunidades de posibles acciones de "limpieza social" .
Estos hechos han aterrorizado a las comunidades Wayuú, especialmente a las que adelantan procesos de denuncia por asesinatos y las desapariciones cometidas por los paramilitares, llevándolos a destruir todo documento que dé cuenta de este proceso.
Un indígena colombiano muere por disparos militares
Un líder paez del departamento del Cauca (suroeste) murió el domingo por disparos del Ejército horas antes de la visita del relator especial de la ONU para los derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas, James Anaya, a esa zona, denunciaron fuentes aborígenes.
El líder paez Reynel Dagua "fue asesinado y el Ejército está involucrado" según denuncia la Onic.
La muerte de Dagua se registró en un camino rural entre las localidades de Pitayó y Jambaló, unos 450 kilómetros al suroeste de Bogotá, y cuando transitaba a pie acompañado por otra persona, según una primera versión. Sin embargo, el secretario de la Onic, Lus Fernando Arias, dijo que Dagua "fue sacado de su casa y a las tres horas se escucharon tres disparos que resultaron con el asesinato de este comunero".
Añadió que "posteriormente fue presentado por las tropas que operan en la zona como un guerrillero muerto en combate".
Añadió que "posteriormente fue presentado por las tropas que operan en la zona como un guerrillero muerto en combate".
El miembro del Consejo Mayor de la Onic, Darío Mejía, dijo que " no se cumplieron los protocolos por los disparos de fusiles de la Fuerza Pública".Los disparos del Ejército "le impactaron a él y alcanzaron incluso una casa a la orilla del camino", agregó Mejía, quien insistió en que serán las autoridades las que deben establecer realmente qué pasó.
Este año, recordó, "han sido asesinados alrededor de 54 miembros del pueblo nasa o paez. La comunidad internacional efectivamente se está dando cuenta de la situación de los pueblos indígenas y es importante que se haya podido constatar, de viva voz, el drama que viven estos pueblos indígenas, de padecer una tragedia permanente", lamentó el portavoz de la Onic.
"QUIEREN EXTERMINARNOS"
Entrevista a la líder indígena Nasa Aída Quilcué
Por Daniel Osorio Solarte (*)
Todos los seres humanos nacen iguales, en esa igualdad radica la belleza de los que hacen la diferencia: teniendo las mismas herramientas que los demás se destacan ampliamente. A lo largo de la historia han habido diferentes clases de líderes: políticos, musicales, religiosos… pero ha habido otros que con su voz, con su trabajo, con sus manos gastadas han cambiado el mundo, Nelson Mandela, Gandhi, Mao, entre otros. Hoy, en la tercera entrega de Un Dialogo con el poder, le rendimos homenaje a uno de ellos: Aida Quilcué. Nativa del Cauca, es la líder indígena más importante del país y desde hace varios años trabaja ardua y generosamente por su pueblo; quien además ha sido victima de esta guerra que desangra lentamente a Colombia; su esposo Edwin Legarda fue asesinado por un grupo de soldados el año pasado. Ella no tomó las armas, su trabajo ha sido “caminar la palabra”, llevar por todo el país el mensaje de resistencia y dignidad del pueblo indígena. Solo mirándola es claro que no es como los demás, su humildad, su sencillez, la firmeza de su voz y sus palabras, su carisma, los indígenas tienen la líder que merecen. Y nos atendió en el marco de la reunión nacional de la comunidad Nasa.
Por Daniel Osorio Solarte (*)
Todos los seres humanos nacen iguales, en esa igualdad radica la belleza de los que hacen la diferencia: teniendo las mismas herramientas que los demás se destacan ampliamente. A lo largo de la historia han habido diferentes clases de líderes: políticos, musicales, religiosos… pero ha habido otros que con su voz, con su trabajo, con sus manos gastadas han cambiado el mundo, Nelson Mandela, Gandhi, Mao, entre otros. Hoy, en la tercera entrega de Un Dialogo con el poder, le rendimos homenaje a uno de ellos: Aida Quilcué. Nativa del Cauca, es la líder indígena más importante del país y desde hace varios años trabaja ardua y generosamente por su pueblo; quien además ha sido victima de esta guerra que desangra lentamente a Colombia; su esposo Edwin Legarda fue asesinado por un grupo de soldados el año pasado. Ella no tomó las armas, su trabajo ha sido “caminar la palabra”, llevar por todo el país el mensaje de resistencia y dignidad del pueblo indígena. Solo mirándola es claro que no es como los demás, su humildad, su sencillez, la firmeza de su voz y sus palabras, su carisma, los indígenas tienen la líder que merecen. Y nos atendió en el marco de la reunión nacional de la comunidad Nasa.
-¿Considera que el movimiento indígena actual es un movimiento social-regional de primera línea?
-El movimiento indígena no solo en el Cauca, sino a nivel nacional, a pesar de ser el 1% de la población colombiana, somos una fuerza muy grande que no nos consideramos minoría, nos consideramos un pueblo que está en resistencia, que ha venido tejiendo una nueva alternativa para el país, no sólo para los indígenas sino para muchos colombianos y colombianas que vivimos situaciones dramáticas: la extrema pobreza, el conflicto social y armado, cosas por las que debemos seguir peleando; entonces consideramos que nuestro movimiento es nuestra única alternativa en el país.
-¿Cuál es la diferencia de la organización y resistencia indígena, antes y después de la creación del Cric?(CRIC:Consejo Regional Indígena del Cauca)
-Desde épocas milenarias viene la resistencia indígena, desde el momento que nos vimos invadidos. Una de las primeras resistencias la hace la cacica Gaitana, luego Juan Tama, Quintín Lame y otros procesos como el Cric. Nuestra resistencia no es como se ve desde otro escenario, donde se percibe al indígena como un problema para el desarrollo económico, un problema para la “civilización”. Los pueblos indígenas tenemos nuestra propia legitimidad, así como la tienen otros actores culturales como los afros colombianos, los campesinos; el pueblo indígena pretende que podamos respetar esos espacios, y en esa diferencia podamos construir juntos.
-¿Cuáles son los principales logros del movimiento?
-Es muy grato comprender que en 516 años los pueblos indígenas fuimos invadidos por un proceso de genocidio y exterminio; por eso hoy nos hemos catalogado como pueblos en desplazamiento forzado de un proceso milenario; por eso los pueblos indígenas consideramos que el logro mas grande ha sido la resistencia, porque nos han invadido de manera ideológica, de manera política, de manera violenta, y aún nos mantenemos, además con nuestros principios de organización: unidad, tierra, cultura y autonomía.
-¿Cuáles son las perspectivas a corto plazo?
-Hoy con un sistema neoliberal, un sistema del gobierno que pretende romper la unidad indígena; a corto plazo continuar e intensificar la consolidación del movimiento; a pesar que la creación de la Opic, que fue una estrategia para romper la unidad indígena, para matar a los líderes; hay que ser mucho más fuertes.
-¿Cree que el gobierno fue responsable de la muerte de su esposo?
-De hecho es muy evidente, creo que la minga y los procesos que he liderado en el país han sido la voz del pueblo, una voz no solo indígena sino social. Por un gobierno que nos ha señalado como criminales, como delincuentes a los pueblos indígenas. También ha promovido la delincuencia, el terrorismo, y parte de eso lo hemos sufridos los indígenas: el asesinato de lideres como Raúl Mendoza, Edwin Legarda, Raúl Guachetá; es evidente que la responsabilidad la tuvo el gobierno colombiano; porque es una estrategia para acabar con el movimiento indígena.Sobre el 'Poder'
-¿Qué es para usted el poder?
-El poder es una herramienta para acompañarnos, para orientarnos, para ayudarnos, y en especial para construir juntos. No para atacar a los más humildes.
-¿Cómo se prepara un líder indígena?
-Hemos nacido siendo indígenas, en nuestro proceso; y lo que nos forma como líderes es el trajinar con nuestra palabra, con nuestro pueblo, nuestra comunidad. Eso es lo mas bonito.
-¿Cómo llega una mujer a su posición?
-Las mujeres milenariamente hemos asumido un papel muy importante, hemos estado presentes en todos los escenarios. Hoy veo con mucha relevancia mujeres gobernadoras, guardias, autoridades.
-¿Cuál es la diferencia entre autonomía y aislamiento?
-Autonomía tiene mucho que ver en desarrollo propio, como la persona desde su identidad desarrolla su vida, como nuestro pueblo; y el aislamiento es que a veces tratan que nuestro proceso legítimo de organización, de ser indígenas se cambie por otras costumbres, otros sistemas, lo que nos aísla de nuestro proceso.
-¿Cuáles son sus aspiraciones políticas?
-El pueblo indígena ha tomado la decisión de que represente a nuestro pueblo en la lista del senado de la República, voy a estar ahí y me voy a mantener hasta que nuestras comunidades así lo permitan, vamos a trabajar en un marco en que lo social sea lo mas importante en los escenarios de la institucionalidad.
-¿Cómo se define un indígena Nasa?
-Es muy malicioso, ha sido guerrero, y digo que ha sido porque la penetración a veces nos ha llevado a ser sumisos; guerreros en lo que se refiere a defender con dignidad la identidad, las costumbres, la cultura. Los Nasas nos definimos en que somos pasivos y que sabemos escuchar, sabemos orientar e interlocutar con los demás.
-¿Se consideran una sociedad marginada?
-Yo creo que la Constitución y quienes nos marginaron nos consideraron así, lo hicieron, pero la resistencia no dejó que fuera totalmente. No me considero marginada, sino un pueblo en resistencia que nos vamos a mantener con dignidad.
"Quieren exterminarnos"
-¿Cuáles son los principales problemas del Cauca?
-Un riesgo evidente por la presencia de las multinacionales, el saqueo de los recursos naturales es evidente. Un problema grande es el Plan Departamental de Aguas; los procesos de privatización de los recursos naturales. También la pobreza, la falta de políticas del gobierno nacional para resolver las políticas estructurales que hemos planteado en la minga. El problema mas eminente es el proceso de genocidio y exterminio que hay contra el movimiento indígena caucano; las formas de violencia, de difamación que nos ha tocado vivir; pero eso nos da mÁs fuerza para seguir caminando la palabra, en defensa de la libertad y la vida.
-¿Qué otros actores sociales reconoce y con cual se identifica?
-Me identifico con muchos sectores sociales del país, con los estudiantes, con las mujeres, con los afros colombianos, con los niños, con los campesinos. De hecho hay diferencias porque cada uno tiene su dinámica, pero considero que hay muchas cosas que nos unen: el conflicto, el desplazamiento, y eso nos tiene que fortalecer para buscar un solo camino, un solo norte para el bienestar de nuestros hijos.¿Considera posible llegar a acuerdos dejando atrás las diferencias?Si, de hecho el movimiento indígena ha generado los espacios de diálogo, de propuesta; el problema es cuando este tipo de propuestas que surgen de la base social, en donde se exponen el dolor y las necesidades de la gente no se recogen. Es por eso que nos toca seguir haciendo resistencia desde un proceso de organización, de pensamiento, de interlocución. En primera instancia como nos enseñó nuestro cacique Juan Tama, el diálogo siempre estará de primero.
-¿Cuál es su posición frente al gobierno departamental?
-El tiene una política clara para desarrollarla en el Cauca, pero sabemos que se debe a un sistema del gobierno nacional; el en el fondo tendrá voluntad política, pero si tiene que obedecer a un sistema que no nos permite avanzar en el marco de la voluntad yo creo que el Cauca seguirá en el mismo sentido.
-¿Para el movimiento indígena qué significado tiene los partidos tradicionales?
-Fueron una estrategia para tomar decisiones en el marco de la institucionalidad y el poder. Los pueblos indígenas fueron conservadores y liberales; digo fueron porque fueron mis padres, mis antecesores, porque no había opción de elegir. Sin embrago estos partidos solo seguían los intereses de un monopolio del país, de los grandes industriales y capitalistas, no los intereses de un pueblo. Seguramente algunos partidos han venido haciendo el ejercicio popular, pero considero que falta todavía. Sin embargo, los indígenas hemos sobrevivido haciendo nuestro proceso y así vamos a continuar. Ojalá que quienes lideran los partidos tradicionales, bajen y recojan las necesidades del pueblo, para responder a la realidad que vive nuestro país.
-¿Le interesaría participar en algunos de esos partidos?
-No, el gobierno acabó con el nombre indígena y lo puso independiente. Sin embargo tenemos la decisión de que la Alianza Social Indígena seguirá en firme y en ese sentido seguiremos caminando como una nueva alternativa para el país, y no solo para los indígenas.
-¿Qué propone para que en el Cauca se pueda convivir?
-Hemos podido convivir de manera milenaria, el problema son las políticas que llegan de afuera y nos rompen. Hoy la guerrilla, los paras, los militares, hacen que se rompa el tejido social del país. Yo denuncio el asesinato de dos mujeres en la Sierra; es la violencia lo que nos afecta; no problemas entre nosotros. La desunión la causan las mismas políticas de Estado, que intentan oprimir. Hay que dejar atrás esas dificultades y caminar juntos hacia la unión.
-¿Cree en la justicia colombiana?
-Todavía no creo. La justicia es para la gente pobre e inocente; un ejemplo es lo de Juan José Chaux, que lo dejan en libertad condicional por estar enfermo, ¿Dónde esta la justicia en colombiana?Un mensaje para el cauca…Vale la pena generar escenarios autónomos de reflexión, que nos conozcamos los unos a los otros, los que no son indígenas a nosotros y viceversa. Dejar atrás todas esas diferencias y buscar que es lo que nos une. Nos une el rechazo a cualquier forma de violencia, la búsqueda de la paz.
(*) Publicada el domingo, 26 de julio de 2009 en El Liberal de Popayán
(Fuentes: IPS, Codhes, ONIC, EFE y El Liberal-Popayán)
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