Muchos ricos latinoamericanos están entre las grandes víctimas de la estafa piramidal de 50.000 millones de dólares del financiero neoyorquino Bernard Madoff, según revela el diario The Wall Street Journal en su edición latina . "Sin embargo, dada la naturaleza privada de las fortunas de la región, además de temores relacionados con cuestiones de seguridad y con llamar la atención de las autoridades tributarias, muchas de ellas son reacias a hacer pública su participación", asegura el diario. Aunque ya se sabe que uno de los afectados es nada menos que el empresario y exsecretario (ministro) de Economía de México Fernando Canales.
Algunos fueron llevados al fondo de inversión de Madoff, a través del Banco de Santander que cuenta con grandes operaciones en Latinoamérica.
Otros inversores parece que llegaron al esquema fraudulento por su amistad con Andrés Piedrahita, un prominente banquero, nacido en Colombia, y que vive entre Madrid y Londres. Piedrahita, es yerno de Walter Noel, fundador del Grupo Greenwich Fairfield, la sociedad por el momento más expuesta al caso Madoff, con una pérdida potencial de 7.500 millones de dólares que invirtió a través de su fondo Sentry.
Otros inversores parece que llegaron al esquema fraudulento por su amistad con Andrés Piedrahita, un prominente banquero, nacido en Colombia, y que vive entre Madrid y Londres. Piedrahita, es yerno de Walter Noel, fundador del Grupo Greenwich Fairfield, la sociedad por el momento más expuesta al caso Madoff, con una pérdida potencial de 7.500 millones de dólares que invirtió a través de su fondo Sentry.
El Banco Santander, que opera en Puerto Rico y ocho países de América Latina, reconoció este mes haber invertido más de 2.300 millones de euros (unos 3.280 millones de dólares) en el fondo de Madoff.
En México, hasta un exministro de Economía
"Los clientes del Santander en Monterrey fueron invitados a invertir en ese fondo", dijo al Wall Street Journal diario Ernesto Canales, uno de los abogados más importantes de la principal ciudad industrial de México, que calcula que los clientes mexicanos podrían perder unos 300 millones de dólares.
Miembros de la familia Canales Clariond de Monterrey, que recibió cientos de millones de dólares por la venta de la multinacional de acero IMSA al grupo argentino Techint, perdieron millones de dólares en el presunto fraude de Madoff. La nota apunta que, según fuentes cercanas, los inversionistas, -encabezados por el ex secretario de Economía y ex gobernador de Nuevo León, Fernando Canales- perdieron millones de dólares en el fraude de Madoff.
En Brasil nadie ha revelado pérdidas, aunque gestores locales aseguran que algunos ciudadanos de este país invirtieron con Madoff. Según los abogados consultados, "la razón más plausible que explica este silencio es que invirtieron dinero en el extranjero sin declararlo en su país, una práctica relativamente común dada la sobrecarga de regulación y las altas tasas impositivas".
"No era dinero declarado, y en ese caso, las víctimas no van a aparecer", aseguró Marcelo Trindade, abogado y ex jefe de la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil.
"No era dinero declarado, y en ese caso, las víctimas no van a aparecer", aseguró Marcelo Trindade, abogado y ex jefe de la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil.
El grupo Fairfield también tiene presencia en Brasil y, según su web, la representante de la firma en el país es Bianca Haegler, sobrina de su fundador, Walter Noel.
La esposa de Noel, Mónica, proviene de una familia acaudalada de Río de Janeiro con raíces suizas, cuyos miembros frecuentan las páginas sociales de los medios.
La esposa de Noel, Mónica, proviene de una familia acaudalada de Río de Janeiro con raíces suizas, cuyos miembros frecuentan las páginas sociales de los medios.
Según las autoridades reguladoras del mercado brasileño, Haegler no estaba registrada para vender inversiones en ese país y el diario asegura que, tras varias consultas sobre su participación, Fairfield borró su nombre de la página web.
En Brasil, la promoción activa de un fondo localizado en otro país es ilegal.
En Brasil, la promoción activa de un fondo localizado en otro país es ilegal.
Sin embargo, representantes de las autoridades reguladoras del país dijeron este mes que no habían recibido quejas sobre Fairfield y que no tenían programada ninguna investigación. "Si un multimillonario pierde dinero en Nueva York, no es asunto nuestro", dice Carlos Alberto Rebello, un funcionario de la CVM.
Según gestores de fondos, los brasileños invirtieron en los fondos de Madoff o Fairfield a través de bancos privados, incluyendo Safra y UBS. Safra dice que compró productos de Madoff para algunos de sus clientes de banca privada pero no quiso comentar sobre casos particulares. UBS admitió haber ofrecido acceso al fondo de Madoff a algunos de sus clientes, pero tampoco quiso proveer más detalles.
En Chile, dos de las corredurías más importantes del país revelaron haber sido duramente golpeadas por pérdidas ligadas a las inversiones controladas por Madoff.
El colombiano Piedrahíta, agente de Madoff en España
Y en Colombia, según la revista Poder, las pérdidas podrían alcanzar los 200 millones de dólares a través de Fairfield Sentry, que en los últimos 15 años fue promocionado en el país por Piedrahíta.
"Muchos colombianos acaudalados perdieron mucho dinero", dice un destacado empresario de ese país, aunque hasta ahora ninguno de ellos lo ha admitido. No hay que olvidar que Colombia tiene un largo historial de secuestros, por lo que la gente de negocios es muy reacia a hablar sobre sus fortunas.
Andrés Piedrahía es hijo de un broker especializado en materias primas, quien tuvo una educación privilegiada . En Colombia estudió en el British Council (Instituo Británico) y en Estados Unidos en la Universidad de Boston. Ya graduado, en Nueva York inició su carrera como asesor financiero y banquero de negocios. En 1989 se casó con Corina Mónica Noel, la la hija de Walter Noel, un reputado banquero, que había pasado por Citigroup y por la banca suiza antes de fundar en 1983 su propia firma de inversión, Greenwich.
Dos años después ), Piedrahita ya era su propio jefe al frente de Littelstone, firma de inversión que fusionaría en 1997 con el próspero negocio de su suegro, Fairfield Greenwich Group (FGG), que se había convertido en uno de los brokers independientes de Wall Street .
Hace casi 10 años, Piedrahita se estableció en Madrid con la idea de extender el negocio y compró una vivienda en el lujoso barrio de Puerta de Hierro. La oficina la instaló en un precioso y costoso ático del barrio de Salamanca desde donde comenzó a extender el fondo de Madoff, que ofrecía como un producto premium a la élite local, los más ricos entre los ricos, capaces y dispuestos entrar con grandes cantidades ante las perspectivas de una rentabilidad media anual aceptable (8-12%) con una volatilidad mínima.
Acostumbrado a cruzar el charco como quien cambia de acera, Piedrahita no necesitaba hacer cola en los aeropuertos: disponía de avión privado (un Gulfstream 200), normalmente aparcado en el aeropuerto de Torrejón.
Fairfield Greenwich, con oficinas en Londres, Nueva York, Miami y Madrid, no ha sido el único comercializador del fondo de Madoff en España, pero sí el principal. Para el mercado español, Andres Piedrahita contaba con una importante oficina de representación, nutrida de bien conocidos financieros, muchos de ellos integrantes de ese mismo círculo de grandes fortunas y reconocidos apellidos, y por tanto con acceso a esos inversores.
El responsable de ventas de la oficina española era Fernando Fernández de Córdova, hijo del Duque de Arión, que se incorporó en 2006 después haber trabajado durante años como banquero privado en JP Morgan y Merril Lynch. A su vez, es marido de la venezolana María Teresa Pulido Mendoza, rica heredera de los dueños de la cervecera Polar y con carrera como banquera privada para Europa en Citigroup
(Fuentes:AP,EFE, El sendero del peje-México, El entorno inteligente.com-El Nacional/México, El Espectador-Colombia y Cotizalia)
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