La muerte de Raúl Reyes, segundo al mando en las FARC y de al menos otros 19 guerrilleros en una incursión a territorio ecuatoriano causó una crisis diplomática entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela. Ayer, el Gobierno ecuatoriano retiró a su embajador en Bogotá, Francisco Suéscum, mientras el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cerró su embajada en Bogotá y retiró a todo su personal. Ambos países aumentaron el número de tropas en sus fronteras con Colombia. Chávez incluso calificó al presidente Álvaro Uribe de “criminal, mafioso, paramilitar” y de dirigir un “narcogobierno”.
El presidente Rafael Correa alertó ayer a la comunidad internacional sobre la agresión a la soberanía ecuatoriana por parte de Colombia y ordenó la expulsión inmediata de su embajador y la movilización de tropas a la frontera con Colombia. El mandatario, en una cadena de radio y televisión, dio a conocer la grave situación por la atraviesa el Ecuador.
“He decidido también la expulsión inmediata del embajador de Colombia en Ecuador (Carlos Holguín), y también he solicitado la inmediata convocatoria del Consejo permanente de la OEA y de la CAN(comunidad andina)”, dijo en un mensaje a la nación. Añadió que la decisión la tomó “ante la gravedad de los hechos y una vez que la respuesta colombiana” a su “enérgica protesta es una nueva burla a la verdad y al pueblo ecuatoriano”.El embajador ecuatoriano, al regresar a Quito, calificó de “hecho de guerra” el ataque militar colombiano en territorio de Ecuador. “La masacre es un hecho bárbaro, un hecho de guerra, un hecho en contra de la paz, de la vida y de los derechos humanos”.
“En esta ocasión no será suficiente una disculpa diplomática de Bogotá. Exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional, que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos”, dijo el Presidente Correa.Según el mandatario, tras la inspección de efectivos militares en la zona de la agresión, quedó confirmado que “nuestro país sufrió una inaceptable y planificado ataque aéreo y una posterior incursión de tropas de las fuerzas armadas colombianas”.
Los ministros de Defensa, Wellington Sandoval, y de Seguridad Gustavo Larrea, junto con generales de las FF.AA. acudieron ayer al campamento bombardeado, socorrieron a tres guerrilleras heridas y observaron los cadáveres de los abatidos.
Correa habló durante el día con sus homólogos de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, España, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, además de los secretarios de la OEA y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).“He compartido con ellos la gravedad de la situación y he planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a detener este tipo de conductas e impedir la internacionalización del conflicto colombiano”, precisó.
Colombia admitió que sus hombres se llevaron el cuerpo de Reyes y el de uno de sus lugartenientes.“Irrefutablemente se confirma que el Ecuador sufrió un planificado ataque aéreo y una posterior incursión de tropas colombianas, con plena conciencia de que estaban violando nuestra soberanía”, insistió Correa.
La incursión colombiana dejó 21 muertos
Las fuerzas militares colombianas incursionaron y bombardearon el territorio ecuatoriano la madruga del sábado en las operaciones que terminaron con la vida del segundo jefe guerrillero de las FARC, Raúl Reyes.Así lo reconocieron los ministros de Defensa y de Seguridad Interna, Wellington Sandoval y Gustavo Larrea, que ayer recorrieron el sector de Angostura (Putumayo), donde hubo los incidentes en los que fallecieron 20 guerrilleros y un militar colombiano, según los datos de las autoridades ecuatorianas.
Por información que los equipos de combate recogieron de los insurgentes heridos se conocieron los detalles de la incursión. El teniente coronel José Núñez, comandante del Batallón de Operaciones Especiales, al mando de los 400 hombres desplegados en la zona del conflicto, relató que las fuerzas colombianas incursionaron en dos asaltos: el primero a las 00:00 con la incursión de varios helicópteros artillados, los cuales bombardearon el campamento instalado en una extensión de cuatro hectáreas y a unos 2,5 kilómetros del río Putumayo.
El segundo sucedió a las 03:00, con la incursión de otro grupo de aviones y helicópteros, pero esta vez la maniobra se complementó con descenso de personal militar que ametralló a los insurgentes y se llevó el cuerpo sin vida del jefe guerrillero Raúl Reyes.“No hay dudas, el ataque se hizo desde posiciones ecuatorianas. Lo hicieron de sur a norte. Hay evidencias claras”, dijo Sandoval. De hecho, el campamento que ocupó el jefe guerrillero se redujo a escombros.
Por información que los equipos de combate recogieron de los insurgentes heridos se conocieron los detalles de la incursión. El teniente coronel José Núñez, comandante del Batallón de Operaciones Especiales, al mando de los 400 hombres desplegados en la zona del conflicto, relató que las fuerzas colombianas incursionaron en dos asaltos: el primero a las 00:00 con la incursión de varios helicópteros artillados, los cuales bombardearon el campamento instalado en una extensión de cuatro hectáreas y a unos 2,5 kilómetros del río Putumayo.
El segundo sucedió a las 03:00, con la incursión de otro grupo de aviones y helicópteros, pero esta vez la maniobra se complementó con descenso de personal militar que ametralló a los insurgentes y se llevó el cuerpo sin vida del jefe guerrillero Raúl Reyes.“No hay dudas, el ataque se hizo desde posiciones ecuatorianas. Lo hicieron de sur a norte. Hay evidencias claras”, dijo Sandoval. De hecho, el campamento que ocupó el jefe guerrillero se redujo a escombros.
Una masacre, sin provocación previa
Los impactos de por lo menos seis bombas y explosivos que cayeron en el centro de los dormitorios lo destruyeron todo.
Los cinco cuerpos sin vida que ayer se observaron en la zona cero vestían trajes de descanso. La mayoría prendas interiores. Para los comisionados ello evidenció que no tuvieron tiempo para reaccionar. Esto se contradice la versión del Gobierno colombiano, en la cual se asegura que los guerrilleros atacaron a sus FF.AA.
Los cadáveres tenían heridas penetrantes de armas de fuego e impactos de esquirlas en brazos, cabeza y espalda. La onda explosiva alcanzó hasta cuatro metros de altura, ello era evidente con la destrucción de las copas de los árboles, ramas y los impactos en los troncos.
Los disparos también se observaron en las carpas, prendas de vestir y viandas que fueron perforadas por esquirlas y balas. “Se trata de una operación quirúrgica como ellos la llaman, con presión y uso de tecnología de punta. Actuaron con visores nocturnos y detectores de calor”, comentó Sandoval.
A lo largo del campamento guerrillero las fuerzas militares ecuatorianas desplazadas en la zona encontraron trozos de manos, dedos y otras evidencias como armamento, prendas militares, cartas, literatura subversiva, chancheras y criaderos de aves de corral. Los explosivos que cayeron en la zona ocasionan grietas de hasta dos metros de profundidad y la mayoría cayeron en el área de dormitorios. En la cocina y en la lavandería no se registraron daños.
El General Ernesto González, jefe de Estado Mayor de las FF.AA. del Ecuador, con brújula en mano ratificó que los ataques colombianos provinieron de sur a norte. En igual forma, contó que para la evacuación de los cadáveres y las evidencias que aún permanecen en la zona, hoy se iniciará un desbroce para la adecuación de un helipuerto que permita el aterrizaje de las aeronaves ecuatorianas.
La tensión ayer en la zona era evidente. El personal militar desplegado en Angostura informó que las aeronaves colombianas volvieron a sobrevolar la frontera, pero de lado colombiano y a distancias considerables.
Entretanto, otro grupo de militares continuó con el rastreo de la zona. Ayer una patrulla ubicó y evacuó a tres guerrilleras heridas. Dos de ellas fueron identificadas como Diana González y Patricia Pérez. González contó que en el ataque ella se encontraba amarrada a un árbol, sancionada por una falta disciplinaria. “Los helicópteros llegaron y bombardearon sin dar mayor tiempo a reacción”, comentó entre los gemidos de dolor. Luego fueron trasladadas al Hospital Militar de Quito.
El ministro Larrea, luego de la inspección de campo, se mostró indignado con Colombia. “Se bombardeó el territorio ecuatoriano rompiendo todo acuerdo y tratado internacional, violando nuestra soberanía nacional. Es algo intolerable”, comentó. Y señaló que el Gobierno va a iniciar una denuncia en la comunidad internacional. “No es posible convertirnos en una Camboya de Colombia, debe respetar nuestro territorio. Hemos sido solidarios y lo demostramos acogiendo a más de 50 000 colombianos refugiados”.
Los cinco cuerpos sin vida que ayer se observaron en la zona cero vestían trajes de descanso. La mayoría prendas interiores. Para los comisionados ello evidenció que no tuvieron tiempo para reaccionar. Esto se contradice la versión del Gobierno colombiano, en la cual se asegura que los guerrilleros atacaron a sus FF.AA.
Los cadáveres tenían heridas penetrantes de armas de fuego e impactos de esquirlas en brazos, cabeza y espalda. La onda explosiva alcanzó hasta cuatro metros de altura, ello era evidente con la destrucción de las copas de los árboles, ramas y los impactos en los troncos.
Los disparos también se observaron en las carpas, prendas de vestir y viandas que fueron perforadas por esquirlas y balas. “Se trata de una operación quirúrgica como ellos la llaman, con presión y uso de tecnología de punta. Actuaron con visores nocturnos y detectores de calor”, comentó Sandoval.
A lo largo del campamento guerrillero las fuerzas militares ecuatorianas desplazadas en la zona encontraron trozos de manos, dedos y otras evidencias como armamento, prendas militares, cartas, literatura subversiva, chancheras y criaderos de aves de corral. Los explosivos que cayeron en la zona ocasionan grietas de hasta dos metros de profundidad y la mayoría cayeron en el área de dormitorios. En la cocina y en la lavandería no se registraron daños.
El General Ernesto González, jefe de Estado Mayor de las FF.AA. del Ecuador, con brújula en mano ratificó que los ataques colombianos provinieron de sur a norte. En igual forma, contó que para la evacuación de los cadáveres y las evidencias que aún permanecen en la zona, hoy se iniciará un desbroce para la adecuación de un helipuerto que permita el aterrizaje de las aeronaves ecuatorianas.
La tensión ayer en la zona era evidente. El personal militar desplegado en Angostura informó que las aeronaves colombianas volvieron a sobrevolar la frontera, pero de lado colombiano y a distancias considerables.
Entretanto, otro grupo de militares continuó con el rastreo de la zona. Ayer una patrulla ubicó y evacuó a tres guerrilleras heridas. Dos de ellas fueron identificadas como Diana González y Patricia Pérez. González contó que en el ataque ella se encontraba amarrada a un árbol, sancionada por una falta disciplinaria. “Los helicópteros llegaron y bombardearon sin dar mayor tiempo a reacción”, comentó entre los gemidos de dolor. Luego fueron trasladadas al Hospital Militar de Quito.
El ministro Larrea, luego de la inspección de campo, se mostró indignado con Colombia. “Se bombardeó el territorio ecuatoriano rompiendo todo acuerdo y tratado internacional, violando nuestra soberanía nacional. Es algo intolerable”, comentó. Y señaló que el Gobierno va a iniciar una denuncia en la comunidad internacional. “No es posible convertirnos en una Camboya de Colombia, debe respetar nuestro territorio. Hemos sido solidarios y lo demostramos acogiendo a más de 50 000 colombianos refugiados”.
Los hechos del sábado crearon miedo en la zona
En El Palmar, un poblado ecuatorinao junto al río Putumayo, las juntas comunales de las veredas colombianas reportaron que por lo menos 200 familias norteñas cruzaron la frontera, para esquivar los ametrallamientos y bombardeos que se registraron en la línea fronteriza. Ingresaron al territorio ecuatoriano por las fincas, montañas y centros poblados.
La familia Montaño, que salió desde Angostura, contó que los ataques se iniciaron a las 00:00 y se prolongaron hasta las 07:00.“Los aviones y helicópteros sobrevolaron muy bajo y en medio del ruido propio de las turbinas, soltaron las bombas y ametrallamientos que hicieron temblar la tierra”, recordó.
Como la mayoría de familias, este colombiano llegó hasta Buena Vista con dos hijos y una mochila que alcanzó a sacar. Joan Jairo, un colombiano de la vereda La Granada, contó que el ataque fue fulminante. “Tres helicópteros y dos aviones artillados ingresaron al Ecuador y abrieron fuego en la oscuridad”, contó.
Relató que los colombianos operaron en la zona comprendida entre Angostura, La Granada, Santa Rosa y el Triángulo de Coembí, en Ecuador.
En los ataques los refugiados dijeron que el Ejército colombiano se ubicó en sitios estratégicos de las dos fronteras. Un canoero que intentó desplazarse hasta El Palmar denunció que una patrulla militar le atacó. “Dispararon a la canoa y causaron heridas a los pasajeros”, asintió.
Otro grupo que el sábado llegó hasta El Palmar, un poblado ecuatoriano del cantón Putumayo, testificó que las patrullas militares neutralizaron la navegación por el río Putumayo. “Salieron desde la selva colombiana y requisaron a todos los viajantes, en algunos casos retuvieron a los jóvenes sin razones de peso”, relató Jairo.
Wilmar Serna, un negociante local, contó que la madrugada del sábado fue para el olvido. “Los niños aterrados gritaban, lloraban y pedían auxilio ante los bombardeos y ametrallamientos”.
Y contó que desde El Palmar observaron indignados cómo las aeronaves colombianas atacaban en territorio ecuatoriano, desde nuestro territorio.
Ecuador es un país neutral y el ataque es muy grave
El Ecuador es un país neutral en torno al conflicto colombiano. El estatuto de un Estado neutral no requiere una aclaración formal por su parte, ni por la de otros Estados o partes, beligerantes o no.
Un Estado que no sea formalmente parte en un conflicto armado es considerado un ‘Estado neutral’.
Las partes que están en conflicto no pueden penetrar en el espacio neutral con fuerzas armadas y medios de combate, atravesar el espacio neutral, reclutar o instruir a combatientes en territorio neutral, instalar o utilizar en territorio neutral medios de telecomunicación con finalidades militares.
El Estado neutral debe hacer respetar su estado, tratar por igual a los beligerantes.
Así que la incursión realizada por las Fuerzas Armadas colombianas para capturar y abalear al número dos de las FARC, Raúl Reyes, es muy grave para la soberanía ecuatoriana. Una simple llamada del presidente Uribe a su par Rafael Correa para informarle sobre la situación no constituye de ninguna manera una justificación para que tropas de ese país invadan territorio ecuatoriano.
Cuando hay una movilización diplomática de alcance internacional para lograr la liberación, entre otros rehenes, de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, por su grave estado de salud, y cuando se han dado ya varios gestos por parte de las FARC con la liberación de algunos de los rehenes, el presidente Uribe encabeza un operativo militar para aqniquilar al segundo al mando de las FARC. Seguramente, esto es un triunfo político, pero será de gravísimas consecuencias humanitarias. Según las agencias de prensa, Reyes fue herido en una pierna y trasladado a otro campamento subversivo. Técnicamente, Reyes era una persona fuera de combate, y por tanto debía ser protegido como persona herida. El Protocolo Adicional Dos a los Convenios de Ginebra y el Derecho Internacional Humanitario así lo señala.
Un Estado que no sea formalmente parte en un conflicto armado es considerado un ‘Estado neutral’.
Las partes que están en conflicto no pueden penetrar en el espacio neutral con fuerzas armadas y medios de combate, atravesar el espacio neutral, reclutar o instruir a combatientes en territorio neutral, instalar o utilizar en territorio neutral medios de telecomunicación con finalidades militares.
El Estado neutral debe hacer respetar su estado, tratar por igual a los beligerantes.
Así que la incursión realizada por las Fuerzas Armadas colombianas para capturar y abalear al número dos de las FARC, Raúl Reyes, es muy grave para la soberanía ecuatoriana. Una simple llamada del presidente Uribe a su par Rafael Correa para informarle sobre la situación no constituye de ninguna manera una justificación para que tropas de ese país invadan territorio ecuatoriano.
Cuando hay una movilización diplomática de alcance internacional para lograr la liberación, entre otros rehenes, de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, por su grave estado de salud, y cuando se han dado ya varios gestos por parte de las FARC con la liberación de algunos de los rehenes, el presidente Uribe encabeza un operativo militar para aqniquilar al segundo al mando de las FARC. Seguramente, esto es un triunfo político, pero será de gravísimas consecuencias humanitarias. Según las agencias de prensa, Reyes fue herido en una pierna y trasladado a otro campamento subversivo. Técnicamente, Reyes era una persona fuera de combate, y por tanto debía ser protegido como persona herida. El Protocolo Adicional Dos a los Convenios de Ginebra y el Derecho Internacional Humanitario así lo señala.
Uribe mintió descaradamente a Ecuador
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que su colega colombiano, Álvaro Uribe, está mal informado o le mintió 'descaradamente' en torno a la escandalosa agresión . 'Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para que se aclare este escandaloso hecho que es una agresión a nuestro territorio y a nuestra patria', resaltó Correa.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que su colega colombiano, Álvaro Uribe, está mal informado o le mintió 'descaradamente' en torno a la escandalosa agresión . 'Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para que se aclare este escandaloso hecho que es una agresión a nuestro territorio y a nuestra patria', resaltó Correa.
Con sorpresa, se estableció que no hubo ningún combate, pues los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron bombardeados y masacrados mientras dormían, indicó. 'Todo parece que se utilizó tecnología de punta para detectar de noche, en la selva, al grupo de la Farc, seguramente con la colaboración de potencias extranjeras', subrayó.
Sin embargo, activistas de los derechos humanos denuncian que la información sobre la ubicación de Reyes y su seguridad, fue obtenida de guerrilleros y habitantes del Putumayo que fueron capturados, secuestrados por el Ejército colombiano y luego torturados. Desmintiendo así a los medios de comunicación colombianos que han sostenido que la ubicación fue lograda por el uso de 'tecnología de punta'.
VÍDEO
Hugo Chávez ordena la retirada de su personal diplomático en Bogotá y el despliegue del ejército venezolano en la frontera
ANÁLISIS
La muerte del líder de la mayor guerrilla de Colombia, Raúl Reyes, fue el golpe más fuerte de las Fuerzas Militares al grupo rebelde y provocaría un gran cambio en la organización frente a las negociaciones para liberar a los rehenes y un futuro proceso de paz.
Analistas y expertos coincidieron en que la muerte de quien era considerado como el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su principal portavoz político, es sin lugar a dudas el peor revés militar sufrido por el grupo rebelde en toda su historia.
Adicionalmente, resaltaron que Reyes se convirtió en el primer miembro del secretariado de las FARC, integrado por siete comandantes, que muere en medio de una operación militar, y que es un triunfo político para el presidente Alvaro Uribe y su estrategia de seguridad.
"Sin duda que es un golpe muy duro para las FARC, va a sentirlo en lo más profundo el secretariado de las FARC," dijo el director del semanario Voz, Carlos Lozano, refiriéndose a la muerte de Reyes, que se produjo en territorio de Ecuador en un bombardeo de las Fuerzas Militares de Colombia.
Lozano sostuvo que el comandante insurgente muerto era un interlocutor político y que, ante su desaparición, las personas que buscan un acercamiento con las FARC para lograr la liberación de 40 rehenes secuestrados tendrán que esperar un reacomodamiento al interior de la organización.
"Sin duda Reyes era uno de los voceros políticos de las FARC, se pierde esa vía de comunicación y sin duda que de alguna manera va a afectar estos contactos y esas vías hacia los procesos políticos de negociación," afirmó Lozano, quien en los últimos años tuvo acceso a varios líderes de las FARC.
Por su parte, el analista Alfredo Rangel dijo que Reyes tenía una de las posiciones más radicales e intransigentes al interior de la guerrilla y que su desaparición provocará necesariamente un endurecimiento o un ablandamiento del grupo para negociar un acuerdo de rehenes e incluso la paz.
"En el mediado plazo podría haber una posibilidad de que las FARC cambiaran hacia actitudes muchos más flexibles, mucho más pragmáticas que posibilitaran acuerdos con el Gobierno Nacional para a ser viable el intercambio humanitario," afirmó.
LINEA POLITICA O MILITAR
Las FARC mantienen secuestradas a 40 personas, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, y buscan intercambiarlos con el Gobierno por 500 guerrilleros encarcelados.
La guerrilla exige que el Gobierno retire sus Fuerzas Armadas de una zona de 780 kilómetros cuadrados, para que sus representantes se reúnan con los de Uribe a negociar un acuerdo humanitario.
Pero Uribe, caracterizado por su mano dura contra la guerrilla y que lidera una ofensiva militar contra los rebeldes con el apoyo de Estados Unidos, se opone al despeje.
De acuerdo con analistas, dentro de las FARC Reyes era uno de los más acérrimos defensores de la necesidad del despeje militar para negociar un acuerdo sobre los rehenes.
El presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda, dijo que la muerte de Reyes es un golpe a la línea dura y "guerrerista" de las FARC.
"Esto puede fortalecer la línea política de la guerrilla. Ojalá que eso suceda y que piensen que ha llegado el momento de la reconciliación y de la paz," afirmó el dirigente político.
Pero el senador del izquierdista Polo Democrático Alternativo Gustavo Petro opinó que las FARC seguramente endurecerán su posición y que los perjudicados van a ser los 40 rehenes por motivos políticos, incluida Betancourt.
"Tendremos en el corto plazo una reacción de endurecimiento de las FARC para tratar de sustituir el golpe moral que han recibido por la muerte de Reyes y es algo que puede ocasionar unas circunstancias adversas a los secuestrados," aseguró.
Fuentes de seguridad admitieron la posibilidad de que la guerrilla ejecute un ataque de gran impacto, para demostrar que pese al golpe que recibieron no están derrotadas y que mantienen su capacidad militar.
Por su parte, el analista León Valencia dijo que la ofensiva militar del Estado dio un salto enorme con la muerte de Reyes, a la que calificó como un golpe contundente.
"Las FARC tienen dos caminos: intensificar su condición ofensiva, encerrarse en si mismas, no abrir la puerta para labores de intercambio y empezar a dinamitar todos los nexos que tienen con el exterior," aseguró Valencia.
"Otra podría ser la puerta hacia el intercambio humanitario, intensificar sus relaciones con otros países y meterse en una labor política, buscar incluso una negociación de paz," afirmó.
Analistas y expertos coincidieron en que la muerte de quien era considerado como el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su principal portavoz político, es sin lugar a dudas el peor revés militar sufrido por el grupo rebelde en toda su historia.
Adicionalmente, resaltaron que Reyes se convirtió en el primer miembro del secretariado de las FARC, integrado por siete comandantes, que muere en medio de una operación militar, y que es un triunfo político para el presidente Alvaro Uribe y su estrategia de seguridad.
"Sin duda que es un golpe muy duro para las FARC, va a sentirlo en lo más profundo el secretariado de las FARC," dijo el director del semanario Voz, Carlos Lozano, refiriéndose a la muerte de Reyes, que se produjo en territorio de Ecuador en un bombardeo de las Fuerzas Militares de Colombia.
Lozano sostuvo que el comandante insurgente muerto era un interlocutor político y que, ante su desaparición, las personas que buscan un acercamiento con las FARC para lograr la liberación de 40 rehenes secuestrados tendrán que esperar un reacomodamiento al interior de la organización.
"Sin duda Reyes era uno de los voceros políticos de las FARC, se pierde esa vía de comunicación y sin duda que de alguna manera va a afectar estos contactos y esas vías hacia los procesos políticos de negociación," afirmó Lozano, quien en los últimos años tuvo acceso a varios líderes de las FARC.
Por su parte, el analista Alfredo Rangel dijo que Reyes tenía una de las posiciones más radicales e intransigentes al interior de la guerrilla y que su desaparición provocará necesariamente un endurecimiento o un ablandamiento del grupo para negociar un acuerdo de rehenes e incluso la paz.
"En el mediado plazo podría haber una posibilidad de que las FARC cambiaran hacia actitudes muchos más flexibles, mucho más pragmáticas que posibilitaran acuerdos con el Gobierno Nacional para a ser viable el intercambio humanitario," afirmó.
LINEA POLITICA O MILITAR
Las FARC mantienen secuestradas a 40 personas, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, y buscan intercambiarlos con el Gobierno por 500 guerrilleros encarcelados.
La guerrilla exige que el Gobierno retire sus Fuerzas Armadas de una zona de 780 kilómetros cuadrados, para que sus representantes se reúnan con los de Uribe a negociar un acuerdo humanitario.
Pero Uribe, caracterizado por su mano dura contra la guerrilla y que lidera una ofensiva militar contra los rebeldes con el apoyo de Estados Unidos, se opone al despeje.
De acuerdo con analistas, dentro de las FARC Reyes era uno de los más acérrimos defensores de la necesidad del despeje militar para negociar un acuerdo sobre los rehenes.
El presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda, dijo que la muerte de Reyes es un golpe a la línea dura y "guerrerista" de las FARC.
"Esto puede fortalecer la línea política de la guerrilla. Ojalá que eso suceda y que piensen que ha llegado el momento de la reconciliación y de la paz," afirmó el dirigente político.
Pero el senador del izquierdista Polo Democrático Alternativo Gustavo Petro opinó que las FARC seguramente endurecerán su posición y que los perjudicados van a ser los 40 rehenes por motivos políticos, incluida Betancourt.
"Tendremos en el corto plazo una reacción de endurecimiento de las FARC para tratar de sustituir el golpe moral que han recibido por la muerte de Reyes y es algo que puede ocasionar unas circunstancias adversas a los secuestrados," aseguró.
Fuentes de seguridad admitieron la posibilidad de que la guerrilla ejecute un ataque de gran impacto, para demostrar que pese al golpe que recibieron no están derrotadas y que mantienen su capacidad militar.
Por su parte, el analista León Valencia dijo que la ofensiva militar del Estado dio un salto enorme con la muerte de Reyes, a la que calificó como un golpe contundente.
"Las FARC tienen dos caminos: intensificar su condición ofensiva, encerrarse en si mismas, no abrir la puerta para labores de intercambio y empezar a dinamitar todos los nexos que tienen con el exterior," aseguró Valencia.
"Otra podría ser la puerta hacia el intercambio humanitario, intensificar sus relaciones con otros países y meterse en una labor política, buscar incluso una negociación de paz," afirmó.
OPINIÓN
El comandante Raúl Reyes cayó en combate en el Ecuador
Por Hernando Calvo Ospina(*)
Por primera vez en la historia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, nacidas en los campos colombianos a comienzos de los años sesenta, cae abatido uno de sus máximos dirigentes : Luis Edgar Devia Silva, más conocido como Raúl Reyes, miembro del Secretariado, máxima instancia de esa organización político-militar.
Reyes, había sido el principal negociador de la organización guerrillera durante los diálogos de paz con el Gobierno, entre 1998 y 2002, que terminaron frustrados por el presidente Andrés Pastrana.
En esos años el comandante viajó por varios países de América Latina y Europa, junto a otros cuadros guerrilleros para explicar la estrategia y anhelos de su organización. Fue recibido por presidentes, primeros ministros, empresarios, intelectuales y un gran número de políticos. Ya en 1997, en Costa Rica, había participado en el único encuentro que han tenido autoridades de Estados Unidos con las FARC.
Por la presión de Washington y la gran oligarquía colombiana, el presidente Pastrana terminó con beneplácito los diálogos, dando inicio a una guerra abierta, la que continúo con saña el presidente actual Álvaro Uribe Vélez, apoyándose en las fuerzas narco-paramilitares creadas por las Fuerzas Armadas del Estado.
Como reacción a los atentados del 11 de septiembre 2001, Estados Unidos declaró a las FARC organización terrorista, sumándoles el mote de narcotraficante. Casi todos los gobiernos del mundo hicieron lo mismo, así no estuvieran muy convencidos.
Dice el gobierno colombiano, y repiten todos los grandes medios de información mundiales, que esta es una gran victoria militar. Se equivocan. Y bastante. Reyes era un cuadro político, no tenía mando sobre las fuerzas militares de las FARC.
Es un tremendo error, que obstruye enormemente el camino hacia cualquier diálogo y liberación de los retenidos. Reyes era el puente. El vocero de la organización.
Pero existe un detalle muy delicado en este suceso. Reyes murió en territorio ecuatoriano, a escasos dos kilómetros de la frontera. El propio Reyes, en entrevista con el autor de esta nota, dijo que las FARC respetan las fronteras de los países vecinos y no se inmiscuyen en sus asuntos internos. Pero es muy posible que ante el acoso militar hayan pasado a Ecuador para salvaguardarse.
Raúl Reyes cayó bajo el fuego de bombardeos, dicen las autoridades colombianas. El ministro de Defensa precisó con un infantilismo irreal: las bombas salían desde Colombia, cuidándose de no violar el espacio aéreo ecuatoriano (sic!).
Las tropas oficiales violaron el territorio del vecino país. Y la violación, fue doble: los militares ingresaron a él para recuperar el cuerpo del dirigente y el de otros guerrilleros.
Pero, ¿fue una violación territorial, o el gobierno de Colombia contaba con la autorización de Quito? Es difícil de creerlo, teniendo en cuenta que el presidente ecuatoriano Rafael Correa siempre ha declarado su neutralidad ante el conflicto colombiano.
La realidad es que esta en una nueva prueba de que el gobierno colombiano y Washington siguen apostando por la guerra.
(*) Hernando Calvo Ospina es escritor y periodista residente en Francia. Colaborador de Le Monde Diplomatique. Autor del libro de próxima aparición: “Colombia: Historia del terrorismo de Estado”
El comandante Raúl Reyes cayó en combate en el Ecuador
Por Hernando Calvo Ospina(*)
Por primera vez en la historia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, nacidas en los campos colombianos a comienzos de los años sesenta, cae abatido uno de sus máximos dirigentes : Luis Edgar Devia Silva, más conocido como Raúl Reyes, miembro del Secretariado, máxima instancia de esa organización político-militar.
Reyes, había sido el principal negociador de la organización guerrillera durante los diálogos de paz con el Gobierno, entre 1998 y 2002, que terminaron frustrados por el presidente Andrés Pastrana.
En esos años el comandante viajó por varios países de América Latina y Europa, junto a otros cuadros guerrilleros para explicar la estrategia y anhelos de su organización. Fue recibido por presidentes, primeros ministros, empresarios, intelectuales y un gran número de políticos. Ya en 1997, en Costa Rica, había participado en el único encuentro que han tenido autoridades de Estados Unidos con las FARC.
Por la presión de Washington y la gran oligarquía colombiana, el presidente Pastrana terminó con beneplácito los diálogos, dando inicio a una guerra abierta, la que continúo con saña el presidente actual Álvaro Uribe Vélez, apoyándose en las fuerzas narco-paramilitares creadas por las Fuerzas Armadas del Estado.
Como reacción a los atentados del 11 de septiembre 2001, Estados Unidos declaró a las FARC organización terrorista, sumándoles el mote de narcotraficante. Casi todos los gobiernos del mundo hicieron lo mismo, así no estuvieran muy convencidos.
Dice el gobierno colombiano, y repiten todos los grandes medios de información mundiales, que esta es una gran victoria militar. Se equivocan. Y bastante. Reyes era un cuadro político, no tenía mando sobre las fuerzas militares de las FARC.
Es un tremendo error, que obstruye enormemente el camino hacia cualquier diálogo y liberación de los retenidos. Reyes era el puente. El vocero de la organización.
Pero existe un detalle muy delicado en este suceso. Reyes murió en territorio ecuatoriano, a escasos dos kilómetros de la frontera. El propio Reyes, en entrevista con el autor de esta nota, dijo que las FARC respetan las fronteras de los países vecinos y no se inmiscuyen en sus asuntos internos. Pero es muy posible que ante el acoso militar hayan pasado a Ecuador para salvaguardarse.
Raúl Reyes cayó bajo el fuego de bombardeos, dicen las autoridades colombianas. El ministro de Defensa precisó con un infantilismo irreal: las bombas salían desde Colombia, cuidándose de no violar el espacio aéreo ecuatoriano (sic!).
Las tropas oficiales violaron el territorio del vecino país. Y la violación, fue doble: los militares ingresaron a él para recuperar el cuerpo del dirigente y el de otros guerrilleros.
Pero, ¿fue una violación territorial, o el gobierno de Colombia contaba con la autorización de Quito? Es difícil de creerlo, teniendo en cuenta que el presidente ecuatoriano Rafael Correa siempre ha declarado su neutralidad ante el conflicto colombiano.
La realidad es que esta en una nueva prueba de que el gobierno colombiano y Washington siguen apostando por la guerra.
(*) Hernando Calvo Ospina es escritor y periodista residente en Francia. Colaborador de Le Monde Diplomatique. Autor del libro de próxima aparición: “Colombia: Historia del terrorismo de Estado”
(Fuentes: El Universo-Guayaquil, El Comercio-Quito, ABN-Agencia Bolivariana de Noticias-Venezuela, Red Voltaire, Reuters y Rebelion)
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