LA VIOLENCIA POLICIAL, PROBLEMA CRÓNICO, EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES, TORTURAS, MALTRATOS EN LAS HACINADAS CÁRCELES, ETNOCIDIOS Y TRABAJO ESCLAVO, EN EL INFORME ANUAL DE HRW
El trabajo esclavo, disminuye muy lentamente
El problema del trabajo esclavo aún continúa en Brasil. Una realidad que las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), reflejan con claridad. Así, en 2008 aproximadamente 4.600 trabajadores fueron rescatados de condiciones análogas a las de la esclavitud en 133 operaciones realizadas por los fiscales del MTE. El estado de Goiás encabeza la lista con 867 rescates. Pará quedó en segundo lugar, con 741 rescates, seguido por el estado de Alagoas, con 656 y Mato Grosso, con 519.
La violencia policial es un "problema crónico" en Brasil, según la organización internacional humanitaria Human Rights Watch (HRW), que denuncia las ejecuciones extrajudiciales perpetuadas por algunos grupos de las fuerzas de seguridad. "Al afrontar una crisis de seguridad pública con altos niveles de violencial criminal, algunas fuerzas de la policía están involucradas en prácticas abusivas" contra los derechos humanos, dice HRW en su informe anual de 2008 sobre Brasil.
El informe destaca que cerca de "50.000 homicidios ocurren cada año en Brasil", la mayoría de los cuales suceden en las áreas metropolitanas, donde la población local sufre los embates de la violencia perpetrada por "bandas criminales", así como de los "abusos policiales". "En Río de Janeiro, cientos de comunidades de bajos recursos están ocupadas y controladas por bandas que están involucradas en el tráfico de drogas ilegales, actos de extorsión y crímenes violentos", indica el informe. "La violencia policial, incluyendo las ejecuciones extrajudiciales, es un problema crónico. Por ejemplo, en el estado de Rio de Janeiro, la policía fue la responsable de cerca de uno de cada cinco asesinatos intencionales en los primeros seis meses de 2008, de acuerdo a las estadísticas oficiales".
El informe se refiere también a las condiciones del sistema carcelario, el trabajo esclavo, la violencia contra pueblos indígenas y campesinos sin-tierra, la impunidad y las amenazas a los defensores de derechos humanos .
Torturas, maltrato carcelario...
El informe es enfático al afirmar que la tortura permanece siendo un serio problema en Brasil. El documento cita datos de la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre las condiciones del sistema carcelario, en la cual se concluyó que el sistema nacional de detención está contaminado por "tortura física y psicológica". En diversos estados, la comisión registró la presencia de "cicatrices de tortura" en los detenidos. Los atrasos en el sistema judicial contribuyen al atraso, según el análisis de la HRW.
Sobre el trabajo esclavo, el informe resalta que a pesar de los esfuerzos gubernamentales para erradicarlo, la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) registró 8.653 personas en condiciones de esclavitud en 2007. De ese total, 5.974 fueron liberadas. La ONG elogia los avances ocurridos en el combate del trabajo forzado, pero enfatiza la necesidad de responsabilizar a los empleadores, que permanecen en la impunidad.
La cuestión agraria también fue abordada por el informe, principalmente en lo que respecta a los conflictos rurales y a la violencia contra los indígenas. Datos de la CPT evidencian que, en 2007, 28 personas fueron asesinadas y 428 detenidas en conflictos rurales en todo el país. En marzo de 2008, Welinton da Silva, líder del Movimiento de los Sin-Tierra fue alcanzado por un tiro en la pierna durante una protesta en Marañao.
El informe destaca además que asegurar la responsabilización de las violaciones de los derechos humanos continúa siendo un gran desafío en el país. El documento cita el caso del asesinato de la misionera Dorothy Stang, en 2005. El instigador del crimen, Vitalmiro Bastos de Moura, fue declarado inocente en mayo de 2008. Menciona también el hecho de que Brasil nunca procesó a los responsables de las atrocidades cometidas durante el período de la dictadura militar.
Finalmente, el documento cita la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de mayo de 2008, en la que se afirma que Brasil no cumplió completamente la sentencia de 2006, sobre el caso Damião Ximenes Lopes. "A pesar de que las indemnizaciones fueron pagadas a la familia Ximenes, nadie fue culpado por la tortura y por el asesinato, en 1998, de Damião, un paciente psiquiátrico en Ceará".
El trabajo esclavo, disminuye muy lentamente
El problema del trabajo esclavo aún continúa en Brasil. Una realidad que las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), reflejan con claridad. Así, en 2008 aproximadamente 4.600 trabajadores fueron rescatados de condiciones análogas a las de la esclavitud en 133 operaciones realizadas por los fiscales del MTE. El estado de Goiás encabeza la lista con 867 rescates. Pará quedó en segundo lugar, con 741 rescates, seguido por el estado de Alagoas, con 656 y Mato Grosso, con 519.
Para con el coordinador nacional de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), Fray Xavier Plasta, los datos son preocupantes, ya que desde 2002 los números no pasan de cuatro a seis mil rescates por año. Aunque el religioso admite que los rescates podrían ser más y también mayor el número de esclavos, ya que algunas delegaciones regionales del ministerio no enviaron el informe final.“Estamos descubriendo nuevos casos de trabajo esclavo en regiones que hasta ahora no tenían registro de trabajo esclavo en Brasil. Observamos que hubo crecimiento en la región centro oeste. Esto es una señal de que algunas actividades en las que no hacíamos fiscalización acabaron entrando en la lista. Hablo específicamente de los cañaverales. En los últimos años ellos presentaron la mitad de los trabajadores rescatados de condiciones de esclavitud.”
El sector de azúcar y etanol encabeza las listas de rescates con más de 21.000 trabajadores rescatados, seguido por la ganadería bovina, con 954 personas. Desde 1995, año en que el grupo móvil del MTE inició sus actividades de fiscalización, más de 30 mil trabajadores han sido rescatados. El MTE divulga semestralmente la “lista sucia” del trabajo esclavo, con nombres de empleadores que utilizan esa mano de obra esclava. En la última, divulgada en el mes de diciembre, consta el nombre de más de 200 empleadores.
Vía Campesina denuncia genocidio del pueblo kaiowá
Unos cien indígenas del pueblo Kaiowá Guaraní mueren cada año en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul como consecuencia de la “voracidad” de los agronegocios y los monocultivos. A eso hay que sumarle la ineficiencia del gobierno federal al momento de concretar la demarcación de tierras indígenas y la criminalización de sus protestas, denuncia la Vía Campesina .
La impunidad de sicarios contratados por grandes estancieros; el encarcelamiento de los principales líderes y la militarización de poblaciones indígenas terminan de pintar un cuadro de “violencia y muerte”, propio de una situación de genocidio.
“Son decenas de asesinatos, atropellos, muertes por inanición, suicidios y una situación de gran fragilidad económica que hace inviable cualquier proyecto de vida y de futuro. En la actualidad, más de cien kaiowá guaraníes se encuentran presos en cárceles del Estado”, denuncia la Vía Campesina.
“Son decenas de asesinatos, atropellos, muertes por inanición, suicidios y una situación de gran fragilidad económica que hace inviable cualquier proyecto de vida y de futuro. En la actualidad, más de cien kaiowá guaraníes se encuentran presos en cárceles del Estado”, denuncia la Vía Campesina.
En los últimos años, los indígenas de Mato Grosso fueron amenazados por la expansión sojera, y en tiempos más recientes por la producción de caña de azúcar. Este último modelo está asociado a las peores condiciones de trabajo, básicamente durante el corte, y en esta zona de Brasil se han denunciado prácticas análogas a la esclavitud.
La falta de tierras y el confinamiento de las comunidades son problemas con más de cien años de antigüedad, y se trata de un proceso que no se detiene. “Hay más de 40.000 Kaiowá Guaraníes concentrados en 20.000 hectáreas de tierra. Esto ha generado la peor situación en Brasil, en términos de negación de los derechos fundamentales”, advierte la Vía Campesina.
Los principales líderes indígenas lo repiten siempre y lo expresan con dolorosa convicción: “el pueblo kaoiwá está condenado a desaparecer”.
Los principales líderes indígenas lo repiten siempre y lo expresan con dolorosa convicción: “el pueblo kaoiwá está condenado a desaparecer”.
El gobierno fomenta el agronegocio y frena la reforma agraria
La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) publica un documento de evaluación del año 2008 , en el que afirma que el gobierno de Brasil ha "intensificado" su apoyo al agronegocio a través de su programa público de agrocombustíbles, centrado en el impulso al etanol. Beneficios fiscales, entrega de tierras y préstamos con facilidades a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) son algunas de las políticas de incentivo que implentó la administración para el sector sucroalcoholero.
Sin embargo, advierten desde la CPT, los coletazos de la crisis financiera internacional provocaron una importante caída de las inversiones privadas en este sector, lo que refleja una vez más la "conocida dependencia" del empresariado con los recursos públicos y la acción del Estado.
El cuello de botella provocado por la mala elección que tomó el gobierno, al momento de fijar prioridades ya tiene sus consecuencias a la vista de todos. "La reforma agraria está paralizada, y el gobierno sigue sin adoptar las medidas indispensables para valorizar y multiplicar la agricultura campesina; revertir la elevada concentración de la propiedad de la tierra en Brasil, que es una de las mayores del mundo", se queja la CPT en su informe.
La conclusión desde los movimientos sociales brasileños es bastante contundente: el 2008 fue el peor año para la reforma agraria desde que el presidente Luiz Inácio "Lula" Da Silva llegó al poder. En una línea similar se han manifestado los principales dirigentes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), y los datos oficiales también respalda esa sensación.
En los ùltimos doce meses el nùmero de familias asentadas en el marco de los planes de reforma agraria fue un 20% menos que en 2007, según datos que difunde la CPT en su documento de evaluación."Las principales banderas que levantaron los movimientos sociales en 2008 no fueron tenidas en cuenta por las autoridades", agregan. Se refieren a la limitación en la propiedad de la tierra; la revocación de normativas que criminalizan la ocupaciòn de tierras improductivos y la aprobación de leyes para combatir el trabajo esclavo, entre otras demandas de los movimientos sociales del Brasil.
(Fuentes: ANSA-Latina, Adital, Radio Mundo Real y Radio Agencia Noticias do Planalto)
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