a Por el 'Operativo Independencia Tucumán'(1975) no hay ningún responsable preso ni condenado.
Hace 33 años, exactamente el 5 de febrero de 1975, la entonces presidente de la Nación María Estela Martínez de Perón firmaba el decreto Nº 261 que ordenaba al ejército “ejecutar las operaciones que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán”.
La firma de este decreto, avalado por todos los ministros del Gabinete, significó en la práctica la instauración de un genocidio que se continuaría con el golpe militar de 1976.
Desde entonces, el pueblo de esta provincia argentina ha ido transitando por las distintas impunidades y a convivir con represores genocidas, responsables de crímenes de Lesa Humanidad. Producto de la impunidad jurídica, política y social, las Fuerzas Armadas y de Seguridad seguían y siguen siendo un eficaz escondite de torturadores.
Dentro de este contexto, transcurridos ya cuatro años desde la anulación de leyes de impunidad, solo se realizaron tres juicios con dos represores condenados, uno asesinado y un testigo y querellante desaparecido.
Dentro de este contexto, transcurridos ya cuatro años desde la anulación de leyes de impunidad, solo se realizaron tres juicios con dos represores condenados, uno asesinado y un testigo y querellante desaparecido.
En Tucumán, de los cientos de represores apenas algunos han sido citados por la justicia, y hoy por tener 70 años de edad se encuentran alojados en sus respectivos domicilios y no en cárceles comunes. El caso más emblemático es el del genocida Antonio Domingo Bussi, quien se encuentra con prisión domiciliaria en la finca de recreo de sus hijos.
La convicción de reclamar Memoria, Verdad y Justicia sobre el Operativo Independencia se ha hecho eco en muchos sectores. Pero, por otro lado, en el imaginario social o el ‘pensamiento de la gente común’ los crímenes de Lesa Humanidad tienen fecha de inicio en el 24 de marzo de 1976, por lo que aún hoy el Operativo Independencia no ha tenido en la sociedad ni en la clase política en su conjunto el repudio generalizado que tiene la última dictadura militar. Este supuesto vacío en nuestra historia reciente solamente ha servido para alimentar y fortalecer la teoría de los dos demonios, y perpetuar la impunidad.
Al cumplirse los 33 años del Operativo Independencia poco se ha dicho aún sobre las responsabilidades que le caben al gobierno constitucional de 1975 por la puesta en práctica de una maquinaria del terror, en la que participaron en Tucumán al menos 5.000 hombres de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Estos 33 años de impunidad de los crímenes de Estado del Operativo Independencia deben servir para despertar la memoria y activar la condena a todos los responsables políticos, económicos y materiales de estos hechos. Repudiar el olvido y la indiferencia, teniendo siempre presente a todos los luchadores populares que fueron víctimas de ese proceso genocida es lo que hoy nos convoca y nos mueve a poner todos nuestros esfuerzos en el pedido de justicia. Ellos se enfrentaron a un sistema de injusticia, explotación y represión; fueron los que pasaron por los diferentes Centros Clandestinos de Detención instalados a partir de 1975, fueron torturados, asesinados salvajemente y desaparecidos. Su lucha merece un permanente homenaje y su memoria sigue pidiendo LIBERTAD.
Juicio y Castigo a todos los responsables militares y civiles del Operativo Independencia
Aparición con vida ya de Jorge Julio López
(Basado en un texto del Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán-
H.I.J.O.S.)
La convicción de reclamar Memoria, Verdad y Justicia sobre el Operativo Independencia se ha hecho eco en muchos sectores. Pero, por otro lado, en el imaginario social o el ‘pensamiento de la gente común’ los crímenes de Lesa Humanidad tienen fecha de inicio en el 24 de marzo de 1976, por lo que aún hoy el Operativo Independencia no ha tenido en la sociedad ni en la clase política en su conjunto el repudio generalizado que tiene la última dictadura militar. Este supuesto vacío en nuestra historia reciente solamente ha servido para alimentar y fortalecer la teoría de los dos demonios, y perpetuar la impunidad.
Al cumplirse los 33 años del Operativo Independencia poco se ha dicho aún sobre las responsabilidades que le caben al gobierno constitucional de 1975 por la puesta en práctica de una maquinaria del terror, en la que participaron en Tucumán al menos 5.000 hombres de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Estos 33 años de impunidad de los crímenes de Estado del Operativo Independencia deben servir para despertar la memoria y activar la condena a todos los responsables políticos, económicos y materiales de estos hechos. Repudiar el olvido y la indiferencia, teniendo siempre presente a todos los luchadores populares que fueron víctimas de ese proceso genocida es lo que hoy nos convoca y nos mueve a poner todos nuestros esfuerzos en el pedido de justicia. Ellos se enfrentaron a un sistema de injusticia, explotación y represión; fueron los que pasaron por los diferentes Centros Clandestinos de Detención instalados a partir de 1975, fueron torturados, asesinados salvajemente y desaparecidos. Su lucha merece un permanente homenaje y su memoria sigue pidiendo LIBERTAD.
Juicio y Castigo a todos los responsables militares y civiles del Operativo Independencia
Aparición con vida ya de Jorge Julio López
(Basado en un texto del Grupo de Investigación sobre el Genocidio en Tucumán-
H.I.J.O.S.)
En libertad co-autor de la 'Masacre de Palomitas'
Organismos de derechos humanos denunciaron ayer que un ex represor, involucrado en el fusilamiento de doce presos políticos en 1976, ha violado la detención domiciliaria que le impuso la justicia y se pasea en libertad. El ex represor, teniente coronel (R) Hugo César Espeche, debe cumplir prisión domiciliaria en la ciudad de Comodoro Rivadavia, 1.853 kilómetros al sur de Buenos Aires. Espeche está considerado partícipe secundario del delito de "homicidio doblemente calificado" en la denominada "Masacre de Palomitas". La masacre fue cometida el 6 de julio de 1976 en el paraje Las Palomitas, Salta, 1.625 kilómetros al norte de Buenos Aires, cuando 12 presos políticos fueron fusilados cuando eran trasladados de un penal a otro, durante un supuesto "intento de fuga".
(Fuente: Vientos del Sur-H.I.J.O.S Tucumán y ANSA-Latina)
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