El último informe presentado por el ente brasileño Consejo Indigenista Misionero (CIMI) asegura que los hechos de violencia contra pueblos originarios aumentaron un 60 por ciento entre 2006 y 2007. Al menos 92 indígenas fueron asesinados en 2007.El estado de Mato Grosso do Sul es donde más muertes violentas se produjeron: un total de 50 muertes en el periodo analizado.
El informe señala que más del 50 por ciento de la juventud indígena es víctima de la violencia y que la falta de reconocimiento de las tierras indígenas continúa siendo la principal causa de conflictos.
El desconocimiento de la propiedad ancestral de tierras de las comunidades indígenas da lugar a amenazas, intentos de asesinato y muertes por suicidio.
El informe también señala la falta de atención médica y las invasiones de tierras indígenas como otras formas de violencia.
El estudio se basa en informaciones de comunidades indígenas y en las noticias de diarios de todo el país.
Los datos preocupan porque involucran a un gran número de adolescentes y jóvenes asesinados, tanto por los propios indígenas como por personas que no pertenecen a las comunidades.
El informe señala que más del 50 por ciento de la juventud indígena es víctima de la violencia y que la falta de reconocimiento de las tierras indígenas continúa siendo la principal causa de conflictos.
El desconocimiento de la propiedad ancestral de tierras de las comunidades indígenas da lugar a amenazas, intentos de asesinato y muertes por suicidio.
El informe también señala la falta de atención médica y las invasiones de tierras indígenas como otras formas de violencia.
El estudio se basa en informaciones de comunidades indígenas y en las noticias de diarios de todo el país.
Los datos preocupan porque involucran a un gran número de adolescentes y jóvenes asesinados, tanto por los propios indígenas como por personas que no pertenecen a las comunidades.
Peleas por la posesión de la tierra
Mato Grosso do Sul, es un caso paradigmático en el que los crimenes contra indígenas aumentan con respecto a 2006 en un 92%. Según el Consejo Indigenista Misionero, en su mayoría los asesinatos cuya autoría fue identificada, fueron cometido por indígenas, en peleas. En 2006 fueron 24 los casos y en 2007, 31 casos. Pero también hay muchos casos en los que la autoría permanecía desconocida hasta la elaboración del informe.
Las peleas internas son un retrato de la pequeña cantidad de tierra para tanta gente, en algunas aldeas hay menos de 1 hectárea de tierra por persona. Con esta situación, los indios no tienen dónde plantar, teniendo muchas veces que salir de las aldeas en busca de trabajo asalariado.
Las peleas internas son un retrato de la pequeña cantidad de tierra para tanta gente, en algunas aldeas hay menos de 1 hectárea de tierra por persona. Con esta situación, los indios no tienen dónde plantar, teniendo muchas veces que salir de las aldeas en busca de trabajo asalariado.
En Mato Grosso do Sul las comunidades Guarani-Kaiowá viven bajo clima de tensión, compartiendo parcelas exiguas de tierra, o en campamentos a la vera de los caminos y hasta inclusive en tierras demarcadas de grupos de Tekohás (tierra tradicional).
Para la antropóloga Lúcia Rangel, que organizó el informe, la situación del pueblo Guarani-Kaiowá es igual a la constatada en el informe de 2003/2005. "Los datos muestran que un verdadero genocidio continúa en curso en Mato Grosso do Sul : mayor número de víctimas de asesinato, tentativas de asesinato, suicidios; índices todavía altos de desnutrición, mortalidad infantil, alcoholismo y toda suerte de agresiones y amenazas".
Además, los indios tienen que convivir en medio de grandes plantaciones (caña de azúcar, soja, maíz) y pecuaria extensiva que contaminan con agrotóxicos las fuentes de agua, que provocan enfermedades y no dejan espacio para la agricultura familiar. Los indios, que dejan sus aldeas en busca de trabajo, son adsorbidos por los ingenios de caña de azúcar, donde el informe da cuenta de casos de trabajos en condiciones degradantes o análogas a la esclavitud.
Además, los indios tienen que convivir en medio de grandes plantaciones (caña de azúcar, soja, maíz) y pecuaria extensiva que contaminan con agrotóxicos las fuentes de agua, que provocan enfermedades y no dejan espacio para la agricultura familiar. Los indios, que dejan sus aldeas en busca de trabajo, son adsorbidos por los ingenios de caña de azúcar, donde el informe da cuenta de casos de trabajos en condiciones degradantes o análogas a la esclavitud.
Después de Mato Grosso do Sul, Maranhão fue el estado en el que se registró el mayor número de asesinato de indígenas, 10 víctimas. Según el Cimi, tres de esas víctimas están relacionadas con el problema de la explotación ilegal de madera en la tierra Araribóia, del pueblo Guajajara. El pueblo Awá Guajá está sufriendo amenazas mediante la deforestación de la región y también enfrenta diariamente la presencia de esos madereros. El pueblo Guajajara, es afectado además por la presencia de la Vale en su territorio.
"En 2006, los dos casos de homicidios culposos registrados en el estado están ligados a la vía férrea de la empresa que corta la tierra Maranduba, de los Guajajara", dice el informe.
"En 2006, los dos casos de homicidios culposos registrados en el estado están ligados a la vía férrea de la empresa que corta la tierra Maranduba, de los Guajajara", dice el informe.
Además, en 2006, el Cimi registró 32 casos de invasiones de toma de posesión de tierra y explotación de recursos naturales en los estados de Amazonas, Bahía, Ceará, Maranhão, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Pará, Rondonia, Roraima, Tocantins y Santa Catarina.
(Fuentes: Agencia PÚLSAR, Adital y Radioagencia NP)
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