Miles de campesinos bolivianos que llegaron a Sucre de todo el país, amenazaron ayer con oponerse a cualquier acción que impida a la Constituyente y pidieron "diálogo y concertación para preservar la unidad del país". Las organizaciones sociales reunidas en Sucre, sur de Bolivia, advirtieron que se movilizarán para garantizar el trabajo de la Constituyente tras recordar que la Asamblea "es fruto de la lucha social y una de sus principales demandas desde hace muchos años". "No queremos ir al extremo, pero las cosas están llegando a un límite tal que los pueblos del Chaco y del Oriente vamos a desenvainar nuestros arcos y vamos a venir para ver si la Asamblea se reúne o la movemos a otro lado", advirtió Adolfo Chávez, dirigente de la Confederación de Pueblos Indígenas de las Tierras Bajas. La reunión instó a la Asamblea a reanudar su trabajo "lo antes posible" y ratificó a Sucre como sede de la Asamblea, pero abrió también la posibilidad de que pueda trasladarse a otra ciudad si persisten las protestas que obligaron a su directiva a declarar un receso de 30 días.
La cumbre acordó que los constituyentes dejen de percibir sus dietas mientras no trabajen.
"El pueblo que ha pedido la Asamblea definirá" el rumbo futuro de la Constituyente, dijo su presidenta, Silvia Lazarte, quien informó a la Cumbre las razones que obligaron a la directiva de la Constituyente a decretar el viernes un receso de 30 días, en medio de las violentas algaradas desencadenadas por estudiantes derechistas.
Ante la llegada el domingo de miles de campesinos, el gobierno deslindó toda responsabilidad en la organización de la Cumbre Social, aunque la primera columna en llegar a Sucre estuvo encabezada por el senador Lino Vilca, del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS). Según Isaac Avalos, dirigente de la Confederación Unica de Campesinos, al promediar el mediodía habrían llegado 50.000 campesinos. Tan sólo desde Chapare, en el centro geográfico de Bolivia, llegaron unos 20.000 cultivadores de hoja de coca de los cuales el presidente Evo Morales es todavía su dirigente.
La cumbre social advierte que se asumirán medidas “más radicales” si las logias siguen conspirando
En la Cumbre Social, se reunieron dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, la Federación Nacional de Trabajadoras Campesinas Bartolina Sisa, las seis Federaciones de cocaleros de Cochabamba y la Coordinadora Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz, entre otros gremios campesinos e indígenas nacionales anunciaron el inicio de una batalla a muerte contra la "extrema derecha fascista" que, según ellos, obstaculiza las reformas sociales y económicas emprendidas por el gobierno de Evo Morales.
Las organizaciones campesinas e indígenas acordaron "defender hasta con sus vidas la Asamblea Constituyente" y el proceso irreversible de cambios “impulsado por la fuerza histórica de nuestros pueblos y naciones indígenas originarias campesinas junto a las organizaciones sociales populares”.
“Los movimientos sociales del campo y la ciudad defenderemos el proceso de cambio a la cabeza del hermano Evo Morales Ayma, Presidente Constitucional de la República, quien viene realizando cambios profundos estructurales en lo económico, político y social en cumplimiento del mandato del pueblo”, indica uno de los puntos del manifiesto subscrito por los movimientos al término de la cumbre social.
Las organizaciones campesinas e indígenas acordaron "defender hasta con sus vidas la Asamblea Constituyente" y el proceso irreversible de cambios “impulsado por la fuerza histórica de nuestros pueblos y naciones indígenas originarias campesinas junto a las organizaciones sociales populares”.
“Los movimientos sociales del campo y la ciudad defenderemos el proceso de cambio a la cabeza del hermano Evo Morales Ayma, Presidente Constitucional de la República, quien viene realizando cambios profundos estructurales en lo económico, político y social en cumplimiento del mandato del pueblo”, indica uno de los puntos del manifiesto subscrito por los movimientos al término de la cumbre social.
Las organizaciones, que se declararon en emergencia y vigilia permanente, advirtieron a los pequeños grupos de las “logias fascistas” que de seguir desinformando a la población y perjudicando a la Constituyente, asumirán otras medidas “más radicales”. Se comprometieron a organizar “Comités de Defensa de la Asamblea Constituyente” a través de confederaciones, federaciones, juntas vecinales, asociaciones, sindicatos, capitanías, tentas, ayllus y todas las organizaciones sociales populares.“Ya no le tenemos miedo al Comité Cívico Cruceño, comenzó la lucha hermanos, contagiemos este apoyo al cónclave y a nivel nacional a nuestro presidente y compañero Evo Morales (…) ellos no quieren el cambio, pero van a tener que someterse al cambio, porque estamos aquí quechuas, aymaras y guaraníes”, dijo Alina Canaviri ,la representante de las mujeres campesinas de Santa Cruz . “Nos hemos organizado para impedir que un grupo de 50 familias oligárquicas de Santa Cruz conspiren contra los más de nueve millones de habitantes en todo el país, le declaramos la guerra a la oligarquía”, dijo el dirigente indígena Lázaro Taco. La Federación de Mineros, que no participó en la cumbre de Sucre, anunció que en país se ha desatado la lucha de clases entre pobres y ricos.
Además, las organizaciones que forman parte del Pacto de Unidad, el brazo social del gobierno, exigieron que se instalen de inmediato las sesiones de la Asamblea en otro departamento –aunque manteniendo como sede la ciudad de Sucre– en caso de que no se brinden las garantías democráticas para que los constituyentes sesionen en la capital. El Pacto de Unidad respaldó a Silvia Lazarte, presidenta de la Magna Asamblea, “que por ser mujer indígena de pollera fue discriminada por sectores oligárquicos racistas de la ciudad de Sucre”.
Desde Ecuador, el presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa Humberto Cholango expresó su solidaridad e irrestricto respaldo a las políticas emprendidas por Morales a favor de millones de excluidos “por aquellos que hoy se rasgan las vestiduras, pretendiendo confundir al pueblo con sus ropajes de ovejas cuando son los lobos rapaces que siempre sumieron al pueblo boliviano en la más penosa pobreza”. Cholango rechazó enérgicamente el “plan golpista trazado por el gobierno de los Estados Unidos, en contubernio con los sectores oligárquicos de Bolivia, y que está siendo implementado a través de USAID”, la agencia de Estados Unidos para desarrollo Internacional. "Ese plan incluye, la entrega de millones de dólares a organizaciones, periodistas, columnistas, partidos políticos serviles y antipatrióticos, que como peones de la más baja calaña se prestan a estos actos de traición a la Patria, misma que hoy se debate en un parto de dolor para parir una Bolivia digna, justa, fraterna y soberana”, dice el comunicado de apoyo firmado de las organizaciones indígenas de Ecuador.
(Fuentes: ANSA-Latina y Bolpress)
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