La Corte Federal de Nueva York ha dado la razón a la parte ecuatoriana y ha ordenado a la empresa petrolera Chevron Texaco someterse a la justicia ecuatoriana, desestimando la posibilidad de un arbitraje en el juicio que le siguen 30 mil ecuatorianos por daños ambientales y sociales. La justicia no dio lugar a la presentación efectuada por la empresa ante los tribunales estadounidenses.
Según la resolución del Juez Federal del Distrito Sur de Nueva York, Leonard Sand, la empresa deberá someterse a las leyes ecuatorianas, puesto que no existe Acuerdo de Operación Conjunta entre el gobierno ecuatoriano y Texaco y por lo tanto ninguna posibilidad de un arbitraje externo.
De esta forma, la petrolera sufrió un duro revés en su intención de que el Estado ecuatoriano asuma los costos de sus malas prácticas en ese país.
Asimismo, al fallo en Estados Unidos se suma a la disposición emitida por la Corte Superior de Lago Agrio que ordenó el inicio de un peritaje global, que diagnosticará el daño causado por Texaco en las provincias ecuatorianas de Sucumbíos y Orellana y cuantificará el monto económico que deberá pagar la petrolera.
Origen del proceso
La Texaco operó entre 1964 y 1992 una concesión en la Amazonía de cerca de un millón de hectáreas. Según los expertos, el área sufre el peor desastre ambiental del mundo generado por la extracción de crudo.Cercada por las pruebas Texaco intentó responsabilizar a la estatal Petroecuador.
Sin embargo, las pruebas científicas y periciales evidencian la existencia de contaminación en zonas no operadas por la estatal ecuatoriana.
Se estima que la multinacional descargó en la zona unos 18 mil millones de galones de agua toxica y dejó mil piscinas llenas de crudo.
La empresa deberá responder ante la justicia y compensar a los más de 30 mil afectados directos por la contaminación.
Más daños que con el Exxon Valdez
Antes de que el tribunal de Nuea York dictara su resolución, el Frente de Defensa de la Amazonía recordaba cómo Petroecuador se encargó de los pozos explotados por Texaco, de su infraestructura defectuosa y prácticas operacionales inadecuadas, cuando la multinacional de origen norteamericano abandonó en 1992 el país. La contaminación del entorno en la región norte del Oriente se originó con las operaciones hidrocarburíferas de la transnacional; no de la entidad estatal, constataba el Frente en su informe.
El daño ecológico supera 30 veces al famoso desastre petrolero de Exxon Valdez en Estados Unidos, pues se estima que esa compañía descargó 18 mil millones de galones de agua toxica y dejó mil piscinas llenas de crudo en la selva ecuatoriana.
Un dessatre que movilizó a miles de personas y que genéró una campaña internacional en la que participaron también personajes famosos como las actrices Trudie Styler, esposa del cantante británico Sting, y la estadounidense Daryl Hannah.
Fotógrafos como Lou Dematteis y Kayana Szymczak viajaron a la zona amazónica y captaron con sus lentes la tierra y lagunas envenenadas con crudo y montaron exposiciones en Nueva York, San Francisco y ahora en Quito.
Para Jaime Tachim, presidente de la comunidad indígenas Achuar, estas acciones han permitido cerrarle el paso a Texaco, que deberá responder ante la justicia y compensar a los más de 30 mil afectados directos por la contaminación.
Esa campaña ha facilitado además intensificar la lucha contra la explotación petrolera en la Amazonía, considerado como el pulmón del planeta.
Tanto Styler, como Hannah respaldaron la propuesta del gobierno ecuatoriano de pedir apoyo internacional para mantener el crudo represado en el subsuelo del parque nacional Yasuní.
Antes de que el tribunal de Nuea York dictara su resolución, el Frente de Defensa de la Amazonía recordaba cómo Petroecuador se encargó de los pozos explotados por Texaco, de su infraestructura defectuosa y prácticas operacionales inadecuadas, cuando la multinacional de origen norteamericano abandonó en 1992 el país. La contaminación del entorno en la región norte del Oriente se originó con las operaciones hidrocarburíferas de la transnacional; no de la entidad estatal, constataba el Frente en su informe.
El daño ecológico supera 30 veces al famoso desastre petrolero de Exxon Valdez en Estados Unidos, pues se estima que esa compañía descargó 18 mil millones de galones de agua toxica y dejó mil piscinas llenas de crudo en la selva ecuatoriana.
Un dessatre que movilizó a miles de personas y que genéró una campaña internacional en la que participaron también personajes famosos como las actrices Trudie Styler, esposa del cantante británico Sting, y la estadounidense Daryl Hannah.
Fotógrafos como Lou Dematteis y Kayana Szymczak viajaron a la zona amazónica y captaron con sus lentes la tierra y lagunas envenenadas con crudo y montaron exposiciones en Nueva York, San Francisco y ahora en Quito.
Para Jaime Tachim, presidente de la comunidad indígenas Achuar, estas acciones han permitido cerrarle el paso a Texaco, que deberá responder ante la justicia y compensar a los más de 30 mil afectados directos por la contaminación.
Esa campaña ha facilitado además intensificar la lucha contra la explotación petrolera en la Amazonía, considerado como el pulmón del planeta.
Tanto Styler, como Hannah respaldaron la propuesta del gobierno ecuatoriano de pedir apoyo internacional para mantener el crudo represado en el subsuelo del parque nacional Yasuní.
El objetivo es dejar el crudo en tierra
Pero tanto indígenas como ecologistas quieren ir más allá. Hace unos meses que, organizaciones ecologistas y de la sociedad civil de Ecuador iniciaron una campaña de recolección de firmas para pedir una ley que impida el crudo del campo Ishpingo-Tambococha-Tituputini, ubicado en el Parque Nacional Yasuní, sea explotado y se vulnere así el ecosistema del lugar amazónico.La campaña está apoyada por el ministro de Energía de Ecuador, Alberto Acosta, quien fue el primero en poner su firma de apoyo a la iniciativa, bautizada como "Mantener el crudo en tierra. Un desafío para Ecuador y el mundo".
El gobierno ecuatoriano ha anunciado que pondrá el campo, con mil millones de reservas de crudo probadas, a licitación en 2008, pero que podría mantener el petróleo en tierra si la comunidad internacional "compensa" a Ecuador por la no explotación. De conseguir 350 millones de dólares anuales por no explotar el crudo, el gobierno no realizará la extracción.Una de las iniciativas al respecto, planteada por Acosta, es lograr un "canje masivo de deudas" para que esos fondos sean puestos en un fideicomiso que genere los recursos que requiere Ecuador para compensar la no explotación. El Parque Nacional Yasuní tiene 892 mil hectáreas, es Reserva Mundial de la Biósfera y en él habitan especies de flora y fauna endémicas así como comunidades indígenas que no han tenido contacto con la civilización.
(Fuentes: Agencia PÚLSAR, Agencia APM-Pensa Latina, Canal RTU-Ecuador)
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