Al menos 31 reclusos de una cárcel de la ciudad de Santiago del Estero murieron anoche asfixiados o quemados en un incendio, provocado por los presos, al iniciar un motín en demanda de mejores condiciones y la agilización de sus causas. En el penal, la mayoría están a la espera de ser juzgados.
Un incedio de gran magnitud se desató en los pabellones 2 y 3 del Penal de Varones, el mayor de la provincia, que alberga a 467 reclusos. Todo comenzó con la quema de colchones. El ministro de Justicia provincial , Ricardo Daives, precisó esta mañana a Radio 10 que si bien hay “29 muertos registrados”, cuenta con “versiones que podría haber uno o dos más” fallecidos.
El motín estalló alrededor de las 18.30 del domingo en un pabellón del Penal , que alberga a 467 reclusos, la mayoría procesados sin condena, según informaron autoridades gubernamentales y judiciales. "Se trató de un motín con intento de fuga que se originó en el pabellón 2, donde había 42 internos procesados", afirmó el director del establecimiento, Rodolfo Camaño, quien aseguró que ninguno logró fugarse. El episodio se inició poco después del horario de visitas, cuando presos del pabellón 2 comenzaron a quemar colchones y muebles contra las rejas de acceso, iniciando un siniestro que terminó siendo mortal para la mayoría de ellos.
Los esfuerzos de los bomberos que acudieron ante la emergencia se vieron dificultados por el mal funcionamiento de la autobomba .El motín se extendió a otros dos pabellones, en particular al 3, contiguo del devastado 2, que continuaba fuera del control de las autoridades después de la pasada medianoche.
Los reclusos pedían la agilización de los procesos judiciales, rebajas de condenas y mejoras en el régimen de visitas y en la alimentación. Algunos familiares también se quejaron de lo que describieron como inacción de las autoridades ante el tráfico de drogas en el interior de la cárcel. Bajo las órdenes del juez Ramón Tarchini Saavedra, unos doscientos efectivos del cuerpo de infantería y de la policía montada de la provincia fueron desplegados en torno del penal para reforzar a los agentes del Servicio Penitenciario Federal que está a cargo del establecimiento.
Muertos por asfixia o quemaduras graves
Muchos de los muertos fueron encontrados en el baño del pabellón, con pañuelos o trapos mojados improvisados como máscaras contra los gases tóxicos de la combustión. El hospital regional "Ramón Carrillo" atendió además a once reclusos y cuatro carceleros con principio de asfixia o quemaduras, y a una media docena de familiares de las víctimas con crisis nerviosas.
Unos doscientos familiares de los presos se congregaron en las inmediaciones del penal procurando información sobre la suerte de sus parientes detenidos, y decenas de ellos participaron en tres escaramuzas con las fuerzas de seguridad, que llegaron a usar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.
El secretario de Derechos Humanos del Obispado de Santiago del Estero, presbítero Sergio Lamberti, intentó organizar un intercambio de información entre reclusos y familiares a través de un megáfono. Apostado sobre uno de los muros de la cárcel, el sacerdote reproducía por el aparato los nombres que le daban los familiares y desde adentro del penal los reclusos informaban qué sabían de ellos.Una fuente judicial proporcionó a la agencia Télam una nómina con los nombres de 30 fallecidos. La fuente indicó que un cuerpo permanecía sin identificar en la morgue del hospital, cuya capacidad para atender heridos, almacenar los cadáveres y efectuar las autopsias fue desbordada, por lo que hubo derivaciones al hospital Independencia."Se están haciendo las autopsias y los cadáveres serán entregados en pocas horas a las familias", dijo el ministro provincial de Justicia, Ricardo Daives.
En Formosa, la revuelta dejó un muerto
En Formosa, la revuelta dejó un muerto
Un recluso de avanzada edad falleció anoche de un paro cardíaco y fue la única víctima del motín de la Alcaidía Policial de Formosa. La revuelta que comenzó cerca de las 22 horas y, a primeras horas de hoy, fue controlado . No descartan que las noticias del motín de Santiago hayan influido en la actitud de los detenidos.
En el motín participaro los presos del sector de Condenados del establecimiento, situado en el barrio San Antonio, en las afueras de la ciudad de Formosa, que alberga entre doscientos y trescientos presos. Fuentes policiales no descartaron que las noticias del motín en Santiago del Estero, hayan influido en la actitud de los detenidos en Formosa. Los presos quemaron colchones y otros elementos, pero el fuego no se descontroló como ocurrió en la capital santiagueña. El establecimiento fue rodeado por fuerzas policiales que concurrieron en apoyo del personal penitenciario, para prevenir intentos de fuga, informó el jefe de la policía provincial, comisario Crisanto Ortiz.
Superpoblación carcelaria y elevado número de preventivos
En el motín participaro los presos del sector de Condenados del establecimiento, situado en el barrio San Antonio, en las afueras de la ciudad de Formosa, que alberga entre doscientos y trescientos presos. Fuentes policiales no descartaron que las noticias del motín en Santiago del Estero, hayan influido en la actitud de los detenidos en Formosa. Los presos quemaron colchones y otros elementos, pero el fuego no se descontroló como ocurrió en la capital santiagueña. El establecimiento fue rodeado por fuerzas policiales que concurrieron en apoyo del personal penitenciario, para prevenir intentos de fuga, informó el jefe de la policía provincial, comisario Crisanto Ortiz.
Superpoblación carcelaria y elevado número de preventivos
El último informe sobre el sistema penitenciario argentino del Defensor del Pueblo de la Nación, que es del año 2006, dice textualmente en su prólogo:"La mayoría de las cárceles del país cuentan con superpoblación, existiendo duras condiciones de hacinamiento que nunca terminan de resolverse".
El informe revela además que la superpoblación carcelaria esta estimada en un 14.5% y que, "de un colectivo de alrededor de 63.000 personas privadas de libertad, sólo el 39% de ellos tiene condenas efectivas." En el Sistema Penitenciario Federal los presos infectados con el virus HIV ascienden al 4.5%.
"Estos datos, por sí solos-dice el informe-, demuestran que el sistema carcelario es un medio violento, en el que tienen lugar diferentes formas de degradación de los derechos humanos. Sus falencias parecen encontrar una única forma de escape a través de nuevas manifestaciones de violencia, como lo ponen en evidencia los reiterados y cruentos motines que se producen en las unidades penitenciarias.
La problemática apuntada es histórica, incluso se puede calificar como endémica. La realidad carcelaria se revela como una sistemática violación de parte del Estado de la norma constitucional, de los compromisos internacionales y de las regulaciones legales."
"Estos datos, por sí solos-dice el informe-, demuestran que el sistema carcelario es un medio violento, en el que tienen lugar diferentes formas de degradación de los derechos humanos. Sus falencias parecen encontrar una única forma de escape a través de nuevas manifestaciones de violencia, como lo ponen en evidencia los reiterados y cruentos motines que se producen en las unidades penitenciarias.
La problemática apuntada es histórica, incluso se puede calificar como endémica. La realidad carcelaria se revela como una sistemática violación de parte del Estado de la norma constitucional, de los compromisos internacionales y de las regulaciones legales."
Larga historia de motines y de pésimas condiciones carcelarias
En septiembre de 2005, un incendio en la cárcel de Magdalena, en la provincia de Buenos Aires, dejó 33 internos muertos, la mayor parte de ellos procesados sin condena. La tragedia sirvió para que se supiera eso y, además, que el 90% de los presos de la cárcel de Magdalena se encontraban en iguales condiciones. Y no sólo eso sino que el 62% de los 62.500 internos del país no tenían condena.
El grave motín de hoy en Santiago del Estero sirve, de nuevo, para saber que nada ha cambiado desde entonces.
El problema de los presos sin condena no es único de Argentina, sino que también se repite en otros países de América Latina. Lo que llama la atención de Argentina es la gran cantidad de presos que está en esta condición.
En la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra el mayor número de internos, la situación es especialmente preocupante. Allí, el 75% de los presos no tiene condena.
La mayoría de los prisioneros en las cárceles argentinas aguardan un fallo judicial. La prisión preventiva se basa en dos cuestiones fundamentales: que la persona no se fugue durante el proceso y que no entorpezca la investigación.
Si bien no existen cifras oficiales, se estima que el 30% de los presos termina absuelto una vez que se celebra el juicio. En la gran mayoría de los casos, quienes salen libres no reciben ningún tipo de compensación por parte del Estado, aún después de haber pasado dos o tres años en prisión.
A todo esto se suma el hecho de que, al igual que en otros países latinoamericanos, las cárceles argentinas están superpobladas y las condiciones de vida en ellas deja mucho que desear.
A todo esto se suma el hecho de que, al igual que en otros países latinoamericanos, las cárceles argentinas están superpobladas y las condiciones de vida en ellas deja mucho que desear.
(Fuente: Agencia TÉLAM, Defensor del Pueblo de la Nación y BBC-Mundo)
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