20.11.07

Uruguay-Argentina:Papeleras

UN ESTUDIO AMBIENTAL CONFIRMA QUE BOTNIA USA 13 QUÍMICOS PELIGROSOS. MONTEVIDEO DECIDE MANTENER CERRADO EL PUENTE SAN MARTÍN

Un estudio de la consultora Ecometrix sostiene que la planta de celulosa en Fray Bentos, Uruguay, utiliza 13 productos químicos peligrosos. Además, informa que Botnia producirá en el largo plazo 150 toneladas anuales de residuos tóxicos.El informe fue publicado en la página oficial de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial y avaló el inicio del trabajo en la fábrica.
El documento indica que la planta generará residuos tóxicos entre los que se enumeran aceites, disolventes, detergentes, baterías, residuos de laboratorios, plaguicidas y luces fluorescentes. El estudio llamado "Monitoreo independiente de desempeño con arreglo a los requisitos de la Corporación Financiera Internacional" advierte que nueve de los trece productos químicos peligrosos serán trasladados en barco hasta la planta. Además, el informe fechado el 13 de noviembre, detalla que Botnia "ya cumplió con todos los requisitos exigidos para prevenir accidentes, condición que le impuso el Banco Mundial cuando le concedió un préstamo millonario. Aunque el documento pone de relieve los efectos negativos en el ambiente y en la salud humana si ocurriesen accidentes, derrames o errores en su manipulación.

Botnia admite que usa tóxicos, "con cuidado"
La dirección de la papelera Botnia, instalada sobre el Río Uruguay fronterizo con Argentina, admite que la fabrica utiliza productos tóxicos, pero asegura que su manejo es "cuidadoso y seguro". La responsable de las comunicaciones de la empresa, Florencia Herrera, señaló que los productos peligrosos se trasladan "en barcos especialmente diseñados" y advirtió que los mismos tóxicos son empleados "en fábricas de distinta producción".
Herrera afirma que la empresa adoptó los recaudos para que "esto no genere inconvenientes" y apuntó que la planta, que comenzó a producir el 9 de noviembre, "funciona en forma correcta y cumpliendo con los estándares acordados" con las autoridades uruguayas de medio ambiente. Añadió que según uno de los directores finlandeses que se desempeñan en la fábrica, "la puesta en marcha de Botnia fue una de las más eficientes en las que participó".
Desde el lado argentino, más protestas

Antes de conocerse este estudio, en la orilla argentina del río, las asambleas ciudadanas de Entre Ríos organizaron ya bloqueos, durante el fin de semana, a los tres puentes internacionales que conectan esa provincia con Uruguay. Y lo hicieron para protestar por el inicio, por sorpresa, de la producción en la papelera Botnia. Los cortes se realizan en Colón, en el puente que une esa localidad con la vecina Paysandú, en Concordia, donde se obstaculiza el transito hacia la localidad uruguaya de Salto y, especialmente, en Gualeguaychú, ciudad argentina ubicada frente a Fray Bentos donde está emplazada la planta productora de celulosa de Botnia, y que mantiene un bloqueo permanente que cumple ya un año.


El gobierno uruguayo mantiene cerrado el puente de San Martín
El Consejo de Ministros de Uruguay decidió postergar la anunciada decisión sobre el cierre de fronteras en el puente General San Martín, que une la ciudad de Fray Bentos con Puerto Unzué, en Argentina. El ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, que dijo a la prensa que "se evaluó el levantamiento de la medida", pero indicó que "quedan consultas por hacer y no habrá decisión hasta que se realicen". El gobierno uruguayo decidió el viernes 9 impedir el paso por el puente internacional debido al anuncio para el día siguiente de una protesta de ambientalistas y vecinos de la ciudad argentina de Gualeguayuchú, contra la celulosa de la empresa finlandesa Botnia. El ministro Bonomi dijo que "el cierre del puente siempre estuvo relacionado con amenazas de algún tipo" y agregó que "cuando la situación se normalice se puede considerar el levantamiento" de la medida. Reiteró que falta acceder a las respuestas de consultas realizadas por el gobierno, "y más próximo al fin de semana se volverá a evaluar" cuándo se levantará el cierre del puente. La ministra del Interior, Daisy Tourné, dijo cuando se puso en práctica la medida, que su objetivo era "conservar al máximo la calma y la tranquilidad en el territorio nacional", ante el el anuncio de una protesta el sábado 10 de noviembre, dos días después de que la planta de Botnia entrara en funcionamiento, pese a que se había anunciado que se retrasaba la puesta en marcha, para facilitar la mediación que desarrollaba el rey de España, entre Argentina y Uruguay, durante la Cumbre Iberoamericana de Chile.
Botnia, la sombra de la Cumbre, antes del 'por qué no te callas'


La papelera de la finlandesa Botnia comenzó sus operaciones el viernes 9 de noviembre. Todo un mazazo que amenazaba con afectar a la Cumbre Iberoamericana que se iniciaba ese mismo día en Santiago de Chile.
El presidente uruguayo Tabaré Vázquez autorizó su puesta en marcha y horas después de recibir la habilitación, la planta situada en la margen oriental del río Uruguay, que sirve de límite entre ambos países, encendió las calderas. En inicio de operaciones desató el malestar de Argentina, que se opone a la fábrica por considerar que contaminará las aguas del río Uruguay.
Por su parte, el gobierno de Montevideo insistía en que el efecto ambiental será controlado y que Botnia representa una inversión vital para el país.
Durante su discurso en la Cumbre Iberoamericana, el aún presidente argentino, Néstor Kirchner, se manifestó "dolido" por la decisión uruguaya, y dijo que no la comprendía. Y pidió perdón al rey Juan Carlos, que actuaba como facilitador en el conflicto: "Le pido disculpas porque le solicité que medie en el problema con Uruguay. Hizo un esfuerzo tremendo. Nunca lo quise colocar en una situación difícil".
Para no quedarse atrás en alardes de demagogia, Tabaré Vázquez se quejó de los ambientalistas argentinos, que rechazan la planta de Botnia cortando los pasos fronterizos entre ambos países, y comparó sus acciones con el bloqueo que realiza Estados Unidos contra Cuba. Vázquez no sólo ordenó el cierre del paso fronterizo entre la ciudad uruguaya de Fray Bentos, donde se encuentra Botnia, y la localidad argentina de Gualeguaychú, sino que requirió a la fuerza aérea para que dispusiera la restricción de cualquier vuelo que pase a menos de cinco kilómetros de la planta papelera.
Por su parte, Argentina citó al embajador uruguayo en Buenos Aires y le entregó una carta de protesta por la autorización dada a Botnia por considerar que "agrava la controversia".
El conflicto bilateral ha llegado hasta el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, que aún debe pronunciarse sobre el fondo de la disputa. El gobierno de Buenos Aires denunció al de Montevideo ante ese tribunal por el supuesto de violar el tratado del Río Uruguay, al decidir unilateralmente la instalación de Botnia, algo que los uruguayos niegan. El año pasado, el Tribunal de La Haya rechazó la demanda argentino de frenar la construcción de la planta hasta que hubiera un fallo sobre el diferendo.
¿Quién tiene la razón?

El conflicto, limitado ahora a una papelera, cuando comenzó era sobre dos. La otra, una planta de propiedad española, desapareció de la polémica al decidir la empresa emplazarla en otro lugar del Uruguay más alejado del río. Pero, en el caso de la Botnia, ¿quién tiene ahora la razón?. El experto ambientalista Luis Tuninetti, director de 'Eco Sitio', escribía hace unos meses en Adital, un interesante artículo, del que trasnscribimos unos párrafos.

"
Nuestro hermano país, puede o no aceptar la contaminación que producirán las pasteras, pero el problema de fondo no es este si no económico.
Imaginemos una supuesta puesta en marcha de las plantas de procesamiento de celulosa en Fray Bentos, luego de un tiempo se comprueba efectivamente que están contaminando y los pobladores de Fray Bentos protestan; sus acciones, que pueden ser un bloqueo a la entrada de camiones a las plantas, perjudican a las empresas.
Las pasteras ya se anticiparon y lo pactaron con un contrato: el Estado uruguayo se verá obligado a indemnizar a las plantas de celulosa por sus pérdidas, aunque sean culpables de afectar el ambiente. Así lo establece el Acuerdo de Protección de Inversiones que Uruguay firmó con Finlandia, en cuyo artículo 6, sin anestesia, establece que "Los inversores que sufran pérdidas por revueltas, insurrecciones o manifestaciones serán indemnizados en efectivo, en moneda de libre conversión e inmediatamente transferible, con una cifra que se calculará según el criterio que resulte más favorable a los dueños de las empresas." Así de simple, Jorge Batlle vendió el alma a los capitales privados de un modo más ruin que el propio Menem en los 90 en nuestro país.
Aparte de este aspecto, las inversiones no podrán sufrir expropiaciones directas ni indirectas (¿que es una "expropiación indirecta"?) y en caso de controversia las empresas podrán saltearse los juzgados nacionales y llevar el tema a tribunales internacionales, según les parezca.

Sobre La Haya
La estrategia establecida por el gobierno nacional de recurrir a La Haya es para muchos especialistas ambientales un error garrafal, una contienda que estaba perdida desde un comienzo y que ahora juega en contra.
Es muy importante dejar en claro que el tribunal internacional no se expidió sobre el tema de la contaminación de este tipo de industria, hacerlo sería una catástrofe para la industria papelera y es un punto en el cual el mundo capitalista no está dispuesto a ceder. El fallo, en línea general, estableció en primera instancia que Uruguay no violó el tratado del Río Uruguay, y cuestiones menores, pero principalmente es solo esto.

Las papeleras contaminarán sí o sí
Las empresas tomarán agua del río Uruguay y la devolverán a su cauce tras emplear dióxido de cloro en el proceso de blanqueo con el gran problema de la escala de las empresas, las que producirán un millón y medio de toneladas de celulosa en conjunto según los documentos de la Comisión Binacional.
Estos residuos peligrosos generados contienen dioxinas y furanos, compuestos con muy poca capacidad para biodegradarse, elementos que quedan en la biosfera muchos años después de haber sido liberados y se almacenan en los tejidos de los organismos vivos ya que son liposolubles (se almacenan en grasa), técnicamente se denominan "AOX" (halogenuros orgánicos absorbibles). Los técnicos locales advirtieron que el río Uruguay está limpio, pero es un ecosistema frágil y las concentraciones de AOX en la costa argentina podrían elevarse a 0,024 mg/l, o sea que se elevaría el valor mínimo del río doce veces.
También está el problema del aire ya que una vez que se obtiene la pasta de celulosa, las empresas volcarán los desechos sólidos a un incinerador donde los queman para producir energía. El humo producido podría contener azufre, que en contacto con las nubes genera dióxido de azufre, es decir que la zona se vería afectada por la denominada "lluvia ácida"......... (Para leer todo el artículo)
(Fuentes: Agencia PÚLSAR, ANSA-Latina, BBC-Mundo y Adital)

No hay comentarios:

Archivo de Pepitorias

Datos personales

Mi foto
Periodista, especializado en Latinoamérica

Pepitorias está en:

BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog TOP 100 WEBLOGS  Bitacoras.com Unión de Bloggers Hispanos Comunidad Blog Hispano Directorio de blogs Blogosfera de Red Progresista Technorati Profile Add to Technorati Favorites
Monitorizar servidor

visitantes


Contador gratis Free counter and web stats