El Consejo Nacional de Política Energética de Brasil aprobó recientemente el reinicio del proyecto Angra III, la tercerA central nuclear del país, paralizada hace más de 20 años. De este modo, dicho Consejo autorizó la continuidad de la obra pese a que el proyecto no presenta todavía soluciones para el almacenamiento de los residuos químicos.
El almacenamiento provisional de estas substancias, utilizadas en las centrales nucleares Angra I y II puede representar riesgos de accidentes nucleares.
El almacenamiento provisional de estas substancias, utilizadas en las centrales nucleares Angra I y II puede representar riesgos de accidentes nucleares.
La obra tiene un costo superior a los 3 mil millones de dólares.
La construcción aún espera la licencia ambiental del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Ambientales Renovables.
Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente se opuso a la autorización concedida por el Consejo Nacional de Política Energética.
"Todo eso fortalece las exigencias de las grandes empresas que sólo desean lucro, independientemente de si esa energía va a causar daños ambientales o sociales", expresó Marco Antonio Trierveller, coordinador nacional del Movimiento de los Afectados por Represas.
La construcción aún espera la licencia ambiental del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Ambientales Renovables.
Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente se opuso a la autorización concedida por el Consejo Nacional de Política Energética.
"Todo eso fortalece las exigencias de las grandes empresas que sólo desean lucro, independientemente de si esa energía va a causar daños ambientales o sociales", expresó Marco Antonio Trierveller, coordinador nacional del Movimiento de los Afectados por Represas.
Brasil, a un paso de producir gas nuclear para sus centrales atómicas
Brasil, que domina la técnica del enriquecimiento del uranio, está a un paso de producir gas nuclear, con lo cual controlaría la totalidad del ciclo de ese combustibleinformó el Comandante de la Marina, Julio Moura.. Actualmente, el uranio inicialmente procesado y concentrado (yellowcake o urania), es enviado a Canadá, donde se lo somete al proceso de gasificación previo al enriquecimiento. Pero la Marina podría romper esa "dependencia" ya en 2008, a condición de recibir un aporte de apenas 20 millones de reales (menos de 10 millones de dólares) para completar el proyecto, dijo Moura en una entrevista con corresponsales extranjeros en Brasilia. "La transformación del yellowcake en gas, en lo que respecta a la Marina, es algo rápido: dependemos de 20 millones de reales. Considero que el ciclo del combustible ya está prácticamente dominado y eso será un beneficio muy grande para el país: la no dependencia", afirmó. Brasil ya domina el proceso de enriquecimiento, con centrifugadoras de fabricación propia, que podrían empezar a producir a escala comercial en los próximos dos o tres años. El objetivo es abastecer en combustible las dos centrales nucleares generadoras de electricidad en funcionamiento -Angra I y II- así como Angra III (todas en el estado de Rio de Janeiro), a la que el Gobierno acaba de darle el visto bueno. El combustible brasileño también debe servir para alimentar el reactor de un submarino a propulsión nuclear, en caso de que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva autorice su construcción. El programa nuclear brasileño fue lanzado en 1979, con dos objetivos: dominar el ciclo de enriquecimiento de uranio y fabricar un reactor nuclear.
Brasil, que domina la técnica del enriquecimiento del uranio, está a un paso de producir gas nuclear, con lo cual controlaría la totalidad del ciclo de ese combustibleinformó el Comandante de la Marina, Julio Moura.. Actualmente, el uranio inicialmente procesado y concentrado (yellowcake o urania), es enviado a Canadá, donde se lo somete al proceso de gasificación previo al enriquecimiento. Pero la Marina podría romper esa "dependencia" ya en 2008, a condición de recibir un aporte de apenas 20 millones de reales (menos de 10 millones de dólares) para completar el proyecto, dijo Moura en una entrevista con corresponsales extranjeros en Brasilia. "La transformación del yellowcake en gas, en lo que respecta a la Marina, es algo rápido: dependemos de 20 millones de reales. Considero que el ciclo del combustible ya está prácticamente dominado y eso será un beneficio muy grande para el país: la no dependencia", afirmó. Brasil ya domina el proceso de enriquecimiento, con centrifugadoras de fabricación propia, que podrían empezar a producir a escala comercial en los próximos dos o tres años. El objetivo es abastecer en combustible las dos centrales nucleares generadoras de electricidad en funcionamiento -Angra I y II- así como Angra III (todas en el estado de Rio de Janeiro), a la que el Gobierno acaba de darle el visto bueno. El combustible brasileño también debe servir para alimentar el reactor de un submarino a propulsión nuclear, en caso de que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva autorice su construcción. El programa nuclear brasileño fue lanzado en 1979, con dos objetivos: dominar el ciclo de enriquecimiento de uranio y fabricar un reactor nuclear.
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