Mañana comienza en Estados Unidos un gran proceso judicial contra transnacionales bananeras, por la demanda presentada por unos 5,000 empleados de Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá. Los trabajadores acusan a las bananeras de mentir sobre los efectos nocivos de los pesticidas que les obligaban a usar. Este martes, en un tribunal de Los Angeles comienza la selección del jurado para el proceso sobre los efectos que habría causado el pesticida DBCP en esos países latinoamericanos en los años 70. Se suponía que el pesticida sólo mataba a los gusanos y parásitos que destrozaban las raíces de las plantas bananeras pero, según la demanda, la sustancia además dejó a los trabajadores estériles."Es la primera vez que un obrero bananero recurre a los tribunales estadounidenses", declaró Duane Miller, uno de los abogados. El caso gira en torno a si las empresas multinacionales que son demandadas deben ser procesadas en el país donde tienen su sede o en el país donde contrató a los trabajadores. Si los obreros ganan la demanda, se abrirían las puertas a procesos similares en territorio estadounidense, donde en general los jurados otorgan compensaciones más altas. "Hay una enorme brecha entre la administración de justicia en un país en desarrollo y la administración de justicia en Estados Unidos", comenta Alejandro Garro, profesor de leyes en la Universidad de Columbia."La importancia de esto radica en que las empresas transnacionales operan en todo el mundo, pero no hay un sistema judicial uniforme para todo el mundo", añade.
La demanda fue presentada en el 2004 y acusa a Dole Fresh Fruit Co. y a la Standard Fruit Co. de negligencia y de fraude en el uso del pesticida. Dow Chemical Co. y Amvac Chemical Corp., los fabricantes del pesticida, "suprimieron información sobre la toxicidad del DBCP", dice el texto de la demanda. La compañía Amvac asegura que "no hay estudios ampliamente aceptados en la comunidad científica de los cuales tengamos conocimiento, que establezcan un vínculo directo entre la esterilidad de los obreros bananeros" Y esa será, se supone, no de sus argumentos de defensa.
Nicaragua: violencia contra los afectados por el Nemagón.
No es el único caso contra las bananeras. Pero sí el primero que emprenden diractamente los afectados. Y , mientras en Estados Unidos las multinacionales norteamericanas se defienden con abogados, en otros lugares se comportan de forma criminal. Pepitorias ya se refirió a las demandas contra Chiquita, acusada de financiar a los paramilitares en Colombia. Y hace sólo un mes, en Nicaragua, fueron atacados los afectados por el pesticida Nemagón .
El ataque se produjo en el campamento donde se habían concentrado diez días antes, para presionar en sus demandas, que reclaman hace ya años. A las 2 de la tarde del jueves 7 de Junio, Rosa Prado Leiva, de 61 años y ex trabajadora de las bananeras, fue alcanzada por un disparo que, según los presentes, fue realizado desde un automóvil que se dio a la fuga.
El proyectil perforó el pie derecho de Rosa Prado, quien fue auxiliada por las personas que estaban a su alrededor y por el personal sanitario presente en el campamento de los bananeros. Poco después fue conducida al hospital, mientras en el campamento se hacía presente un nutrido contingente de policías para recoger la denuncia correspondiente e iniciar las investigaciones del caso. Según Hilario Calero, uno de los lideres de los afectados, “fue un acto para intimidarnos y obligarnos a desistir de nuestras demandas. La gente no está asustada, y más bien lo que pasó nos va a dar más valor para seguir adelante. Estamos muy enojados y no vamos a dar marcha atrás. Una señora que estaba cerca de Rosa Prado cuando fue baleada dijo claramente que tendrán que matarnos a todos antes que salgamos de aquí”.
La misma reacción caracterizó la declaración de otro miembro de los bananeros afectados, Manuel Hernández, para quien “No hay miedo alguno en la Ciudadela del Nemagón. No nos van a amedrentar y seguimos firmes en nuestros propósitos. No sabemos quién disparó, pero lo consideramos como una advertencia y una provocación. Están persiguiendo dos objetivos: generar temor en la gente y crear las condiciones para matar a alguien”.
Los bananeros presentaron denuncia en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
El proyectil perforó el pie derecho de Rosa Prado, quien fue auxiliada por las personas que estaban a su alrededor y por el personal sanitario presente en el campamento de los bananeros. Poco después fue conducida al hospital, mientras en el campamento se hacía presente un nutrido contingente de policías para recoger la denuncia correspondiente e iniciar las investigaciones del caso. Según Hilario Calero, uno de los lideres de los afectados, “fue un acto para intimidarnos y obligarnos a desistir de nuestras demandas. La gente no está asustada, y más bien lo que pasó nos va a dar más valor para seguir adelante. Estamos muy enojados y no vamos a dar marcha atrás. Una señora que estaba cerca de Rosa Prado cuando fue baleada dijo claramente que tendrán que matarnos a todos antes que salgamos de aquí”.
La misma reacción caracterizó la declaración de otro miembro de los bananeros afectados, Manuel Hernández, para quien “No hay miedo alguno en la Ciudadela del Nemagón. No nos van a amedrentar y seguimos firmes en nuestros propósitos. No sabemos quién disparó, pero lo consideramos como una advertencia y una provocación. Están persiguiendo dos objetivos: generar temor en la gente y crear las condiciones para matar a alguien”.
Los bananeros presentaron denuncia en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
(Fuentes: Radio La Primerísima,Managua. Radio La Voz, Los Ángeles y REL-UITA)
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