Una nueva sucesión de alcoba, a 33 años de la primera tras la muerte del caudillo Juan Domingo Perón y la asunción de su vice y viuda Isabelita, está a un paso de concretarse en Argentina en las elecciones presidenciales del domingo, como vaticinan todas las encuestas. La senadora y primera dama Cristina Fernández y candidata por el Frente para la Victoria es la favorita para reemplazar en el poder a su marido y presidente, Néstor Kirchner, en una sucesión matrimonial.
A cuatro días de los comicios la campaña electoral sigue marcada por la ausencia de debates de fondo entre los candidatos y por la falta de entusiasmo entre los votantes. Los sondeos colocan como favorita a la formula oficialista. Poco más de 27 millones de personas están en condiciones de elegir presidente, diputados, senadores y gobernadores en ocho provincias.
Según las encuestas, la actual primera dama y senadora, Cristina Fernández tiene grandes posibilidades de logar la presidencia en primera vuelta. Para ello le basta con superar el 45 por ciento de los votos o lograr más del 40 y una ventaja superior a 20 puntos sobre el segundo. El diario La Nación, crítico del gobierno publicó un sondeo propio realizado por la empresa Poliarquía según el cual la senadora justicialista logra el 40,9 por ciento de intención de voto. Lejos, en segundo lugar, la candidata por la Coalición Cívica, Elisa Carrio, recibe el 14,5 por ciento, en tercer lugar el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, con el 10,8, y el gobernador de San Luis, el peronista Alberto Rodríguez Saá, con 7,2 por ciento. Los expertos de la encuestadora consideraron que con este panorama la posibilidad de un segunda vuelta es "muy difícil". Por su parte, el diario Clarín tituló ayer en la primera plana que "según nueve encuestas, Cristina gana en la primera vuelta".
Según las encuestas, la actual primera dama y senadora, Cristina Fernández tiene grandes posibilidades de logar la presidencia en primera vuelta. Para ello le basta con superar el 45 por ciento de los votos o lograr más del 40 y una ventaja superior a 20 puntos sobre el segundo. El diario La Nación, crítico del gobierno publicó un sondeo propio realizado por la empresa Poliarquía según el cual la senadora justicialista logra el 40,9 por ciento de intención de voto. Lejos, en segundo lugar, la candidata por la Coalición Cívica, Elisa Carrio, recibe el 14,5 por ciento, en tercer lugar el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, con el 10,8, y el gobernador de San Luis, el peronista Alberto Rodríguez Saá, con 7,2 por ciento. Los expertos de la encuestadora consideraron que con este panorama la posibilidad de un segunda vuelta es "muy difícil". Por su parte, el diario Clarín tituló ayer en la primera plana que "según nueve encuestas, Cristina gana en la primera vuelta".
Se acaba una campaña sin contenidos
La campaña ha estado marcada por la estrategia oficialista de no debatir los grandes problemas estructurales que aquejan a la mayoría de la población. Además ha dejado al aire la cada vez más profunda desarticulación de los dos grandes partidos tradicionales, Justicialista-Peronista y Radical.
Además de la formula oficialista, el Justicialismo presenta la candidatura del actual gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
La Unión Cívica Radical, al ex ministro de economía del actual Gobierno, Roberto Lavagna.
Otros dos dirigentes de origen radical son , Elisa Carrió y Ricardo López Murphy, volverán a probar suerte luego de los buenos resultados obtenidos en 2003.
Y desde el fragmentado campo de la izquierda y el centro-izquierda se destaca la candidatura del cineasta Fernando “Pino” Solanas. En este campo popular, de izquierda o progresista está tan dividido que muchos de sus votos acabarán, sinmerecerlo, en la ya casi ex-primera dama. Pocas veces vivió Argentina una campaña tan anodina y tan llena de tantos candidatos, sin identidades partidarias ni proyectos. Quizá sea por eso que la senadora Cristina Fernández de Kirchner se apresta a ser consagrada presidenta el último domingo de octubre.
Se consagra el modelo liberal-populista
Néstor Kirchner –el marido de Cristina- llegó al gobierno hace cuatro años, cuando la nación parecía en bancarrota y la población estaba en pié de guerra, con una clase media estafada y los trabajadores desocupados y piqueteros, dispuestos a ir más allá. Kirchner logró desmontar la amenaza con un poco de man izquierda, medidas sociales y mucha labia.
Además de la formula oficialista, el Justicialismo presenta la candidatura del actual gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
La Unión Cívica Radical, al ex ministro de economía del actual Gobierno, Roberto Lavagna.
Otros dos dirigentes de origen radical son , Elisa Carrió y Ricardo López Murphy, volverán a probar suerte luego de los buenos resultados obtenidos en 2003.
Y desde el fragmentado campo de la izquierda y el centro-izquierda se destaca la candidatura del cineasta Fernando “Pino” Solanas. En este campo popular, de izquierda o progresista está tan dividido que muchos de sus votos acabarán, sinmerecerlo, en la ya casi ex-primera dama. Pocas veces vivió Argentina una campaña tan anodina y tan llena de tantos candidatos, sin identidades partidarias ni proyectos. Quizá sea por eso que la senadora Cristina Fernández de Kirchner se apresta a ser consagrada presidenta el último domingo de octubre.
Se consagra el modelo liberal-populista
Néstor Kirchner –el marido de Cristina- llegó al gobierno hace cuatro años, cuando la nación parecía en bancarrota y la población estaba en pié de guerra, con una clase media estafada y los trabajadores desocupados y piqueteros, dispuestos a ir más allá. Kirchner logró desmontar la amenaza con un poco de man izquierda, medidas sociales y mucha labia.
El modelo neoliberal, ni se toca. Como escribe Víctor Ego Ducrot de la Agencia Periodística del Mercosur (APM): "Prolongación de las concesiones petroleras otorgadas durante la década del ´90; apertura indiscriminada y sin control a la explotación minera en manos de las corporaciones transnacionales; profundización del monocultivo sojero y de su nuevo hermano poderoso, el programa de agrocombustibles. Mientras el gobierno habla de nacionalización de los resortes económicos, las estadísticas oficiales y privadas indican que, durante la gestión de Néstor, se profundizó la venta de empresas argentinas a grupos transnacionalizados, en sectores claves como petróleo y gas, medios de comunicación, alimentos, servicios financieros y minería y siderurgia. Se calcula que en los últimos cuatro años se vendieron cerca de 450 empresas argentinas, por un valor aproximado de 18.700 millones de dólares."
Y añade que "las mejoras sociales y económicas se focalizaron sólo sobre el 40 por ciento de los trabajadores, pues el 60 por ciento restante sigue en condiciones informales, sin legislación laboral ni social que lo contenga. Las anunciadas mejoras en los porcentuales de pobreza y en el significado real de las subas salariales están en tela de juicio –como lo están los índices de precios al consumidor-, toda vez que tomó estado público la diferencia profunda que registran los guarismo oficiales respecto de lo que se percibe en las calles, en la vida real.
“Kirchner no ha hecho nada para acabar con la pobreza"
El candidato a presidente de la Nación por Proyecto Sur, el director de cine Fernando “Pino” Solanas, considera que el presidente Néstor Kirchner, “no ha hecho nada para acabar con la pobreza y la indigencia en nuestro país”. En declaraciones formuladas al programa televisivo “Realidad Bajo Sospecha” emitido por “Argentinísima Satelital”, Solanas aseveró que en la Argentina “la desnutrición sigue existiendo. Tenemos 12 millones de pobres, la gran mayoría chicos; hay 3 millones de chagásicos, y no se ha tomado ninguna medida en concreto para acabar con esta situación que asola a la Nación”.“La Argentina es un país extremadamente rico, quizá de los más ricos de la tierra. Es rico en recursos naturales, pero tenemos la desgracia que desde 1989, los recursos naturales no nos pertenecen más, fueron privatizados. Kirchner dispuso la reprivatización del petróleo en la Argentina, lo cual es un escándalo monumental, prolongando las concesiones de Menem hasta el 2047”, subrayó. En ese sentido, añadió: “Recuperando la renta anual que genera el petróleo, el gas y la gran minería, hay una base de más de 20.000 millones de dólares anuales, que servirían para atacar las necesidades más urgentes que tiene el país, como son la indigencia y la extrema pobreza. Esa es nuestra propuesta”.
La pobreza estructural de la Argentina es una deuda pendiente del gobierno de Néstor Kirchner, cuya esposa, Cristina Fernández, heredará si gana el domingo. Para el candidato presidencial del Partido Obrero (izquierda), Néstor Pitrola, la pobreza está vinculada a "la estructura de distribución de los ingresos en todo el país". "No estamos hablando de algunas provincias y algunos bolsones de pobreza, sino de todo el país. Es estructural". Hambre, derrumbe de la educación, de la salud y falta de viviendas caracterizan la pobreza de partes de la población que no han sido recuperadas o reintegradas al sistema. "Chaco es donde se están produciendo los casos más resonantes de hambre. Es la provincia más pobre, con un 56 por ciento de chaqueños por debajo de la pobreza", añade Pitrola. Justamente, la preocupación sobre la situación en Chaco creció cuando este año murieron 15 personas por desnutrición, que afecta a niños y adultos en otras provincias norteñas como Corrientes, Tucumán y Catamarca.
Además la inflación anual se ubica entre el 15 y el 16% y la inflación alta produce un aumento del índice de la pobreza. El aumento de precios afecta principalmente a los que no tienen capacidad de negociación salarial: los jubilados y trabajadores en negro.
Según el coordinador de desocupados de la Corriente Clasista y Combativa (CCC, izquierda), que llama a votar en blanco, Juan Carlos Alderete, en la localidad bonaerense de La Matanza, el desempleo ronda entre el 18 y el 20%. "Reconozco que ha habido más trabajo, pero no es cierto que la desocupación se haya reducido como dice el presidente. No se generaron más de 5.000 puestos de trabajo genuinos en La Matanza. Vivo en La Matanza y conozco la realidad que se vive acá", dice. Y añade que la pobreza se refleja también en cómo se agudizó el deterioro de la salud y la educación. Y manifiesta su preocupación, principalmente, por los niños, que, "se ven obligados a catonear (recolectar residuos de la basura) o limpiar vidrios y dejan la escuela y se meten en el circuito de las drogas".
Por su parte, Alcira Argumedo, socióloga y candidata a diputada por el Proyecto Sur, del cineasta Pino Solanas , dice que para afrontar la pobreza, la desigualdad y la postergación social hay que recuperar los fondos provenientes de la renta petrolera y de la demostración de qué parte de la deuda externa es ilegítima. "La fotografía es que (Cristina Fernández de) Kirchner va a ganar las elecciones, la película es otra. En la foto están fenómeno, en la película...hay que ver cómo siguen", concluye.
Y de política exterior, ni se habló
La política exterior, el modelo de relación con el Mercosur, Latinoamérica y el mundo y definiciones sobre los conflictos internacionales más candentes han estado también ausentes de la campaña Como muchos, menciones apenas marginales de los candidatos, en especial cuando algunos de ellos tratan de diferenciarse de la política actual del presidente Néstor Kirchner y, por tanto, de su esposa, la candidata Cristina Fernández.
La campaña está marcada por los temas internos principales, la marcha de la inflación en primer lugar, y después otras de las preocupaciones frecuentes de los argentinos, la seguridad y poco más.
En política exterior, referencias ocasionales y dedicadas mayormente a un aspecto, la relación estrecha que Kirchner entabló con Venezuela, criticada sobre todo por los candidatos de la derecha peronista. Los candidatos que creen tener oportunidad de pasar a segunda vuelta, como la ex radical Elisa Carrió, y Roberto Lavagna, no han criticado la política exterior de Kirchner y sólo aportan ciertos matices.
Y la candidata oficialista, que ha viajado al exterior con Kirchner y sin él, presenta como logros sus esfuerzos por afianzar o ampliar las relaciones con los grandes inversores internacionales, como los españoles, y con Estados Unidos. Su condena a Irán, por la vía de responsabilizarlo -junto a entidades judías- por el atentado contra una asociación mutual israelita de Buenos Aires, que causó 85 muertos en 1994. Y todo apunta a que su presidencia no tendrá garndes cambios en este aspecto. Miembros de su equipo de campaña hablan de una diferencia de "gestualidad", porque "son personas diferentes y tienen gestualidades diferentes, pero el proyecto es el mismo". Esa "gestualidad" puede verse en las giras internacionales de la candidata, que incluyeron como etapas destacadas a España, Estados Unidos y Brasil. Cristina Fernández no devolvió, en cambio, ninguno de los gestos amistosos del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien ya la llama presidenta, y con quien su esposo tejió una relación estrecha.
(Fuentes: Agencia PÚLSAR, ANSA-Latina,Argenpress y APMercosur)
1 comentario:
Muy buena información la relacionada con las elecciones argentinas. A destacar las declaraciones de candidatos que pocos medios argentinos, por no decir ninguno de cierta importancia,suelen publicar durante estos días de campaña.
Lamentablemente, Argentina está "secuestrada" por el movimiento peronista cuyo origen democrático es más que dudoso por mucho que el General Perón llegase al poder a través de las urnas.
Por tanto, buena parte de la estructura política argentina,de izquierda a derecha está dominada por el "MOVIMIENTO" por lo que es muy dificil entender lo que pasa allí. Por ejemplo,el destacado director de cine ,Pino Solanas, que aparece en el artículo como un candidato de izquierdas, ha sido siempre un insigne peronista..
Otro ejemplo, el ex-ministro de economía Roberto Lavagna, aunque lo apoyen los radicales reivindica la figura de Peron y colaboró con un gobierno peronista.
En definitiva,todos los candidatos, excepto Elisa Carrió y López Murphy, lo digan ó no son peronistas y al final aunque aparezcan con otras siglas, incluso de extrema izquierda, pactan con el peronismo.. Sus métodos para acabar con la pobreza son populistas y se alimentan políticamente de las necesidades ajenas para mantenerse en el poder y ganar elecciones. Argentina, además tiene una estructura social muy corrompida y la gestión pública de las grandes empresas siempre han terminado mal y el dinero en el bolsillo de unos cuantos. Para muestra, la petrolera YPF que durante su gstión estatal tuvo el honor de ser la única empresa del sector en todo el mundo que perdía dinero.
Las privatizaciones tampoco mejoraron la situación de los ciudadanos, aunque los que en ese momento estaban ó están en el poder, eso sí, aumentaron su cuenta corriente. Enfin... la solución de los problemas argentinos no tienen fácil arreglo con semejante panorama político y social.
El grito que se hizo tan popular, "Que se vayan todos" con la esperanza de una regeneación política, lamentablemene no ha servido para nada y siguen los mismos perros con distintos collares.
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